CASTAñER-EILEEM

Castañer Una Hacienda Cafetalera en Puerto Rico (1868 – 1930)

Su año de publicación fue en el 1983 por la Editorial Edil, Inc. en Rio Piedras. El autor de este libro es Luis Edgardo Díaz Hernández. La extensión de este libro es de “139” páginas, se terminó de imprimir este libro el día 15 de abril de 1983 en los talleres gráficos de Manuel Pareja Montaña. El autor describe y analiza la historia del café en Puerto Rico a través de la Hacienda Castañer. Se estudia la Inmigración Mallorquina en Puerto Rico, formación de la hacienda en cuestión su administración. El estudio trata sobre el establecimiento y funcionamiento de una Hacienda Cafetalera en Puerto Rico durante la segunda mitad del siglo XIX ligada directamente a la Inmigración Mallorquina al área de la isla.

Para el siglo XIX España mantiene una política de restricción y prohibición en cuanto a la entrada de inmigrantes al país. Pretendían con ello salvaguardad el dominio español como también la obra de evangelización que por años estaba establecida. Como residentes podían solo entrar aquellos que poseyeran una licencia Real especial, para la obtención de esta licencia era preciso el requisito de total catolicidad y limpieza de la sangre. No se aceptaban judíos, ni moros, tampoco católicos no cristianos de cualquier procedencia aunque aquellos obreros y profesionales extranjeros obtenían el pase. Para eso de principios de siglo XIX, la Isla experimentó innumerables oleadas de inmigrantes particularmente de Venezuela. Este movimiento migratorio respondía en gran parte a sucesos violentos que perturban la vida de los inmigrantes en sus países de procedencia (Haiti, Venezuela). La mayoría de estos hombres eran en su mayoría ciudadanos españoles, administradores y militares quienes fueron recibidos por las autoridades puertorriqueñas. A estos se les otorgo alimento, ropa y alojamiento como también tierras para la siembra y desarrollo de las mismas.

Para el 1815 la política migratoria cedió entrada a extranjeros al país por el poco progreso económico que había alcanzado la Isla. La Real Cedula (1815) fue la primera ley que se promulgo exclusivamente para Puerto Rico y que ayudo a resolver los serios problemas económicos de la Isla. Estas disposiciones fomentaban la agricultura y el comercio con el fin de aumentar la población insular. Para estas ayudas los extranjeros debían establecerse en la isla no después de 3 meses de su llegada, en el momento no podían ejercer el comercio marítimo, poseer tiendas como tampoco embarcaciones; esto por un término de 5 años. La mayoría de los extranjeros aceptaron estos términos y firman la Cedula de Gracias. Cinco años después a todo aquel ciudadano que poseyera las condiciones se le hizo entrega por medio de un programa de repartimientos ciertos espacios de tierras no procesadas. Una buena parte de los inmigrantes se dedicaron en estos años al cultivo de la caña de azúcar y otros al cultivo de frutos menores y café en el centro de la isla. El auge de los precios del café da origen a la fundación de las haciendas cafetaleras.

Las regiones de mayor cultivo de café lo fueron los municipios montañosos de Adjuntas y Lares como también Yauco, en estos pueblos se establecen la mayoría de los extranjeros. En estas zonas se establecen franceses, corsos, catalanes y un gran número de mallorquines quienes según Lluch Mora fueron quienes más habitaron las zonas en 1833 a1852. La gran mayoría de estos grupos se dedicó a empresas agrícolas y comerciales ligadas a la economía del café. Para los mallorquines la entrada al país fue una sencilla ya que la ciudadanía española le otorgaba varios privilegios. La mayoría de los mallorquines que llegan a la isla eran reclamados por familiares o jefes feudales, muchos de estos mallorquines llegaban a la isla en edad militar lo que suponía una pérdida para el ejército de su país. Los mallorquines se dedicaron en Puerto Rico al comercio, la agricultura la mayor parte en los municipios de Ponce, Mayagüez, Yauco, Adjuntas, Lares y Utuado, los últimos tres zonas de producción cafetalera. En estas zonas de producción cafetalera se asentaron extranjeros de apellidos como Miró, Colom, Rullán y Castañer. La inyección de los recién llegados mallorquines imprime un nuevo giro a la economía local. Al ir creándose las grandes haciendas de Puerto Rico controladas principalmente por mallorquines, se van haciendo dueños de tierras y propiedades de la zona dominando y aportando a la alarga economía de la región.

A los 14 años Juan Castañer llega a la Isla gracias a las relaciones de amistad de su familia como la familia Colom. Oriundo de Soller, llega con grandes ilusiones de progreso y triunfo por el puerto de Ponce de allí por el camino de Yauco llega hasta Bartolo de Lares. Trabaja como mozo de labor para Juan Colom, teniendo que aprender las labores del procesamiento del café en su totalidad. Al realizar su trabajo con tanto esmero pocos años después se le nombra mayordomo, empleo que le brindo la experiencia necesaria para conocer cómo llevar una hacienda y resolver sus pormenores. Trabaja durante seis años con Colom para luego independizarse. Este desligamiento le da la oportunidad de estudiar la población de la región, encontrando que esta zona carecía de un lugar donde adquirir artículos de uso y sustento. Las más cercas estaban en Lares y Yauco bastante alejadas de esta zona. Con gran parte de sus ahorros en 1868 Juan Castañer compra un predio de terreno en la finca Los Rábanos donde levanta un tenducho, el cual le da las primeras ganancias como negociante independiente. La tienda de Castañer fue creciendo, va adquiriendo mas tierras y propiedades, fue de esta manera que se convierte en productor de café.

Para el 1870 Juan Castañer manda a buscar a su hermano Antonio. En el mismo año en el barrio Bartolo de Lares se establece la hacienda. Para el 1883 se establece una casa comercial en Yauco convirtiéndose los hermanos Castañer en comerciantes exportadores de café además de dominar en la zona la producción del grano. Desde la casa comercial de Yauco, Juan Castañer dirigió durante casi treinta años sus negocios hasta que en 1898 disolvió su empresa “Castañer Hermanos”, creándose

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