Análisis Sobre Las Concepciones Temporales De F. Braudel Y M. Castells.

La categoría de tiempo obedece a cambio y continuidad, cualidades imprescindibles para comprender la concepción braudeliana a cerca del tiempo de la historia, ligada a las ideas de corta y larga duración, dimensiones temporales que, interrelacionadas dentro de un marco histórico global y que variaran según el ángulo de observación, son necesarias para entender los procesos históricos.

Esta forma de concebir la temporalidad como método de análisis de largo alcance, es planteada por Braudel en el texto “La Larga Duración” como uno de los paradigmas historiográficos centrales en el mundo de las ciencias sociales contemporáneas. Aunque el mismo Braudel no se molesta en reconocer a Marx como el primero en establecer modelos de estudio desde la óptica de la larga duración; también pone énfasis en investigaciones de otros autores, como Claude Levi-Strauss o Lucien Febvre, que han alimentado esta corriente que se apega fuertemente a las grandes estructuras y modelos históricos y a la importancia del tiempo y su duración.

Cabe explicar ahora este paradigma historiográfico, y es que en contraposición a este grupo de pensadores que abogan por la historia de larga duración, se encuentran también aquellos estudiosos y cientistas sociales que construyen su discurso en torno a la idea de corta duración, en base al estudio del acontecimiento, a la inmediatez y al presentismo. He aquí la problematización del estudio historiográfico y de las concepciones sociológicas, geográficas, económicas y hasta psicológicas que han sido acusadas de inmediatistas, es decir, de asumir el pasado como tiempo muerto, y de explicar los hechos y problemas del hoy a través de elementos de la historia reciente, limitando así la explicación y el entendimiento de los procesos socio-históricos. Tiene toda la razón Braudel al considerar que incurrir en esto equivale al mayor error que puede cometer una ciencia social, dado que todas estas son “ciencias históricas”, es decir, se mueven dentro de un marco tempo-espacial que debiesen abordar, necesariamente, desde la perspectiva histórica de larga data para comprender la realidad actual, en otras palabras, remontarse al génesis de la cuestión en estudio. Aunque esto como muy bien plantea Braudel, se dificulta con nuestra tendencia a “limitar la observación a la estricta actualidad” con lo que “la atención se dirigirá hacia lo que sobresale con razón o sin ella, hacia lo que acaba de cambiar, hacer ruido o se pone inmediatamente de manifiesto”, lo que implica limitar la explicación de los procesos sociales (Braudel, 2006.p16)

Ante todo, dentro de la concepción braudeliana del tiempo, es necesario tener en cuenta los tipos de duraciones temporales o “los tiempos del tiempo” que ofrece para estudiar los procesos históricos, tales son la larga duración, la mediana duración y la corta duración o el acontecimiento. Entendida la larga y corta duración queda por decir en cuanto a la mediana duración, que se resume como las relaciones o vínculos coherentes que se generan entre los fenómenos históricos: las coyunturas. En lo personal, considero necesario otorgar una mayor importancia a la coyuntura, dado que estas son el periodo intermedio entre la larga duración y el acontecimiento, entiéndanse como las articulaciones que permiten el ensamblaje entre los distintos fenómenos históricos, determinando así el movimiento de estos. ¿Podríamos hablar también, entonces, de una historia coyuntural o de una secuencia de coyunturas? Puede que sí, partiendo de la premisa de que si bien la historia funciona entorno a grandes escalas de tiempo, su construcción y periodificación se determina a partir de las coyunturas, funcionan como el acelerador de los procesos históricos (como lo planteo en su momento Lenin).

Al respecto, sigamos el ejemplo de Braudel sobre el capitalismo, sabemos que se trata en si de una estructura, una estructura que Marx plantea como modelo para estudiarlo a través de la historia, este modelo ha sufrido grandes cambios estructurales(de capitalismo mercantil a industrial, luego a comercial, especulativo y finalmente informacional)estos son cambios propios que sufre la estructura y que Braudel los presenta como casi imperceptibles para

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