Belgrano y la batalla de Salta

Belgrano y la batalla de Salta

El general Manuel Belgrano, considerado por muchos como uno de los próceres más importantes de la historia argentina, fue un abogado, economista, periodista, diplomático y militar argentino nacido el 3 de junio de 1770. Durante la mayoría de su vida militar se dedicó a combatir a los realistas^[a] que ocupaban el actual territorio argentino con el fin de declarar la independencia que finalmente llegaría en 1816. Dentro de las muchas batallas que libró Belgrano en suelo argentino, una de las más decisivas fue la Batalla de Salta, la cual se desarrolló en Campo Castañares, zona norte de la actual capital salteña. Esta batalla comenzó el 20 de febrero de 1813, terminando el mismo día con un resultado victorioso para las tropas de Belgrano.

El desarrollo de esta batalla tenía como objetivo asegurar el dominio en la región norte de la actual Argentina, cuya campaña ya había comenzado un año antes, en Tucumán, con otra victoria de las tropas patriotas. Luego de esta gran victoria en suelo tucumano, Belgrano emprendió su viaje hacia Salta, aproximadamente a principios de Enero. Luego de una larga marcha, la cual incluyo un histórico suceso, el 13 de febrero a orillas del actual Rio Juramento se había realizado la jura  a la bandera celeste y blanca y un juramento de obediencia a la Asamblea del Año XIII, lo que seguramente generó un mayor entusiasmo en las tropas, estas, al mando de Manuel Belgrano y Eustaquio Díaz Vélez, llegaron a una Salta fortificada en su único acceso  (Portezuelo) lo que llevo a Belgrano y su ejército a instalarse unos días en la Finca de Castañares. La ayuda de Saravia, quien era capitán nacido en Salta, es fundamental para que las tropas de Belgrano puedan entrar en el territorio sin hacerlo por el camino del Portezuelo. Esta alternativa que le presenta Saravia a Belgrano, que consistía en un camino por una senda de altura que desembocaba en la Quebrada de Chachapoyas, es fundamental para entrar por sorpresa a Salta, pero también es muy arriesgada, por las intensas lluvias de febrero y por lo angosto del camino, por el cual tienen que pasar muchos hombres, armamento pesado y animales. Esta es una de las dificultades más grandes que tienen que enfrentar y es parte de la estrategia y el genio de Belgrano. Sin esta ayuda, ^[b]el intento de batalla hubiese sido imposible, ya que esto suponía una ventaja táctica muy importante para el ejército realista comandado por el brigadier Juan Pio Tristán. La mañana del día 19 de febrero, las tropas patrióticas marcharon con la intención de enfrentar al ejército realista a primera hora del 20 de febrero. Tristán, quien había recibido la noticia sobre este avance, dispuso una línea de fusileros en la ladera del cerro San Bernardo y reforzó su flanco izquierdo. En el amanecer del día 20, Belgrano ordeno el ataque de su ejército, el cual primeramente se vio afectado ya que este encontraba dificultades para alcanzar a los tiradores enemigos debido al empinado terreno. Poco después del mediodía, Belgrano ordeno un ataque al mando de Dorrego sobre las posiciones que habían resultado afectadas en el primer choque. Mientras tanto, Belgrano dirigió él mismo una avanzada sobre el cerco que rodeaba la antigua ciudad de Salta. Esta avanzada fue exitosa y Belgrano logro romper las líneas enemigas, provocando su retirada hacia el centro de la ciudad, donde finalmente se firmó la rendición de las tropas de Tristán. El saldo de muertes final de esta batalla fue: 103 bajas y 433 heridos del ejercito patriota, y 480 bajas y 114 heridos españoles. Como consecuencia de esta decisiva victoria patriota todo el ejército español restante fue puesto en cautividad^[c] y entregaron todo su arsenal de armas y 3 banderas realistas. Al día siguiente, Belgrano firmó una capitulación en la cual el garantizaba el abandono de las tropas realistas restantes, sanos y salvos, a cambio de que los soldados no empuñasen sus armas nuevamente contra las tropas realistas. El gesto de liberar a los soldados demostró la generosidad de Belgrano, quien además compartía una amistad con Tristán, a quien abrazó y lo excluyó de entregar sus símbolos de mando.

...