Brad Cohen

niño que a simple vista puede ser visto como un niño normal, excepto por un pequeño detalle: tiene el extrañTourette, es una enfermedad incurable provocada por impulsos nerviosos que le provoca a quien la posee hacer actos involuntarios y ruidos extraños. Quien tiene Tourette no controla sus tics ni tampoco los sonidos que llega a emitir. Sus padres se divorcian y, al menos, Brad tiene la compañía de su pequeño hermano quien siempre lo comprende y trata como alguien normal, así como el apoyo incondicional de su madre quien investiga y encuentra el verdadero problema que presenta su hijo.

Su padre nunca acepta que su hijo padezca esta extraña enfermedad, lo cual provoca que Brad crezca pensando que su padre siempre estará decepcionado de tenerlo como hijo, mientras que su madre es todo lo contrario y es quien lo apoya a seguir adelante a pesar de lo que digan los demás, animándolo a nunca dejarse vencer por la enfermedad.

El sueño de Brad siempre ha sido, además de ser la mascota de un equipo de béisbol, enseñar y convertirse en un maestro. Pero el Tourette pues se vuelve un gran impedimento para alcanzar este sueño y la película describe esencialmente cómo Brad siempre mantiene una actitud optimista y nunca pierde la esperanza de lograr sus objetivos.

Brad no puede evitar los espasmos que le condicionan a no poder actuar con normalidad como el resto de sus compañeros en el aula, el niño provoca inconscientemente una situación que escapa de sus manos, con malas miradas, las burlas de sus compañeros y la actitud dictatorial de una maestra nada considerada con este niño que opina que lo que Brad hace es fruto de una rebeldía en su personalidad. Durante su infancia, Cohen fue acusado de ser un problema en la escuela y fue castigado por sus maestros por el tics y los ruidos causados por el TS. Se decidió a "convertirse en el maestro que él nunca tuvo".

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