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BIOGRAFIA DE NICOLAS COPERNICO Y OPINION PERSONAL


Enviado por   •  6 de Octubre de 2013  •  2.202 Palabras (9 Páginas)  •  1.491 Visitas

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NICOLAS COPÉRNICO

19 de febrero de 1473 - 24 de mayo de 1543 (70 años)

Hacen quinientos quince años nació este inmortal polaco-prusiano en las orillas del río Vístula, mirando hacia el Mar Báltico, en la ciudad de Thor (hoy Torun), región de la Pomerania. El gran genio nació el 19 de Febrero de 1473 a las 16 horas 40 minutos; de origen burgués, hijo menor del cracoviano Nicolás Copérnico (acaudalado magistrado y comerciante de Torun) y de Bárbara Watsenrode, también de noble estirpe, hermana del príncipe - obispo de Warmia, Lucas Watsenrode (o Watzeirode) quién ejercía gran influencia sobre su sobrino, fue su tutor espiritual tanto que lo educó como un hijo; pues, los padres de Copérnico murieron cuando aún el futuro gran astrónomo era muy niño.

Copérnico nace cuando todavía no se había descubierto América, cuando ya habían fuertes indicios de un cambio en las rancias estructuras sociales y científicas de la Edad Media; un niño, que como los que lo han antecedido, presidirá también, por culpa de Claudio Tolomeo, el gran espectáculo astral en el que la Tierra es el centro del Universo y a su alrededor giran los planetas, mientras el Sol y las estrellas están fijos en sus esferas. Copérnico tendrá que hacerse un buen matemático para poder entender, como lo hicieron otros, el intrincado sistema de los epiciclos, de los círculos excéntricos, de los ecuantos y las especulaciones relativas a las perturbaciones encontradas en los movimientos de los astros.

El erudito matemático recibió clases de astronomía de los mejores astrónomos de Italia, recibe las Ordenes Menores de Canónigo, lo cual le da derecho a una canonjía para su permanencia en Padua y Bolonia, donde se gradúa de médico y de abogado (Derecho Canónico). Dominaba el latín y el griego y era gran economista, escribió un tratado al respecto, de allí que su tío, el obispo Watsenrode, le asignara el cargo de administrador de los bienes de su principado eclesiástico de Ermland. Después de diez años de permanencia entre Padua, Bolonia y Roma, Copérnico regresa a su patria y se establece como secretario de su tío hasta la muerte de éste, en 1512. Casi dos mil años tienen imperando las teorías tolemaicas, generaciones enteras de individuos estudiosos las dan por reales e imperecederas, entre esos dignatarios de la ciencia se encuentran Aristóteles de Estagira y puesto que sus conocimientos son compartidos por la Iglesia Católica de esos tiempos, el Santo Oficio proclamó que toda idea contraria al modelo del mundo aceptado, sería una herejía castigable con la muerte y en casos menores con la cárcel o tortura.

Este es el más grande de los problemas que va a enfrentar nuestro sabio polaco: tuvo más de treinta años elaborando una teoría en la cual el Sol es el centro del mundo y a su alrededor giran los planetas en órbitas concéntricas y con movimiento de rotación sobre su propio eje. Tiene temor de publicar sus ideas, aunque en el fondo es una variación del modelo tolemaico; sin embargo, el solo hecho de situar el Sol en el centro y darle categoría de planeta a la Tierra, es a la postre una gran revolución científica que dará explicación a una serie de interrogantes no satisfechas por teoría alguna.

Copérnico, el erudito matemático y filósofo, estaba en lo correcto de las grandes conjeturas y puesto que era un hombre excepcionalmente introvertido y extraordinariamente tímido, con solo dos amigos y viviendo sin compañía en una torre del castillo de Frombork, desde la cual divisaba el mundo, esperó hasta el último momento de su vida para publicar De Revolutionibus Orbium Celestium (De las Revoluciones de las Órbitas Celestes). Copérnico sufrió un derrame cerebral que lo tuve inválido en su cama por mucho tiempo y el mismo día de su muerte hojeaba el primer ejemplar impreso de su obra; para marcar las páginas que leía utilizaba una hoja en la cual, con letra tambaleante, habría escrito: "la verdad de la vida, la torpeza de los sentidos, la indiferencia entumecedora y las ocupaciones inútiles, nos permiten aprender muy poco y luego viene el rápido olvido, defraudador del conocimiento y enemigo de la memoria que arranca del espíritu, andando el tiempo, hasta lo que sabíamos".

Su obra fue publicada a ruego de sus dos únicos amigos: el gran matemático Jorge Joaquín Rético quien a los 20 años de edad era profesor universitario y el obispo de Kulm, Tiedemann Giese, a quién inspiró gran confianza. A pesar de que Copérnico asegura que lo aprendido por él sobre la estructura del Universo se lo debe a las lecturas de las obras de los antiguos sabios y en particular a Trimegisto; sus escritos constituyen pensamientos con ideas precursoras, a lo que más tarde por mano de otros sabios se yerguen como las leyes físicas universales. Ejemplo de ello tenemos en su Hipothe Sibus Motium Coelestium A Se Constitutis Comentariolus (Pequeño Comentario Sobre La Hipótesis De Los Movimientos Siderales), primer esbozo sobre su teoría heliocéntrica, cuando manifiesta que: "cualquier movimiento observado en el firmamento no procede del mismo firmamento, sino del movimiento de la Tierra”.

“ La Tierra, por tanto, con sus elementos inmediatos, realiza durante 24 horas una revolución alrededor de sus inmutables polos, mientras el firmamento junto con el más alto circulo, permanece inmóvil". "Añadiré también que parecería bastante absurdo atribuir movimiento más bien a lo que abarca y concede sitio y no a lo que está circundando y situado; características precisamente de la Tierra ".

"No existe un centro común para todos los círculos o esferas celestes; el centro de la Tierra no es el centro del mundo, sino el centro de gravedad y centro de órbita de la Luna ; todos los planetas circulan alrededor del Sol que constituye el centro del Universo; la relación de las distancias del Sol a la Tierra y de la distancia del firmamento es menor que la del radio de la Tierra a la distancia del Sol y llega a ínfima en las profundidades del cielo; el Sol es inmóvil y todo lo que nos parece movimiento solar procede solo del movimiento de la Tierra y de nuestra esfera con la que giramos alrededor del Sol; el aparente movimiento de retroceso y el movimiento directo de los planetas proceden del movimiento de la Tierra ".

Pese a ciertos errores manifestados por el comentario anterior, el sabio Copérnico abre el camino para que sus sucesores intelectuales elaboren finalmente las teorías y leyes definitivas que van a perfilar la real estructuración del mundo solar y las relaciones de éste con el resto del Universo. Notamos también en las anteriores palabras de Copérnico su apego al modelo

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