Benito Juárez García
Enviado por skatepatito • 14 de Abril de 2015 • Biografía • 2.532 Palabras (11 Páginas) • 240 Visitas
Biografía[editar]
Primeros años y formación elemental[editar]
Benito Juárez García nació el 21 de marzo de 1806 en el poblado de San Pablo Guelatao, Oaxaca, población ubicada en la cadena montañosa ahora conocida como La Sierra Juárez de Marcos y entonces perteneciente a la jurisdicción de Santo Tomás de Ixtláncotoyol. Bautizado un día después de su nacimiento en la parroquia de Santo Tomás Ixtlán.5 Los padres de Benito Juárez, Marcelino Juárez y Brígida García, eran, según sus propias palabras, «indios de la raza primitiva del país»6 que fueron agricultores. Ambos murieron cuando él tenía tres años, su madre durante el alumbramiento de su hermana María Alberta Longinos. Benito junto con sus hermanas María Josefa y Rosa quedaron bajo el amparo de sus abuelos paternos Pedro Juárez y Justa López igualmente indios de la «nación zapoteca» y su muy pequeña hermana María Longinos con su tía materna Cecilia.6 A los pocos años murieron también sus abuelos y las dos hermanas mayores de Benito se casaron, quedando él finalmente bajo la custodia de su tío Bernardino Juárez. A partir de entonces trabajó como peón del campo y como pastor de ovejas hasta la edad de doce años. Su tío Bernardino conocía el castellano y se lo enseñaba a Benito que mostraba entusiasmo en aprenderlo sin embargo las labores del campo y el hecho de que en el pueblo no se hablara el castellano no permitieron que Benito avanzase mucho en su aprendizaje. En su pueblo, como sucedía en las poblaciones pequeñas, no existía ni la más elemental escuela. Benito se daba cuenta que quienes aprendían a leer lo hacían viajando a la ciudad, ya sea costeándose una pensión o trabajando como sirvientes en las casas ricas, lo que alimentó su deseo de ir a la ciudad, cosa que frecuentemente le pedía a su tío que sólo le daba largas. El día 17 de diciembre de 1818 Benito se fuga de su pueblo, luego de mucho sopesar entre los sentimientos y su deseo de educarse, con destino a la ciudad de Oaxaca.6 Esta fuga pudo motivarse tras haber perdido un par de ovejas[cita requerida]. Hasta este momento la lengua única de Juárez era el zapoteco siendo sus conocimientos de castellano básicos.
Al llegar a la ciudad, por la noche del mismo día, Benito le pidió alojo a su hermana Josefa quien trabajaba como cocinera para una rica familia de un comerciante extranjero de nombre Antonio Maza. Con el visto bueno del señor Maza, Benito se inició cuidando la granja teniendo asignado un salario de dos reales.6 La hija adoptiva del señor Maza, Margarita Maza, muchos años después se convertiría en la esposa de Benito.
En pocos días Benito conoció al sacerdote franciscano de la orden tercera Antonio Salanueva quien le admitió como aprendiz de encuadernador. En palabras de Benito: «aunque muy dedicado a la devoción y a las prácticas religiosas era bastante despreocupado y amigo de la educación de la juventud».6 El 7 de enero de 1819, teniendo solo 21 días de haber llegado a la ciudad, Salanueva recibe a Benito en su hogar y taller, además de ofrecerle enviarlo a la escuela. Luego de cambiarse una vez de escuela debido a que no sentía avance en su aprendizaje inicia en La Escuela Real bajo el preceptorado de José Domingo González quien le dio un fuerte regaño por considerar su escritura deficiente, cuestión que ofendió profundamente al joven Benito.6 Benito sufría además, junto con los demás niños de su condición indígena y pobre, de discriminación, ya que mientras que el preceptor impartía a los niños llamados "decentes" a los de su condición les instruía el ayudante. Por lo anterior Benito abandona la escuela a la que consideraba tenía un pésimo método de enseñanza y decide aprender por su cuenta.
Juárez seminarista[editar]
Percatándose de que los jóvenes seminaristas de ese entonces gozaban de buena educación y reconocimiento social, apoyado también por los consejos que le daba su tío Bernardino y a pesar de sentir «instintiva repugnancia» por los asuntos clericales, decide pedirle al clérigo Salanueva que lo apoye a entrar al seminario de la ciudad.6
Salanueva fue pieza clave en la formación intelectual de Juárez, al que éste le considerará en el futuro su padrino. Salanueva tenía entre sus lecturas predilectas las obras de Benito Jerónimo Feijoo y Las epístolas de San Pablo.
Gracias al apoyo de Salanueva, Juárez logró salvar el requisito de tener bienes para sostenerse durante sus estudios y de poseer una lengua indígena como lengua materna, según lo estipulado por las leyes eclesiásticas de América de ese tiempo.
El 18 de octubre de 1821 inició estudios de gramática latina en el Seminario de Santa Cruz como capense. En agosto de 1823 concluye estos estudios después de haber obtenido en los dos exámenes realizados nota de excelente.6 Se le presenta entonces a Juárez una dificultad grave consistente en que su mentor Salanueva deseaba que él estudiase teología moral y recibir así las órdenes sagradas, idea que repugnaba a Juárez no sólo por su desdén hacia lo clerical sino también por la fama que tenían los que a ese camino aspiraban en el Seminario, a los cuales se les llamaba "padres de misa y olla" o "lárragos".6 Juárez convence a Salanueva con el argumento de que su edad no era suficiente aún para ordenarse por lo que, mientras tanto, podía estudiar el curso de artes. Inicia en el año de 1824 cursando latín, filosofía y teología. El seminario no era su vocación y en especial le aburría la teología, clase donde se dormía[cita requerida]. Concluye este curso de artes en 1827 después de haber sostenido dos actos en público y aprobado, con calificación de Excelente nemine discrepante, los exámenes reglamentarios y con notas honrosas de sus sinodales.6 No obstante la oposición de su protector Salanueva, abandonó el seminario y se inclinó por el derecho.
Juárez abogado[editar]
Ingresó en la carrera de Jurisprudencia en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, en donde obtuvo en 1834 la licenciatura; estudió con gran mérito, desempeñó varias cátedras. Varios de sus profesores eran masones.[cita requerida] En una ocasión le pidieron representar un papel de una obra de Virgilio en una escenificación donde se incluía recitar algunos versos en latín, para parecer griego siendo él muy moreno, siguiendo un consejo de un compañero, se blanqueó la cara, lo hizo tan grotescamente que daba risa verlo. Sin embargo cuando inició el recital habló en perfecto latín por ello le admiraron y le aplaudieron.[cita requerida]
Luego de graduarse como abogado trabajó durante algún tiempo defendiendo comunidades indígenas, trabajo que lo hacía viajar entre diversas comunidades y la ciudad de Oaxaca
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