Antonieta Rivas Mercado

Antonieta Rivas Mercado, nace en el año de 1900 en la Ciudad de México. Su padre Antonio Rivas Mercado fue un importante arquitecto de origen mexicano que estudió en Francia, su obra más importante fue la construcción del Ángel de la Independencia, entre otras, como el museo de cera.

A su temprana edad, Antonieta  acompaña a su padre a París junto con su hermana Amelia. Ahí asiste a diversos museos y a presentaciones teatrales, las cuales inspiraron a Antonieta para seguir una pasión por el ballet. Ella practicaba frente al espejo antes de dormir, por lo que se dieron cuenta de su afán por el ballet y consiguieron un profesor para que tomara clases y cumpliera su deseo. Pero este sueño se derrumbó cuando tuvo que regresar a México, su padre se enfermó de gravedad y murió dejándole una herencia millonaria. Sin embargo, su ánimo decayó bastante y no pudo seguir practicando ballet.

Antonieta patrocinó y tradujo una gran diversidad de famosas obras literarias, por su parte, también tenía mucho talento para la actuación y el canto, que formaban parte de su pasión hacia el arte. Entre sus más destacados patrocinios se encuentra la orquesta que más tarde se convertiría en la Sinfónica Nacional. En ese pequeño lapso de tiempo, conoce a José Vasconcelos quien la convence para incorporarse a su campaña política por la presidencia de la República, y escribe la crónica de la campaña y algunos de los discursos del candidato, cabe recalcar que durante esta campaña, Antonieta gasta la mayor parte de su fortuna. En 1929 Vasconcelos pierde las elecciones y Antonieta decide mudarse a los Estados Unidos.

Posteriormente, escribió varios artículos en Nueva York, y ahí conoce a Federico García Lorca, quien le toma aprecio de inmediato. Después viaja a París, en donde escribe diariamente muchos artículos para ganarse la vida, puesto a que ya casi no contaba con fondos y vivía en condiciones muy austeras. 

Antonieta padecía de crisis depresivas, al parecer a consecuencia de un accidente. En París, después de reunirse con José Vasconcelos, se suicida en la catedral de Notre Dame a los 31 años de edad.
Además de su gran labor como promotora del arte en México, Antonieta fue una escritora moderna, de vanguardia, sus artículos son de gran calidad y es la promotora de la literatura feminista en el país; yo opino que si hubiera dedicado más tiempo a su labor literaria, seguramente sería una de las más grandes escritoras de este siglo. 

Yo considero importante el mensaje que esta novela nos deja como enseñanza, puesto que la vida de Antonieta fue un claro ejemplo de superación personal que puede servir a las mujeres mexicanas y de todo el mundo como icono de trascendencia social.

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