Arqueologia
Enviado por jamarquez_16 • 25 de Septiembre de 2012 • 2.522 Palabras (11 Páginas) • 395 Visitas
Pamela Monserrat Huitron Alonso
Arqueología
La arqueología es la ciencia que estudia las sociedades antiguas a través de sus restos materiales. El análisis de los objetos y construcciones permite conocer la cultura y los modos de vida de los pueblos de antaño.
Los arqueólogos, por lo tanto, se encargan de reconstruir la vida de poblaciones antiguas a partir de las manifestaciones materiales que han dejado. Los objetos permiten conocer aspectos del comportamiento humano del pasado, ya que los expertos logran situarlos en tiempo y espacio y los analizan dentro de un contexto.
Aunque la arqueología tradicional se centra en la Prehistoria y en la Antigüedad, en las últimas décadas se ha aplicado la técnica arqueológica a periodos más recientes, como la Edad Media y la Edad Moderna. Se conoce como arqueología industrial, por otra parte, al estudio de los residuos urbanos.
La prospección arqueológica consiste en la exploración de un territorio en busca de vestigios materiales de una sociedad. Cuando se hayan dichos restos, se habla de un yacimiento arqueológico. Los yacimientos suelen estar bajo tierra, ya que el paso del tiempo y el avance de las construcciones hacen que las ruinas queden ocultas a simple vista.
Con la prospección realizada, se inicia la excavación, que está considerada como una actividad destructiva ya que sólo puede realizarse una vez en cada espacio geográfico. Por eso debe ser autorizada por los gobernantes y tiene que estar a cargo de especialistas.
Otra actividad que forma parte de la arqueología es el trabajo de laboratorio, que consiste en el análisis de los restos obtenidos.
Alfonso Caso y la arqueología mexicana
Uno de los pilares indiscutibles de la llamada época dorada de la arqueología mexicana fue el doctor Alfonso Caso y Andrade, ilustre arqueólogo cuya sabiduría, dedicación y ética en el desempeño de sus investigaciones, tanto en el campo como en el laboratorio, dejaron un acervo de primer orden.
Entre sus grandes descubrimientos sobresalen la ciudad prehispánica de Monte Albán, con su magnífica Tumba 7, y varios sitios en la Mixteca, como Yucuita, Yucuñidahui y Monte Negro, en Tilantongo. Producto de esos descubrimientos fue una gran cantidad de libros, artículos, reportes, conferencias y literatura popular, que aún son necesarios para el estudio de las culturas mesoamericanas, sobre todo de la zapoteca, la mixteca y la mexica.
Don Alfonso Caso fue especialmente importante en las investigaciones del área cultural de Oaxaca; a partir de 1931, y por más de veinte años, se dedicó al estudio de Monte Albán, sitio al que encontró convertido en terrenos de cultivo, con mogotes llenos de vegetación añosa. Gracias a su laboriosa actuación, en la que recibió la ayuda no sólo de otros arqueólogos sino de muchos técnicos y particularmente de jornaleros que vivían y aún viven alrededor de este majestuoso lugar, pudo descubrir completamente más de veinte de los cientos de edificios y la más monumental de las plazas que configuran los restos de esta enorme ciudad prehispánica. Igualmente importantes son las 176 tumbas que exploró, pues mediante su estudio logró descifrar el sistema de vida de los pueblos zapoteco y mixteco, esto sin contar con los innumerables edificios de otros sitios hacia los que extendió su proyecto central, en el área mixteca y la zona arqueológica de Mitla, en el Valle de Oaxaca.
El doctor Caso es considerado el representante de una corriente de pensamiento llamada escuela mexicana de arqueología, que significa el conocimiento de las altas culturas mesoamericanas a través del estudio sistemático de sus diferentes manifestaciones culturales, como son la arqueología, la lingüística, la etnografía, la historia y el estudio de las poblaciones, todas integradas para entender la profundidad de las raíces culturales. Esta escuela creyó en el valor de la reconstrucción de la arquitectura monumental de aquellas culturas, con el objetivo de conocer a profundidad y hacer evidente la historia de nuestros antepasados, especialmente ante los ojos de los jóvenes modernos. Para ello se basó en estudios serios de diferentes expresiones, como la arquitectura de templos, palacios y tumbas, la cerámica, los restos humanos, los libros sagrados, los mapas, los objetos de piedra y otros materiales, a los que Caso llegó a interpretar después de muchos años de estudio.
Una de sus aportaciones más importantes fue el desciframiento del sistema de escritura de las culturas prehispánicas de Oaxaca, llegando a comprender los jeroglíficos que usaron los zapotecos desde el año 500 antes de nuestra era, para nombrar a las personas, para contar el tiempo y para narrar sus conquistas, en complicados textos tallados en grandes piedras. Tiempo después, hacia el año 600 de nuestra era, con ese sistema de escritura contaban sobre todo sus violentas incursiones en los pueblos, sacrificando a algunos y tomando cautivos a sus dirigentes, todo ello para asegurar la supremacía del pueblo zapoteco, cuya capital era Monte Albán.
Asimismo, interpretó el sistema de escritura mixteca, cuyos pueblos plasmaron en libros hechos con piel de venado y pintados con colores brillantes, para narrar los mitos sobre sus orígenes, su procedencia de la tierra y de las nubes, de los árboles y de las rocas, y complicadas biografías –entre reales y míticas– de los personajes importantes, como sacerdotes, gobernantes y guerreros de esos pueblos. Uno de los primeros textos en descifrarse fue el Mapa de Teozacoalco, a partir del cual el doctor Caso logró establecer correlaciones entre el calendario antiguo y el de uso cotidiano de nuestra cultura, además le permitió ubicar geográficamente la región que habitaron los mixtecos o ñuusavi, los hombres de las nubes.
No sólo Oaxaca ocupó la atención académica de Caso, también estudió la cultura y la religión de los aztecas y se convirtió en uno de sus principales peritos. Descifró muchas de las famosas piedras grabadas que representaban a las deidades del México central, como la Piedra del Sol, que había sido la preocupación de muchos otros estudiosos de las épocas anteriores. Caso encontró que también se trataba de un sistema calendárico, parte de la cultura mexica en cuya raíz se encuentran sus mitos de origen. También descifró límites de territorios y una gran cantidad de eventos que involucraban a los dioses de lo que él llamaba el Pueblo del Sol, el pueblo mexica, que controló en gran medida los destinos de los demás pueblos mesoamericanos en una época cercana a la conquista hispana.
La arqueología de México le debe mucho
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