Arquitectura pintoresca
Enviado por fatimafio • 1 de Julio de 2014 • 2.246 Palabras (9 Páginas) • 323 Visitas
Arquitectura pintoresca
Entre uno y otro grupos aparece una tercera categoría, la arquitectura pintoresca, a partir de la creación de jardines ingleses en el siglo XVIII, ordenados de forma natural lejos del geometrismo del jardín francés. En esta arquitectura se valora la combinación de la naturaleza con lo arquitectónico, la inclusión en el paisaje natural de edificios que remedan las construcciones chinas, indias o medievales. Este juego de formas caprichosas y el aprovechamiento de la luz buscan suscitar sensaciones en el espectador. Horace Walpole (1717-1797) construyó en Strawberry Hill (Londres, 1753-1756) una fantasía gótica de la que su autor dijo que le había inspirado para escribir una novela gótica, una expresión del efecto inspirador de la arquitectura. También William Chambers (1723-1796) creó un conjunto pintoresco en los Jardines de Kew (Londres, 1757-1763) con la inclusión de una pagoda china que reflejaba su conocimiento de las arquitecturas orientales.
Templo a la Gloria de la Grande Armée, Pierre Alexandre Vignon, 1806.
Altes Museum de Berlín, de Karl Friedrich Schinkel, 1825-1828.)
"Neo-romano" y "Neo-griego"
Marcadamente historicista en su búsqueda de las fuentes clásicas, el neoclasicismo arquitectónico se encontró con dos posibles vías, que fueron exploradas alternativamente en Francia y Alemania. En Francia, especialmente a partir del Imperio Napoleónico se encontró en el arte imperial romano el modelo idóneo para sus fines propagandísticos y de
enaltecimiento personal de la figura del emperador (Templo a la Gloria de la Grande Armée (hoy Iglesia de la Magdalena), de Pierre Alexandre Vignon, proyectado por el propio Napoleón. En el Reino Unido y en Alemania fueron los modelos griegos los que predominaron (Altes Museum de Berlín, de Karl Friedrich Schinkel, el primer edificio del mundo concebido como un museo desde su construcción).2
Francia
Grand Théâtre, Burdeos.
Petit Trianon, Versalles.
Palacio de Justicia, Lyon.
Plaza de la Concordia, al fondo, iglesia de la Madeleine, París.
Interior del Panteón de París.
Iglesia de San Vicente de Paúl, París.
Plantas sobrias como la Plaza de la Concordia de París y el Petit Trianon de Versalles, ambos de Ange-Jacques Gabriel, de mediados del siglo XVIII, se relacionan tanto con el neoclasicismo como con la tradición anterior del clasicismo francés. Las siguientes generaciones se dirigieron a un concepto más severo y clásico de la arquitectura. Marie-Joseph Peyre (1630-1785) ganó un concurso de la Accademia di San Luca en Roma, y de vuelta a Francia proyectó el Hôtel de Neubourg (hoy destruido), una villa para Mme Leprêtre de Neubourg en los alrededores de París, el primer edificio francés auténticamente neoclásico3 En 1763, Peyre se dedicó al Hôtel de Condé, una planta menos austera con una interesante columnata.4 Junto con Charles De Wailly proyectó el Teatro del Odeón de París (1779-1782), reconstruido tras sucesivas destrucciones por incendios.
En ese clima de renovación,
se construyeron numerosos teatros por toda Francia, incluso en ciudades de relativamente menor importancia, como Amiens y Besançon. En Burdeos, en los años setenta se levantó el Grand Théâtre, considerado el más bello de la época,5 con proyecto de Victor Louis, constituido por un bloque rectangular y una fachada precedida de dos grandes columnas corintias.
Jean Chalgrin, con su Escuela de cirugía de París (considerada por Quatremère de Quincy la obra clásica de su época,6 sala semicircular con gradería y semicúpula de casetones inspirada en el Panteón de Roma y que sirvió de modelo para posteriores salas de reunión -por ejemplo, las diseñadas por el estadounidense Benjamin Latrobe7 -) o Jacques Gondouin, también se incluyen entre los principales exponentes del estilo clásico de finales del XVIII. Étienne-Louis Boullée y Claude-Nicolas Ledoux se caracterizarán por su visionaria.
En edificios religiosos, una de las primeras reacciones contra el rococó fue la fachada de la Iglesia de Saint Sulpice,8 del florentino Giovanni Niccolò Servandoni, muy alterada después. El mayor ejemplo fue el Panteón de París,9 originalmente iglesia de Ste-Geneviève y posteriormente transformado en mausoleo nacional, proyectado por Jacques-Germain Soufflot y construido entre 1757 y 1791, con cúpula inspirada en la de la Catedral de San Pablo de Londres. La ligereza de su construcción se debió a investigaciones sobre las características de resistencia y elasticidad. De Jean Chalgrin, la iglesia de
Saint-Philippe-du-Roule (1772-1784), también en París, es remarcable por su nave cubierta por bóveda de cañón decorada con casetones e impostada sobre columnas jónicas. A pesar de las modificaciones (apertura de ventanas) en el siglo siguiente, el esquema ejerció cierta influencia.10
Ya en el siglo XIX, en época napoleónica, la iglesia de la Madeleine se incluye en el denominado estilo Imperio.9 Destinada inicialmente a iglesia de planta basilical, en 1806 Napoleón impulsó su transformación en un Templo de la Gloria, modificando radicalmente el proyecto original para asimilarlo a un colosal templo romano. Mientras en el exterior esa relación es evidentísima, en el interior se limitó a articular el espacio mediante una serie de bóvedas inspiradas vagamente en la modularidad de las termas romanas. En 1806 se comenzó la construcción del Arco de Triunfo de París por Jean Chalgrin; en el mismo año François-Joseph Bélanger cubría con una cúpula de hierro fundido la Bolsa de París (Halle aux Blés, diseñada por Alexandre-Théodore Brongniart). Entre ese mismo año y 1810, se erigió la Columna Vendôme. La principal intervención urbanística de la época fue el planeamiento de la Rue de Rivoli (1801, Charles Percier y Pierre-François-Léonard Fontaine). Consistía en un largo planteamiento rectilineo uniformado y continuo de edificios porticados, que no se llegó a terminar hasta la época del Segundo Imperio Francés, momento en el que se modificó el diseño original con la adición de grandes mansardas.11
Con la restauración
borbónica, los arquitectos franceses se encontraron sin una guía segura. Las nuevas tendencias surgieron de la Académie des beaux-arts y del Conseil Génèral des Bàtiments Civils.12 Antoine Chrysostome Quatremère de Quincy (1755-1849), secretario de la Académie durante veintitrés años y convencido defensor del arte clásico fue la figura dominante de esta nueva época. Los límites de su gusto, debidos a la excesiva rigidez de sus ideales doctrinarios, emergieron en numerosos
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