Barrio Llano Subercaseux

Un Barrio que aún conserva su historia

Oriana Olivos Marín

Localizado en san Miguel, aún están en pie las casas, las iglesias y las plazas que lo hicieron uno de los lugares más apetecidos por un sector de la clase media capitalina.

Publicado: Viernes, 4 de Diciembre de 2009

Oriana Olivos Marín Vivir en la comuna de San Miguel para muchos es una verdadera bendición. Sobre todo si se trata del barrio El Llano Subercaseaux, emplazado en el paradero 9 de Gran Avenida, que en esta última década ha sido repoblado producto de la gran cantidad de nuevos edificios de departamentos que se han construido en la zona.

Según cuenta la historia, esta comuna pasó de ser la frontera rural de Santiago a estar inmersa en el corazón capitalino. "El crecimiento de la ciudad se tradujo en barrios de profesionales que hicieron de estas cuadras fuente de progreso comercial y cultural. Por eso no fue casual que se la catalogara como una comuna símbolo de la clase media".

Su población es heterogénea y han elegido vivir allí desde autoridades ministeriales y artistas hasta connotados deportistas.

Campo a ciudad

Hace un siglo, San Miguel era una zona netamente campestre. La construcción del Zanjón de la Aguada tuvo como objetivo proveer de agua a la actividad agrícola del sector que, a mediados del siglo XIX, estaba rodeado de poblaciones de escasos recursos. Su puerta de entrada, el matadero, la Penitenciaría y la fábrica de materiales del Ejército, constituyó una barrera para que sectores medios altos de Santiago la eligieran como opción residencial.

No obstante, al pasar los años, el crecimiento de Santiago y el auge económico-industrial permitió la llegada de nuevas camadas de habitantes que se emplazaron en la zona sin ningún prejuicio.

Así en 1849, Ramón Subercaseaux compró una finca que destinó a la siembra y a otras actividades productivas. De allí viene el nombre de uno de sus principales barrios: El Llano Subercaseaux.

Después de la iniciativa del terrateniente, vinieron otras como el loteo y la repartición de terrenos entre miembros de la familia. Éstos subdividieron los predios y posteriormente los vendieron. En el año 1900 debutó el tranvía que conectaba dicho sector con el centro de la capital.

Más progreso

Cuenta la historia que en los años cuarenta El Llano comenzó a sufrir una inexplicable parálisis en su desarrollo, fenómeno que se extendió hasta la mitad de la década del noventa, que es el período en que se inicia toda una transformación del sector gracias a las nuevas construcciones impulsadas para abrir un mercado de viviendas en altura.

Grandes edificios adornan hoy al Parque El Llano donde se instaló la figura de Condorito, un ícono del cómic nacional, que fue puesto allí luego de que un grupo de fanáticos de las caricaturas fundaran en los noventa el Centro Nacional del Cómic.

De a poco se fueron añadiendo otras figuras de las historietas nacionales más destacadas y queridas como Pepe Antártico, Mampato y Ogú. Así, el barrio El Llano

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