Arquitectura Barroca

ORIGEN

El término Barroco es un estilo artístico europeo que floreció en el siglo XVI; proviene de la voz “baroco” que significa “modo de pensar extravagante”. Éste movimiento nace principalmente en Italia, dónde Miguel Ángel implementaba ya éste estilo en sus pinturas y esculturas con la exageración en los cuerpos humanos. Posteriormente España adoptó éste movimiento en la disciplina de la arquitectura, pero con características propias, tomando sólo en igualdad los elementos que daban presencia de este movimiento, cómo: exageración, ostentosidad y recargamientos en el detalle; relacionándose con los ámbitos políticos, económicos, sociales y religiosos.

El siglo XVII en España fue un siglo de crisis económica y decadencia política, dando lugar a que la arquitectura sea puesta al servicio de la Contrarreforma, aun teniendo problemas con la Corte, pues, ésta quería que fuera al servicio del poder absoluto del monarca.

Los edificios barrocos de la Primera mitad del siglo XVII estaban construidos principalmente con materiales que por lo regular tienden a ser ladrillo, mampostería, estuco y piedra en portadas.

Etapas del movimiento

Primera etapa (Primera mitad siglo XVII) Los inicios:

La influencia italiana se introduce en España.

Influencia de El Escorial, estilo herreriano.

La arquitectura barrica se introduce en España a finales del siglo XVI y se desarrolla durante una gran parte del siglo XVII de una forma más contenida y austera que la italiana, por el éxito de la arquitectura herreriana. Sus inicios son la influencia de Juan Herrera (arquitecto principal del barroco español, impuso el estilo herreriano) y la transición a los nuevos planteamientos arquitectónicos procedentes de Italia.

En esta etapa se construyen edificaciones con materiales pobres y de aspecto sombrío: mezcla entre piedra y ladrillo (rojo gris), estuco, piedra de sillar, tejados cuadrados en torres, ausencia de escudos y frontones. IMAGEN Las principales edificaciones en donde se desarrolla el barroco son: Madrid, Sevilla, Valencia, Toledo y Valladolid.

Los modelos herrerianos se caracterizaban por tener un rigor geométrico entre los distintos elementos arquitectónicos, los volúmenes limpios, el predominio del muro sobre el vano y por la ausencia de la decoración, por lo cual se le denominaba un estilo desornamentado. Estos modelos herrerianos por influjo de El Escorial perviven en la primera mitad del siglo XVII. Las estructuras de las iglesias son muy simples con cúpulas encamonadas (consiste en una falsa cúpula en la que las dovelas de piedra son sustituidas por un armazón de madera recubierto de yeso) y planta jesuita (nave única y capillas en los contrafuertes) con gran austeridad decorativa. Los interiores de las iglesias se cubren con grandes retablos dorados que poco a poco se irán complicando. IMAGEN

En los exteriores las fachadas son parecidas a retablos. Este estilo más decorativo se prolonga en la primera década del siglo XVIII, superponiéndose a la dirección de serenidad que promulgan los arquitectos cortesanos, que trabaja en torno a la corte de los Borbones.

El desarrollo de las plazas mayores (Valladolid, Madrid, Salamanca). Suelen ser de forma rectangular, casi cuadrada, porticas y con balcones. IMAGEN

En este período se comienzos destacan las siguientes obras y autores:

Juan Gómez de la Mora

Es la figura más importante. Proyectó la Plaza Mayor de Madrid con una estructura cerrada, rodeada de pórticos para los tenderos y de balcones para las fiestas. Sigue el estilo herreriano con formas austera, sobria y geométrica. El ayuntamiento de Madrid, Monasterios de la Encarnación, La Cárcel de la Corte de Madrid y el Colegio de los Jesuitas en Salamanca son obras de dicho autor. IMAGEN

Alfonso de Carbonell

Realiza el Palacio del Buen Retiro, obra muy simple de ladrillo, con torres y chapiteles de pizarra, de aire escurialense, decorado el interior lujosamente con pinturas y tapices. IMAGEN

Segunda etapa. “Barroco pleno” (Último tercio del S.XVII y 1 tercio del S.XVIII)

La plenitud. Los hermanos Churriguera. - Narciso Tomé, Pedro Ribera, Galicia. -Desarrollo de una arquitectura más decorativa, la arquitectura se hace más dinámica.

A medida que avanza el siglo XVII se percibe un progresivo camino de intensificación de la ornamentación recargada y la eliminación de elementos herrerianos.

Esta etapa se caracteriza principalmente por la eliminación del estilo herreriano. Se enriquece la decoración con elementos naturalistas (grinaldos de frutas, escultura con relieve) o abstractos (placas recortadas sobrepuestas, molduras partidas) que consiguen dar una gran movilidad a las fachadas. IMAGEN

Una gran característica que destacó en esta etapa fue una nueva dinastía: Los Borbones. Se produce la culminación del barroquismo español, con formas opuestas a las que sostenían desde la corte (gusto francés).

Las figuras más significativas son los Churriguera. Su importancia fue tanta que el término “Churrigueresco” vino a sustituir al barroco.

El estilo Churrigueresco:

Se basa en una decoración exultante y muy recargada en los muros exteriores.

En este periodo de “Barroco pleno” y estilo Churrigueresco destacan las siguientes obras y autores:

Barroco pleno:

Francisco Hurtado, arquitecto de la Cartuja de Granada

José Peña de Toro, Arquitecto de la Catedral de Santiago de Compostela

Melchor Velasco, arquitecto del Monasterio del Salvador de Celanova

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