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BANDERAS, PATRIAS, HIMNOS. LOS SÍMBOLOS NACIONALES FRANCÉS Y ESPAÑOL EN PERSPECTIVA COMPARADA.


Enviado por   •  31 de Enero de 2017  •  Ensayo  •  3.156 Palabras (13 Páginas)  •  271 Visitas

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INTRODUCCIÓN.

El siglo XX (siglo de la antropología) no sólo cuenta de los grandes nombres de la disciplina sino de las ideas, el léxico y la sensibilidad que estructuran la base de los medios de comunicación hasta el nivel de cultura de masas. Francia, ha sido la gran proveedora de estereotipos durante el siglo XIX romántico. Estos estereotipos no surgen por azar sino que, tienen su lógica interna y está construida a través de un proceso evolutivo que tiene su origen, sus etapas y sus modalidades históricas. Esta obra estudia la propia materia tópica elaborada por los franceses acerca de ellos mismos en el siglo del nacionalismo impúdico. Pero hay varias clases de estereotipos y, Francia ha investido todo eso de valor afectivo en que todo súbdito se siente solidario y titular de derechos y deberes, ello se ve por sí solo cuando es recordada la historia antropológica del nacionalismo español, con los errores en la elaboración de los estereotipos.

BANDERAS, PATRIAS, HIMNOS. LOS SÍMBOLOS NACIONALES FRANCÉS Y ESPAÑOL EN PERSPECTIVA COMPARADA.

Las explicaciones de la concurrencia entre patria y la unidad en el interior de todos los pueblos europeos, y refiriéndonos en concreto a los franceses, ha tenido diferentes interpretaciones. El medievalista Kantorowicz, que estuvo refugiado en E.E.U.U debido a la II Guerra Mundial, le sirvió para reflexionar sobre el sentido de morir por la patria, para él el morir por la patria se asociaba a la muerte por la patria natal. La Iglesia por su lado, adoptaba la idea de “corpus mysticum” librándose como institución de la identificación con la nación. Por otro lado, Francia es reconocida por ellos mismos como una cultura fuertemente militarizada por tanto, su idea patriótica es la del ejército. Pero el militar como profesional ha tenido diferentes fases y su prestigio queda muy por debajo de una sociedad elevadamente “militarizada” en su imaginario de nación. No parece que esta profesión fuese llamativa para las familias del Antiguo Régimen, pero en el Segundo Imperio se recuperó este prestigio militar, se trata, en consecuencia de : un patriotismo que no tiene al militar profesional en lo más alto de sus consideraciones, sino al civil. Se percibe como telón de fondo la idea revolucionaria del peuple armeé (González A, José A, 2006; 53).

Un reciente ensayo narra la muerte por la patria, su carácter materno y esos hijos que se sacrifican por ella. Esta muerte supone abrir como una puerta hacia la inmortalidad, una especie de cuerpos místicos de soldados en la memoria colectiva, explica el autor.

SENTIMIENTOS Y NACIÓN.

La rápida aparición de las naciones modernas se ha unido junto a la rápida aparición de las masas. Hay un alzamiento de la opinión pública que es consideraba como un conjunto de individuos particulares aislados que son participantes de una misma forma de ver las cosas, debido sobre todo a la invasión de la prensa. Las emociones se viven en fin de siglo entre la existencia de las masas y el patriotismo, y la emergencia de la opinión pública (González A, José A, 2006; 55).

Se dice sobre el concepto “entusiasmo” que, la iglesia lo observaba como un peligroso excitante a la imaginación, y filósofos como Shaftesbury, sostenía más o menos en la misma línea que el entusiasmo puede tratarse de una inspiración divina y ya el entusiasmo desmesurado podría considerarse un elemento falso.

La patria entonces, podríamos interpretarla como un sentimiento que es construida sobre impulsos sentimentales, irracionales, pero también a veces racionales.

Los símbolos físicos y territoriales que referencian la nación tratan de los héroes patrióticos, además los símbolos de la patria, que podrían ser arquitectónicos, gastronómicos, etc, de los que se puede componer la “cultura nacional”. Los dos símbolos más destacables son la bandera y el himno. Así, como ejemplo interesante podemos encontrar el de la Guerra de la independencia española frente a Francia que no resulta ser tan nacional en su máxima expresión, donde el autor explica:

“En la movilización antinapoleónica tuvieron que ver el bajo clero o el patriotismo local, lo que implica la incapacidad para dotarse de unos símbolos comunes […] sólo a posteriori, a partir de los años cuarenta, tres décadas después, comenzó a interpretarse aquella guerra como una lucha por la independencia nacional” ( González A, José A, 2006; 57-58).

España así, -siguiendo como referente a Francia- se inventó la nación.

“Los mitos nacionalistas de movilización política se produjeron en España en torno a la Guerra de África de 1859, al desastre colonial de 1898, a la Guerra Civil de 1936-1939, más en todo momento con el mito fundador de fondo del pueblo, aunque sin el aditamento antimonárquico”(Álvarez, 1997). (González A, José A, 2006; 58).

LOS PATRIOTISMOS FRANCÉS Y ESPAÑOL EN LA GALERÍA DE LOS ESPEJOS: <> E <>.

Los patriotismos francés y español son fundamentalmente diferentes, en España se tienden a someter al individuo, pero el individuo no tiende a someterse a la patria, según el caso. Y una vez asumido el patriotismo la nación pasa a formar parte del mundo interior pasional del individuo. “Las tendencias individual y pasional del patriotismo español explican también sin duda que sea más fácil hacer a un español morir que vivir por su patria” (González A, José A, 2006; 59).

En oposición a lo anterior en el caso francés, explica el autor que, el patriotismo francés es más hospitalario que el español, y por lo tanto, menos posesivo, para estos existe su patria natal y en el caso de ser extranjero, también la de Francia.

Nombra aquí González A, al historiador Michelet el cual afirma que, la historia francesa puede ser la única completa  de la sociedad europea, el pueblo es el depositario de esta idea patriótica, ya que en Francia la patria es sobre todo amistad y están en contra de la hipocresía.

Nos resalta como uno de los ejemplos contemporáneos más llamativos de chovinismo el del antropólogo Jacques Soustelle:

“En él late la potente identidad francesa, frente a la cual ningún intelectual dejó de ser nunca ajeno. Se trata más de un patriotismo que de un nacionalismo, pues presenta aspectos internacionalistas, encabezados por  la <>. Ésta es guiada a su vez por la presencia de una mística social de la Patria sustitutiva de la católica” (González A, José A, 2006; 60).

Por su parte, en España el ideal patriótico-nacional resulta verdaderamente difícil separarlo del ejército. El deseo de “mezclar” a la sociedad con el ejército lleva a la persona a solicitar que las autoridades civiles pertenezcan al ejército para poder combatir las revueltas sociales.

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