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Bolívar Y La Educación


Enviado por   •  24 de Octubre de 2011  •  2.557 Palabras (11 Páginas)  •  707 Visitas

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BOLÍVAR Y LA EDUCACIÓN

El Libertador a lo largo de su carrera como gobernante y estadista, manifestó preocupación en interés por la educación de los ciudadanos, debido que para él “El primer deber del gobierno es dar educación al pueblo”. En este sentido refiriéndose a la importancia de la educación, el Libertador señalaba:

Cuando el pueblo, por medio de la instrucción, sepa lo que son sus deberes y derechos, habremos consolidado la República.

En Venezuela, manifestó varias veces su preocupación por mejorar el sistema educativo, y dictó medidas como las siguientes:

 Creación de escuelas primarias, basadas en el sistema de enseñanza de José Lancaster, a quién Bolívar conoció en Londres e invitó a Venezuela.

 Reforma de los estatutos de la Real y Pontificia Universidad de Caracas para adaptarla a la nueva realidad del país y actualizar su funcionamiento tanto académico como administrativo.

En los diferentes países Bolivarianos, el Libertador dejó su huella como reformador y promotor de la educación.

 En Colombia, decretó en 1.829 la obligatoriedad de la educación primaria e implantó numerosos colegios y centros de enseñanzas.

 En el Perú, creó la Universidad de Cuzco, así como los colegios para varones y hembras.

Su interés por mejorar la calidad de la educación en su época, le hizo pensar en la necesidad de enviar varones becados al exterior para perfeccionar sus conocimientos y traer al país nuevas técnicas y aprendizaje.

La visión de Bolívar sobre la educación como medio de alcanzar la igualdad democrática de los ciudadanos, se proyectó en el tiempo e influyó en el decreto de instrucción pública de Guzmán Blanco en 1.970

El decreto de instrucción pública de Guzmán Blanco constituyó un importante paso hacia un sistema democrático de la enseñanza, que fue evolucionando con las posteriores reforma educativas de octubre de 1.945, 1.960 y 1.980.

Los logros educativos alcanzados en países como Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, Panamá y Venezuela, en su lucha contra el analfabetismo y el atraso, se han apoyado en gran parte en las ideas y proyectos del Libertador, aunque todavía persisten, en buena medida, muchos de esos problemas.

PAPEL DEL ESTADO EN LA EDUCACIÓN

La estructura del sistema educativo propugnado por el Estado Liberal adoptó una forma bipolar: todos los niños tenían acceso a la enseñanza elemental pero ésta era un comportamiento estanco que no tenía relación alguna con el resto del sistema educativo; solo una pequeña parte de la población escolar interrumpía el curso normal de la enseñanza elemental para pasar a cursar la enseñanza secundaria y la universitaria o superior. Como ya quedó indicado, esta estructura fue uno de los modelos que alumbró la Revolución Francesa, pero no el único.

Junto a la línea liberal se ha reseñado también la existencia en la Gran Revolución de otra tendencia que hacía hincapié en la necesidad de ampliar las funciones del Estado para evitar que los derechos y libertades reconocidos por éste se convirtieran en meras declaraciones formales carentes de contenido real. Esta propensión, que va a residenciarse fundamentalmente en las filas jacobinas, considera que la educación no puede se atributo ni de ningún estamento ni de ningún grupo social, so pena de que la educación se convierta en sí misma en un factor de opresión y de desigualdad social. De ahí que para los Jacobinos, la educación deba ser asumida por el estado par hacer efectivo el principio de la igualdad ante las luces. Como vimos, para los jacobinos la instrucción a secas es necesaria a todos. Subyace aquí la concepción de la educación como un derecho del ciudadano y como una responsabilidad del Estado, pero como también vimos, el fracaso de los jacobinos llevó consigo el quebranto y posterior desaparición de esta concepción.

Pero aunque se impuso la estructura bipolar de la enseñanza en todo el continente europeo, la propensión a la igualdad no fue absolutamente arrojada a las tinieblas. La historia del siglo XIX es, entre otras cosas, la historia de esta tendencia por implantar, en primer lugar, la universalidad de la enseñanza elemental, o en otras palabras, el derecho a la educación básica. Surge así el objetivo de la escolaridad obligatoria, la cuestión de la gratuidad por medio de la financiación pública, entre otros. Todas estas conquistas sociales europeas, no se conseguirán sin gran oposición: la vieja concepción estamental de que cada individuo nace con un lugar asignado en la sociedad o el convencional debate sobre la educación de los pobres persistirán durante muchos años en la mentalidad de los europeos. En el fondo de esta tensión late el temor de las capas dominantes a una instrucción universal que produjera una población alfabetizada e ilustrada, y, en consecuencia, consciente de sus derechos políticos y laborales. Fue preciso, muy avanzado el siglo, que se generalizara la revolución industrial para que las elites directoras se convencieran de los beneficios que reportaba disponer de una población instruida.

Pero la escolarización obligatoria, universal y gratuita, tenía en sí graves limitaciones: en primer lugar, porque dicha escolarización se circunscribía sólo a la enseñanza primaria o elemental; en segundo lugar, porque era considerada fundamentalmente como un deber de los padres, no siempre muy celosos en el cumplimiento de esta obligación; en tercer lugar, porque se configuraba como un deber del Estado que se limitaba principalmente a imponer legalmente la escolarización obligatoria y a financiarla, pero no a realizar un esfuerzo económico por conseguir efectivamente la escolarización universal. Fue preciso esperar a la aparición del Estado de bienestar, en la terminología de los politólogos, o del Estado social de derecho, en la expresión divulgada por la dogmática jurídica alemana, para que la tendencia iniciada en 1.793 llegara a su culminación y se considerase a la educación como un derecho fundamental. La educación entraba así a formar parte de lo que se ha llamado los derechos de la segunda generación: los derechos sociales.

La aparición de los derechos sociales o derechos prestacionales es fruto de una larga transformación del Estado Liberal. Mientras que las libertades públicas surgen en el Estado liberal con un contenido esencialmente negativo, orientadas a negar la acción del Estado, a procurar que éste se limite a no intervenir, a no hacer, respetando, por tanto, un recinto privado rodeado y protegido por los derechos de libertad, en el Estado de bienestar o Estado social de derecho la constitución de la educación como

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