Basílica san marcos

INTRODUCCION

El estado romano, la cultura griega y la fe cristiana son las principales fuentes de desarrollo de Bizancio, cuyo carácter no podría concebirse si faltase alguno de estos tres elementos, los mismos que se reconocen también en la historia de su arte, que fue siempre, en mayor o menor escala un arte oficial. Pero si no hubiese más que estos tres elementos, el arte bizantino habría podido, muy bien nacer en Roma, ya que esta además de contar con su similar régimen estatal, se hallaba también impregnada la cultura helénica y poseía, con la tumba de san pedro, el primer testimonio de la iglesia primitiva.

Al hablar de Bizancio, no designamos con el termino un canto artístico limitado geográficamente o una determinada región sino el arte de un mundo representado desde el punto de vista político y religioso, por la ciudad de Bizancio, y cuya extensión podría variar como consecuencia de las vicisitudes de la política.

Cuando Constantino eligió Constantinopla como capital, en el emplazamiento de la antigua Bizancio, el arte occidental atravesaba un periodo de decadencia. Cuando Justiniano funda su imperio, los países de occidente sucumbían bajo el azote de las grandes invasiones, en cambio cuando en la cultura occidental se produce esa grande renovación que fue el renacimiento y que hizo revivir en el sigo XV el arte clásico de la antigüedad, los últimos restos del imperio Bizancio caen en manos de los turcos. En curso de los periodos intermedios, este imperio había seguido siendo un estado rigorosamente organizado, el único, en realidad, del mundo entonces conocido. Gracias a estas características y también en razón de su situacion geográfica, el estado bizantino y su civilización pudieron desempeñar un importante papel. L fundación de Constantinopla no señala, por si sola la división del mundo mediterráneo.

Cuando Teodosio I muere en 395, deja a cada uno de sus hijos la mitad de su territorio, arcadio reinara en el del este, Honorio en el del oeste. La capital occidental pierde importancia porque ya no es sede del gobierno. Treveria y Milán se disputan este rango. Pero durante el tiempo que una ciudad como Antioquia puede pretender ocupar una posición casi equivalente a la Constantinopla, en lo que concierne a la residencia del gobierno, oriente solo representaba una región más.

Durante el reinado de Teodosio II (408-450) Constantinopla acaba por imponer en oriente su preponderancia que se manifiesta por la erección de la nueva muralla gigante. Pero el último paso que habrá de dar su estabilidad al estado bizantino no ha sido dado aún. Aunque Constantino tras su victoria dl puente Milvio, proclama el cristianismo como religión oficial, esta no consigue la igualdad de los derechos, hasta el advenimiento de Justiniano (527-565), que debe ser considerado por ello como el como el verdadero creador del estado bizantino, durante su reinado se producen, en efecto, múltiples acontecimientos que dejaran huellas indebles en el nuevo estado y su arte.

Los esfuerzos desplegados por Justiniano no tendrían tendencia absoluta a devolver su preponderancia a occidente, sino por el contrario, a someterle a imponerle la dominación a Bizancio.

El resultado final no fue ciertamente la restauración del imperio romano, sino su aniquilamiento. En cuanto a las relaciones de Justiniano se puede ver claramente que utilizo estas formas del arte y de la cultura

LA HISTORIA DE LA CIUDAD

(DESDE EL SIGLO V AL AÑO 1200)

Dos han sido las razones de la constitución de la republica de Venecia; la caída del imperio romano de occidente y las invasiones barbáricas.

Como fecha aproximada de la fundación de Venecia y por muchos acontecimientos ocurridos con anterioridad podemos establecerla en el año 451, y naturalmente los habitantes de la laguna se dieron el primer ordenamiento político, social con la institución de “Tributos marítimos” los que eran nombrados por la exarca de Ravena representante del Imperio Romano de Oriente que tenía su capital en Bizancio.

En el año 812 con la paz de Aquisgrán entre el Emperador de Oriente y aquel Carolingio, se sancionó la dependencia de Venecia a Bizancio, lo que le consintió la preparación de su potencia marítima llegando en breve a ser el punto de unión entre Oriente y Occidente. Es así como en el siglo IX Venecia, con la diplomacia y por las armas se volvió la dominadora de las costas istrianas.

La política seguida muy hábilmente consigue en 1177 la reconciliación entre el emperador Federico Barbarroja y el Papa Alejandro III, reconciliación que tuvo lugar propio en Venecia en la Basílica de San Marcos y que vio el emperador Barbarroja postrado delante del pontífice romano.

La prosperidad económica comporto también una reforma constitucional radical que permitió a la república mantener su condición de gran potencia por mucho tiempo.

En el año 1178 se forma un pequeño Consejo, es decir los consejeros del Dux que de dos pasan a ser seis, el año siguiente instituye el Tribunal Supremo de la Quarantia, una especie de Senado de cuarenta miembros, que constituia la mas alta magitraduria de la republica.

En 1297 tuvo lugar la “cerrada del Mayor Consejo” que provoco nuevas disposiciones legislativas para asegurar al patriciado los privilegios de adherir a los cargos públicos o al dogado.

ANETECEDENTES POLITICOS SOCIALES Y ECONOMICOS

Venecia sostenía estrechas relaciones con Bizancio, los venecianos ocupaban en la capital un barrio aparte con grandes almacenes y depósitos para el intercambio de mercaderías, sus sucursales y factorías abundan también en las ciudades de Asia y en las islas del mar Egeo, a tal punto que algunas de ellas eran de absoluta propiedad de los grandes mercaderes de Venecia.

Las naves venecianas traían directamente a Europa los productos y las modas de Bizancio, por lo que es natural que la republica marítima tan familiarizada con los esplendores de oriente; l construir sus edificios adoptara las formas suntuosas de los grandes monumentos Bizantinos, que contrastaban con las demás poblaciones semi-barbaras de occidente, cuyo esfuerzo tendía únicamente a imitar las cuarteadas construcciones romanas.

Venecia iba creciendo día a día, el Dux ya no llevaba el apelativo de Dux Venetiae Provinciae, o sea Jefe de la Provincia de Venecia, sino el más pomposo de Dux Venetiarium, que equivalía a Jefe de las Venecias. Así mismo los negocios ciudadanos prosperaban a la sombra del nuevo estandarte escarlata, sobre el ave destacaban el símbolo del evangelista, el león agazapado, y su divisa. Los venecianos habían dado a este símbolo una atrevida interpretación heráldica, era el león el que sostenía con aire socarrón pero muy expresivo las palabras de paz. Las mismas

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