Antonio Perez Bonalde

ste ilustre Venezolano nació en Caracas, el 30 de enero de 1846. Por razones de índole política, la familia emigró a Puerto Rico, donde dedicó gran parte de su tiempo a aprender varios idiomas, entre ellos el ingles, alemán, francés, italiano, portugués, griego y latín,  lo cual le permitió traducir con maestría a luminarias como Edgar Allan Poe y Henrich Heine. Su estilo literario en enmarca dentro del romanticismo.

En 1864, terminada la Guerra Federal, la familia regresa a Venezuela, pero un acontecimiento lo sorprende ese mismo año: La muerte de su padre.

Nuevamente el hervidero político sacude al país y la expatriación vuelve a ser la receta para Perez Bonalde. Se dirige a los Estados Unidos , desempeñándose como representante de una empresa de perfumes, lo cual le permite viajar por casi todo el territorio norteamericano y por varios continentes (Asia, Europa y Africa). Estando en nueva York, recibe la noticia del fallecimiento de su madre y en 1876 el presidente Francisco Linares Alcántara propicia un clima de entendimiento y tolerancia en Venezuela , situación ésta que hace que el poeta regrese a su Patria.

Durante su travesía en ruta hacia Puerto Cabello, tuvo la inspiración motivada por los recuerdos de su infancia, sus padres, sus amigos, sus amores y su querida Caracas,  para  escribir el canto elegíaco “Vuelta a la Patria”

Su lectura nos transporta hacia esa ciudad de techos rojos, su Avila (el siempre Avila), su gente, sus costumbres, la realidad del regreso hacia “la tierra amiga”, el recuerdo del territorio  que deja atrás, el Norte, donde el frío “hiela los espacios y las almas”, la tristeza de no venir al encuentro de su hogar materno.

Aquí les dejo un extracto de esa maravillosa obra:

¡Caracas, allí está; sus techos rojos,

su blanca torre, sus azules lomas,

y sus bandas de tímidas palomas

hacen nublar de lágrimas mis ojos!

Caracas, alli está; vedla tendida

a las faldas del Avila empinado,

Odalisca rendida

a los pies del Sultán enamorado.

Juan Antonio Perez Bonalde  murió en la Guaira el 4 de octubre de 1892 y once años después sus restos son trasladados a Caracas en medio de solemnes honras fúnebres. Desde 1946, centenario de su nacimiento, sus restos reposan en el Panteón Nacional.

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