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Antecedentes Historicos De Las Peluquerias


Enviado por   •  27 de Septiembre de 2011  •  1.394 Palabras (6 Páginas)  •  2.164 Visitas

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ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA ESTETICAS O PELUQUERIAS

La Prehistoria

En estos tiempos el corte de pelo se debía a cuestiones prácticas o ceremoniales, y se cortaba con trozos de piedra muy afiladas.

Los primeros peines estaban hechos de espinas de pescado, dientes de animales y ramas secas; los primeros tintes de sangre, grasas y tintes vegetales.

Egipto

En el antiguo imperio Egipcio se producen los cambios más significativos en cosmética: el corte del cabello como diferenciación entre clases sociales, los primeros pigmentos de origen vegetal para el cabello,…

Peinados, pelucas, baños de leche, estilizadas siluetas,… todo formaba parte de una cultura en la que lo espiritual, el arte, la religión y la ciencia tenían una importancia fundamental. El cabello se teñía de henna o bien se rasuraba para facilitar los continuos cambios de pelucas; la piel se mantenía tersa mediante ungüentos o baños perfumados o de leche; los ojos se remarcaban en negro, engrandeciendo y suavizando su forma natural; el carmín blanco de los labios, utilizado para restar vivez a la cara, y el rojo para las mejillas, se extraían de las plantas; coloreaban los párpados en verde o azul mediante antimonio.

Las dos reinas que más destacaron por su belleza fueron Nefertiti, de quien se recuerda su estilizada silueta a pesar de haber sido madre seis veces, y Cleopatra, famosa por sus mascarillas, su maquillaje y sus baños de leche.

Grecia

Grecia fue la civilización de la belleza. Al igual que en Egipto, los esclavos mantenían lo más hermosas posibles las cabezas de sus amos, pero Grecia aportó los salones de belleza, donde se peinaban las cabezas más selectas.

En Grecia lucían rizos, ellos con el cabello corto y ellas con el pelo largo recogido en moños que envolvían con redecillas doradas o cintas.

Pero la mayor atención se prestaba al cuidado del cuerpo, que se realizaba en los baños públicos: primero diversos ejercicios físicos, luego el baño generalmente con agua fría; los masajes también tenían un papel esencial, seguidos de la aplicación de aceites perfumados extraídos de flores.

El maquillaje de las mujeres consistía en color negro y azul para los ojos, las mejillas coloreadas con carmín y los labios y uñas en un único color; el color de la cara debía ser pálido como reflejo de pasión.

Los íberos tuvieron una enorme influencia de la cultura griega: pelo trenzado y enroscado y cubierto de tela, complementos como mantillas y peinetas, así como cintas, redecillas y diademas a modo de corona de influencia griega.

Los pueblos bárbaros

Poco dados a valorar criterios estéticos, pero sí prácticos, sus peinados solían consistir en trenzas y colas de caballo.

Roma

La estética constituyó una auténtica obsesión para hombres y mujeres. El cabello era corto para los hombres y solía sujetarse con una cinta; las mujeres dejaban caer su pelo en forma de tirabuzón o ligeramente ondulado, o bien lo recogían en moños sobre la nuca, que envolvían con redecillas o cintas del mismo modo que las griegas. Pero no existía un ideal único de belleza, sino que recogieron influencias dispares de los pueblos conquistados, por lo que comenzaron a hacer pruebas para aclarar el cabello.

Los salones de belleza eran ya un negocio, organizándose por especialidades en lugar de dar un servicio global.

La Edad Media

Época caracterizada por la austeridad, donde teñirse el cabello dejó de ser material y moralmente posible. Sin embargo, tal y como marcaba la Iglesia, las mujeres debían llevar el pelo largo y bien recogido, lo que les obligó a inventar todo tipo de trenzas y moños y a cubrir el pelo con capuchas, velos, gorros y sombreros (en invierno y en verano) para protegerse de la suciedad y los piojos ante la falta de jabón. Las más humildes tejían trenzas en sus cabellos que enroscaban en la cabeza. La raya en medio era lo más convencional. Las clases más afortunadas disponían de joyas y diademas.

La única aportación fue la aparición de los tirabuzones como peinado. Las clases altas también recogían su pelo pero de forma más sofisticada y sustituyendo las capuchas y gorras por finas telas.

El Renacimiento

Es en el Renacimiento cuando tanto la peluquería como la cosmética facial toman un impulso importante. Italia se convierte en el centro europeo de la elegancia. Tener el pelo rubio era sinónimo de buen gusto, y para conseguirlo mezclaban los extractos más inverosímiles.

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