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“CADA SUICIDIO ES UN SUBLIME POEMA DE MELANCOLÍA”


Enviado por   •  7 de Marzo de 2014  •  Trabajo  •  5.433 Palabras (22 Páginas)  •  484 Visitas

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INTRODUCCIÓN

En el siguiente trabajo a realizar hablaremos del suicidio, debido que el tema es bastante amplio y complejo abordaremos los puntos claves y de mayor importancia tales como: su definición, de cómo poco a poco incrementa el riesgo de que más personas obtén por el suicidio ya que los índices aumentan de una forma acelerada, además sobre los pensamientos suicidas, los miles de motivos que conducen a tal acto, como podemos evitarlo, como debemos actuar ante una escena de suicidio, como actúa una persona cuando desea quitarse su propia vida entre otras cosas, esto con el fin único de evidenciar un problema grave que destruye de forma silenciosa y aumenta considerablemente en nuestra sociedad, esperando también lograr calar en la conciencia de las personas el daño que produce a familiares, amigos y allegados un acto suicida.

La conducta suicida es un fenómeno multicausal y complejo que ha estado presente en todas las épocas históricas y todas las sociedades, y que se manifiesta por una variedad de comportamientos en un continuo que va desde la ideación en sus diferentes expresiones, pasando por las amenazas, los gestos e intentos, hasta el suicidio propiamente dicho. La presencia de cualquiera de estos indicadores (ideas, amenazas, gestos e intentos) debe considerarse como un signo de riesgo.

Por tanto, suicidio es un problema trágico y prevenible de salud pública. Los esfuerzos para prevenir el suicidio deben estar basados en las investigaciones que muestran qué factores de riesgo y de protección pueden ser modificados, como también qué grupos de personas son los más apropiados para la intervención preventiva.

Esperando que este trabajo logre un mayor entendimiento para en un futuro poder evitar que cualquiera de nosotros sufra una pérdida de un ser querido y logremos evidenciar un caso con anticipación e intervenir de una forma correcta.

“CADA SUICIDIO ES UN SUBLIME POEMA DE MELANCOLÍA”.

SUICIDIO

“Abandonarse al dolor sin resistir, suicidarse para sustraerse de él, es abandonar el campo de batalla sin haber luchado.” -Napoleón Bonaparte.

Para empezar este trabajo de investigación empezaré por dar mi definición de suicidio que es: El acto por el que un individuo, deliberadamente, se provoca la muerte.

Basándonos a los que nos dicen diferentes autores como nuestro libro base de César Augusto y Nieto que nos da la definición de suicidio de la siguiente manera:

El suicidio es un acto extremo de agresión hacia sí mismo, gramaticalmente se define como “acción de suicidarse”, a su vez este vocablo significa “quitarse violenta y voluntariamente la vida”.

Y un concepto más del libro suicidio de Pierre Morón que nos da la definición propuesta por Durkheim de la siguiente manera: “Llamamos suicidio a todo caso de muerte que resulte directa o indirectamente de un acto, positivo o negativo, cometido por la victima, a sabiendas que va a producir dicho resultado”.

EL SUICIDIO EN LA HISTORIA

En la Europa Antigua, sobre todo durante el Imperio Romano, el Suicidio se consentía e incluso era considerado un acto honroso. Los antiguos romanos, bajo la influencia del estoicismo, admitían muchas razones legítimas para su práctica. El filósofo romano Séneca lo ensalzaba como el acto último de una persona libre.

Sin embargo, para San Agustín, el suicidio era un pecado. Varios de los primeros concilios de la Iglesia cristiana decretaron que a aquellos que cometieran suicidio no se les podría aplicar los rituales ordinarios de la Iglesia tras su muerte. En la Edad Media, la Iglesia Católica Romana condenó expresamente esta práctica. En las legislaciones medievales se ordenaba la confiscación de todas las propiedades del suicida y el cadáver sufría todo tipo de humillaciones.

Actualmente, el suicidio, está condenado en las religiones cristiana, judía e islámica.

En 1897 Emile Durkheim postuló que el suicidio era un fenómeno sociológico, como resultado de una falta de integración del individuo en la sociedad, más que un puro acto individualista. Sin embargo, la tendencia actual considera el suicidio desde un punto de vista más psicológico en un lugar de una perspectiva moralmente colectiva.

En todos los tiempos, el hombre ha intentado ejercer sobre sí mismo el derecho de vida y muerte. Pasando revista a los grandes períodos de la historia, podemos tratar de conocer rápidamente, los factores que, en algún país y en determinada época, llevaron a los hombres al suicidio.

Convendría hacer un bosquejo bibliográfico de la gran cantidad de estudios que el suicidio ha inspirado a filósofos, psicólogos y psiquiatras en todo el mundo; pero es imposible.

La palabra “suicidio” la utilizó por primera vez el abate Desfontaines en 1737. La retomaron posteriormente los enciclopedistas, pero hubo que esperar hasta el siglo XIX, ávido de conocimientos científicos, para abordar verdaderamente su estudio. Desde esa época iban a ponerse dos escuelas, cada una proponiendo su tesis sobre la determinación de suicidarse: una, psiquiátrica, que busca un principio de explicación dentro del individuo; la otra, sociológica, que lo busca en el entorno social.

El fundador de la doctrina psiquiátrica, Esquirol, en 1838, al argumentar la frecuencia de la reacción suicida en el estudio de la patología mental entonces naciente, la ubica como un síntoma psicópata: “No existe ningún individuo por el que no haya cruzado la idea del suicidio, y hasta el deseo de precipitarse al vacío al encontrarse en un lugar elevado, o bien de ahogarse al pasar sobre un puente. El hombre atenta contra su vida sólo en el delirio y todos los suicidas están alineados” (Esquirol).

En cambio para Durkheim (1897) y para la escuela sociológica, que basaron su interpretación en un estudio estadístico sistemático, el suicidio representa un fenómeno constante que no pueden explicar los actos individuales; también en el resultado de un condicionamiento de conjunto: influencias, familiares, sociales, religiosas.

Los Galios consideraron razonable el suicidio por vejez, por muertes de los esposos, por muerte del jefe o por enfermedad grave o dolorosa. De igual forma, para celtas Hispanos, Vikingos y Nórdicos, la vejez y la enfermedad eran causas razonables. En los pueblos germánicos (Visigodos), el suicidio buscaba evitar la muerte vergonzosa (“kerlingedable”), lo cual era loable y bien visto. En la China (1.800 a. c) se llevaba a cabo por lealtad, en Japón se trata de un acto ceremonial, por expiación o por derrota, y en la India por motivos litúrgicos o religiosos, así como por muerte de los esposos (éste último considerado hoy día un delito criminal).

Las tribus Africanas consideraban maligno y terrible

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