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Antes de entrar de lleno al porfiriato, es necesario hablar sobre La república restaurada donde encontramos la primera rebelión de Díaz (1867-1876).


Enviado por   •  24 de Junio de 2016  •  Ensayo  •  9.928 Palabras (40 Páginas)  •  386 Visitas

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Antes de entrar de lleno al porfiriato, es necesario hablar sobre La república restaurada donde encontramos la primera rebelión de Díaz (1867-1876).

Para 1867, en la capital, el gobierno convoco a elecciones constitucionales que restarían fuerza al legislativo y darían al jefe del ejecutivo la libertad que considerara indispensable.

En estas elecciones los candidatos eran el general Porfirio Díaz y Benito Juárez, donde triunfo este último, pero no logro que los electores aprobaran las modificaciones a la constitución.[1]

Ahora bien, la política seguida por Juárez con la derrota del imperio fue moderada, mantenía la soberanía y los principios básicos de la reforma, la nacionalización de los bienes del clero y la libertad de cultos, pero gracias a estas políticas disminuyo el apoyo a este.[2]

Para 1871 se convocó nuevamente a elecciones presidenciales, donde se presentaron tres candidatos: Juárez, por un lado, Lerdo de Tejada su colaborador de largo tiempo por el otro y finalmente el general Porfirio Díaz. El primero obtuvo el triunfo por escasa mayoría y el general Díaz se sublevo con el Plan de la Noria donde acusaba a Juárez de reeleccionista y de violar el espíritu de la constitución e hizo un llamamiento a la rebelión.[3]

El llamamiento de Díaz a las armas tuvo cierto eco y provoco una rebelión que tuvo algo más que carácter local, por un lado, Félix Díaz hermano de Porfirio Díaz movilizo un gran número de fuerzas en Oaxaca compuestas por milicias del estado e incluso algunas tropas federales.

Por otro lado, algunos generales norteños al frente de los cuales estaba el gobernador de Nuevo León Gerónimo Treviño, tomaron grandes zonas de Nuevo León, Durango, Sinaloa y Zacatecas.

El propio Porfirio Díaz encabezo un contingente de mil soldados con el cual pretendía apoderarse de la Ciudad de México, y una vez llego a Chalco y Texcoco reiteró su llamado a la revuelta general pero no obtuvo respuesta por lo que Juárez envía a sus tropas y Díaz se retira, las tropas de Félix son también derrotadas y las fuerzas de Treviño ya no aguantaron más.

Para el año de 1872 fallece Juárez y es sustituido por Sebastián Lerdo de tejada entonces presidente de la suprema corte de justicia, cargo que le garantizaba el derecho a asumir la presidencia, pero aun así decide convocar a elecciones resultando electo.

Lerdo a diferencia de Juárez no era de ascendencia india si no criolla, estudio en un seminario y llego al punto de tomar votos menores en su formación hacia el sacerdocio, pero lo abandona debido a que se interesa por estudiar leyes.

Estuvo bajo la tutela de Ignacio Comonfort, donde fue designado para la suprema corte, pero cuando Comonfort es destituido, Lerdo renuncia a su cargo y se convierte en rector del Colegio de San Ildefonso.

El sucesor de Comonfort, Juárez, llamo a Lerdo para formar parte de su gabinete magisterial, primero como ministro de justicia y después como secretario de estado.

Lerdo fue una de las voces más populares y poderosas en favor de la independencia de México durante la intervención francesa, después de la guerra volvió al tribunal supremo como presidente.

Con la llegada al poder de Lerdo de Tejada el cual era conservador en materia social, fortaleció el papel del estado generando apoyo inmediato por parte de intelectuales, propietarios, liberales y ejercito una vez que la iglesia pierde su supremacía, donde el liberalismo social se remplaza por un liberalismo económico.

Se crea una amnistía general y esto pacifica al país, crea el senado que Juárez no logro, el cual diluía considerablemente el poder de la cámara y a la vez aumentaba el papel bipolar del ejecutivo, incorpora las leyes de reforma a la constitución, prohíbe el culto religioso público lo cual genera una enemistad con el clero y se da una revuelta religiosa mejor conocida como Guerra Cristera.

Cosecho además los beneficios de la victoria militar de Díaz, el cual una vez derrotado, Lerdo le ofrece una amnistía tanto al el como a sus hombres, este acepta y Lerdo lo destituye de su cargo militar exiliándolo a su hacienda de la Noria.

En los tres primeros años de su gobierno, hubo una paz relativa, consiguió extender el poder del gobierno federal hasta regiones que se habían resistido al control de Juárez, además de que al ser derrotado Díaz se apaciguaron otros rebeldes.

Acabo con un caudillo regional “Manuel Gonzales” (a quien la prensa se refería como “el tigre de Arica”) que había establecido una especie de Republica Campesina en México donde la base de su poder eran las comunidades indígenas a las que habían devuelto las tierras que los hacendados les habían quitado.

A cambio de la subordinación nominal de su gobierno, Juárez había permitido a Lozada extender el dominio sobre la región, Lerdo en cambio, envió a las tropas federales para que acabaran con Lozada, y en 1873 es capturado y fusilado, derrotaron a los indígenas y sus tierras fueron cedidas a los hacendados.

Durante el gobierno de Lerdo la economía creció y con esto creció su prestigio, había cosechado las distintas iniciativas económicas emprendidas por Juárez.

En 1873 inaugura la primera línea del ferrocarril que unía a la Ciudad de México con Veracruz impulsando aún más el desarrollo económico.

Para 1876, pierde popularidad ya que no obtiene éxito en su intento de mantener el consenso con la clase alta del cual disfruto ampliamente cuando llego a la presidencia. El apoyo de estas fuerzas se interrumpió por la política que llevo a cabo contra la Iglesias, ya que expropia las propiedades de esta, expulso a los jesuitas del país no nacidos en México, y, como gesto simbólico, incorporo nuevamente a la constitución las leyes de reforma.

La mayoría de sus oponentes se unieron a los tradicionales que creían que la caída de la administración de Lerdo le daría acceso al poder y a las posiciones gubernativas y ya para las elecciones de 1876 se unen al más poderoso oponente de Lerdo es decir el general Díaz.

Para las elecciones de 1876 el general Porfirio Díaz no se espera y se subleva con el plan de Tuxtepec.[4] Obteniendo el apoyo de muchos miembros del campesinado.

El segundo levantamiento de Díaz fue infructuoso, las tropas de Lerdo derrocaron rápidamente las milicias improvisadas en Oaxaca, lo que genero que Lerdo se creyera en una situación lo suficientemente fuerte como para convocar elecciones y así obtener la reelección, pero la rebelión de Díaz se seguía proclamando día con día.[5]

A pesar de la proclamación del plan de Tuxtepec, en julio de 1876 se realizan elecciones. José María Iglesias, que era legalmente sucesor a la presidencia, afirmaba que si triunfaba Lerdo no sería legítimo debido a las irregularidades cometidas en los comicios y se negó a aceptar el resultado de las elecciones. Intento apoderarse de la presidencia, con el apoyo de varios gobernadores, senadores y diputados que habían quedado fuera de la administración Lerdo. Esta división interna en el gobierno, infundio nueva vitalidad a la rebelión de Díaz, cuyas tropas se enfrentaron con las de Lerdo en Tecoac, infligiéndoles una dolorosa derrota. Incapaz de enfrentarse a la presión conjunta de Iglesias y Díaz, Lerdo renuncio a la presidencia y huyo de México.

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