Biografia

La gente estaba furiosa y se temian alborotos. Por eso, la prensa solicito que se auxiliara a los que pasaban hambre,y Liceaga propuso proveer a Mazatlan de los viveres que pudieran escasar. Lo cualempezo hacersen en un vapor se la Secretaria de Guerra.

El 8 de Marzo de 1903, el gobernador Cañedo informo a Liceaga “por cuetna de la junta de caridad” fue enteramente destruido por el fuego el rancho los Cerritos, en donde se dieronvarios casos fatales de peste”. A lo que Liesaga respondio: “felicito a usted y ala junta de caridad por el rasgo de enegia que han tenido de destruir por completo ala ranchería de Cerritos, pues ese será un medio eficasisimo de impedir la comunicación de la enfermedad de hombre a hombre”. En realidad solo se habían presentaso solo dos casos en toda la población, sin embargo, se tomo esta medida extrema y todo los pobladores fueron trasladados a Villa Union, escoltados por soldados. No era solo en lenguaje figurado que se hacían a “no dejar las armas contra la peste” . En Villa Unión hubo un motin porque al incinerar, sin tener en cuenta los vientos reinantes, dos jacales en los que había habido enfermos, el fuego se propago a 19 jacales inmediatos. La llegada de Cañedo, la indemnización de los pobladores el envio de 50 soldados de la federación, dio lugar a que se disolviera aquella turba enardecida por los vapores de alcohol y por los acordes de música de la banda que los acompañaba. En esa población, hubo 50 habitaciones incineradas. Haymuchos reportes en la prensa de casas reducidas a cenizas. Gonzalez Favela propuso la destrucción de cada en Ahome, Mochicaui y la Tranquilidad, aunque los nfermos encontrados padecían escarlatia yno peste; lo mismo paso con barracas en que habían estado aislados con enfermos de viruela. En total, 1 060 chozas fueron destruidas por el fuego : los desposeídos se enfrentaban ala dictadura sanitaria.

En indemnizaciones por casas y jacales incinerados la Junta de Caridad empleo 105 864.41 pesos; por objetos incinerados, 20723.08; por gastos de destrucción de fincas, 1728.02 y por personal ocupado de incinerar , 994.88. en total, 129310.11 pesos. Muchos negocios de pequeños comerciantes de mazatlan también fueron destruidos por el fuego; esto creo enfrentamientos entre estos y los grandes comerciantes, ya que la Junta de Caridad, integrada por los segundos, era la que solia tomar la decisión de que locales debían ser incinerados.

La oligarquia mazatlaca censuraba a los pobladores pobre,a los que consideraba “refractarios de aseo” y demando la destrucción de las sabanas de los hospitales y la ropa que la población empañaba en los montepíos: hasta de eso fueron despojados los mas pobres. Hubo quienes se quedaron solo con la muda que traían puesta, pues el consejo y las autoridades política locales consederaba que no valia la penas desinfectar los objetos que tenían poco valor, y que tratándose de la pesca, había que

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