Castañer Una Hacienda Cafftalera En Puerto Rico

El estudio trata sobre el establecimiento y funcionamiento de una Hacienda Cafetalera en Puerto Rico durante la segunda mitad del siglo XIX ligada directamente a la Inmigración Mallorquina al área de la isla. En este caso el mallorquín Juan Castañer es el prototipo de recién llegado que dedica su larga estadía en Puerto Rico en los menesteres del café ampliando su radio de acción desde el cultivo agrario al tráfico mercantil comercio que jugó un importante papel en la economía puertorriqueña de esa época y principios del siglo XX. Se estudia la Inmigración Mallorquina en Puerto Rico formación de la hacienda en cuestión su administración (Mayordomo Jornales Muleros, etc.) cultivo y cifras de producción comercio y actividades financieras; finalmente relación con la familia y la política.

En el año 1861, a los catorce años Juan Castañer inmigro a Puerto Rico desde Mallorca. Fue contratado como mozo en una hacienda de la montaña, en la cual aprendió a recoger, lavar, secar y empacar el café. Luego compra un terreno propio en el lugar Rábanos donde instala una tienda. Desde entonces comienza a adquirir más tierras. Este basaba de conocimientos de la producción de café. En un periodo de treinta años crea una hacienda de más de dos mil cuerdas. Este para controlar mejor la venta de la producción de sus campos, establece una casa comercial en Yauco. Para el año 1898, Castañer posee una empresa agrícola comercias integrada que le permite controlar todas las fases de la producción y venta del café. Con el éxodo de los españoles, Juan Castañer se va de Puerto Rico. Sin embargo deja la firma en las manos de descendientes y parientes.

Desde Venezuela, a finales de la primera década del siglo XX, comenzaron a llegar embarcaciones repletas de refugiados buscando protección y seguridad. En su mayoría los refugiados eran ciudadanos españoles, administradores y militares, los cuales no tuvieron dificultades en ser recibidos por las autoridades de Puerto Rico. El pueblo se mostro muy hospitalario con los recién llegados. A estos se les proporcionó ropa, alimentos y alojamiento en las casa de los vecinos. Además el Gobierno les proporcionó tierras y la gran mayoría se estableció en ellas comenzando a roturar terrenos y abrir los montes para espaciar la semilla de los frutos tropicales. Se sumo un buen número de refugiados extranjeros, especialmente de origen francés. La gran mayoría aceptó las condiciones gubernamentales, jurando lealtad y vasallaje al rey de España y firmando el acta de Fé de catolicidad. A éstos, no se les permitía de momento el ejercicio de comercio marítimo, ni tener tienda, ni ser dueños de embarcaciones, después de residir en la Isla por más de cinco años podían hacerlo lícitamente.

El decreto de 1854 faculto a gente particular a contratar e introducir en la Isla, por un termino de diez años, colonos, españoles, chinos y yucatecos. Este estatuto se

...