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CONGRESO ANFICTIÓNICO DE PANAMÁ FUE UN INTENTO DE UNIÓN QUE NO PROSPERÓ


Enviado por   •  21 de Noviembre de 2012  •  Síntesis  •  9.146 Palabras (37 Páginas)  •  646 Visitas

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“Veo a la América sentada sobre el trono de la libertad, empuñando el cetro de la justicia, coronada por la gloria y mostrando al mundo antiguo la majestad del mundo moderno”

Simón Bolívar

CONGRESO ANFICTIÓNICO DE PANAMÁ FUE UN INTENTO DE UNIÓN QUE NO PROSPERÓ

Con el objeto de buscar la unión o confederación de Hispanoamérica se inició el 22 de junio de 1826, hace 186 años, el Congreso Anfictiónico de Panamá. El evento, convocado por El Libertador Simón Bolívar, se celebró en la Ciudad de Panamá y se extendió hasta el 15 de julio. Asistieron al congreso Nueva Granada, Venezuela, Ecuador, Guatemala, México, Perú, las Provincias Unidas de Centro América. Chile y Argentina no manifestaron interés; Bolivia no pudo llegar a tiempo y Gran Bretaña envió un observador.

Como antecedente a este Congreso cabe resaltar que la idea de crear una gran nación cuya extensión abarcara lo que hoy es Hispanoamérica puesta de manifiestó por Francisco de Miranda, quien ideó el nombre de Colombia para esa eventual nación. Tiempo después Simón Bolívar en la Carta de Jamaica en 1815 resaltó la importancia de la unificación y unión de las naciones liberadas.

Los temas de discusión en la agenda del Congreso eran los siguientes: renovación de los tratados de unión, liga y confederación; la publicación de un manifiesto en que se denuncia la actitud de España y el daño que ha causado al Nuevo Mundo; decidir sobre el apoyo a la independencia de Cuba y Puerto Rico, así como de las islas Canarias y Filipinas; celebrar tratados de comercio y de navegación entre los Estados confederados; involucrar a Estados Unidos para hacer efectiva la Doctrina Monroe en contra de las tentativas españolas de reconquista.

También estaba en agenda: organizar un cuerpo de normas de derecho internacional; abolir la esclavitud en el conjunto del territorio confederado; establecer la contribución de cada país para mantener los contingentes militares comunes; adoptar medidas de presión para obligar a España al reconocimiento de las nuevas repúblicas; y establecer las fronteras nacionales con base en el principio de uti possidetis, tomando como base el año 1810.

Pero el Congreso no tuvo los resultados esperados por Simón Bolívar. Los embajadores tan sólo acordaron con relativa facilidad la creación de una liga de repúblicas americanas con jefes militares comunes, formar un pacto mutuo de defensa y una Asamblea Parlamentaria Supranacional, aunque sin acordar detalles específicos sobre el funcionamiento de ésta Asamblea, ni sobre la organización de las tropas comunes de defensa y, menos aún, sobre su financiamiento. Con muchas limitaciones se elaboró al fin el “Tratado magnífico titulado de la Unión, de la Liga y de la Confederación perpetua” que emergió del Congreso y aprobado por todos los concurrentes fue ratificado en última instancia solamente por la Gran Colombia en el mismo año de 1826.

El hecho que al terminar el año 1826 apenas uno de los cuatro estados participantes ratificara los ya limitados acuerdos de Panamá, causó que el propio Simón Bolívar considerase al Congreso Anfictiónico como una experiencia fallida, conclusión a la que arribó el Libertador poco después que concluyeran las sesiones, señalando: “El Congreso de Panamá sólo será una sombra”.

Cuatro años después del Congreso, en 1830, la Gran Colombia se disolvió en tres países y, en 1834, las Provincias Unidas de Centroamérica se desmembraron en cinco estados.

Al final Gran Bretaña, que envió también un representante en calidad de observador, aprovechó la situación para iniciar acuerdos comerciales con los países asistentes por separado; -según los historiadores- irónicamente el gobierno británico fue el más beneficiado al obtener importantes tratados comerciales con algunos países.

Entre los acuerdos alcanzados durante la reunión del Congreso Anfictiónico destacan:

1. Renovación de los tratados de unión, liga y confederación;

2. La publicación de un manifiesto en que se denuncia la actitud de España y el daño que ha causado al Nuevo Mundo;

3. Decidir sobre el apoyo a la independencia de Cuba y Puerto Rico, así como de las islas Canarias y Filipinas;

4. Celebrar tratados de comercio y de navegación entre los Estados confederados;

5. Involucrar a Estados Unidos para hacer efectiva la Doctrina Monroe en contra de las tentativas españolas de reconquista;

6. Organizar un cuerpo de normas de derecho internacional;

7. Abolir la esclavitud en el conjunto del territorio confederado;

8. Establecer la contribución de cada país para mantener los contingentes comunes;

9. Adoptar medidas de presión para obligar a España al reconocimiento de las nuevas repúblicas; y

10. Establecer las fronteras nacionales con base en el principio de uti possidetis, tomando como base el año 1810.

“Yo deseo más que otro alguno, ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riqueza, que por su libertad y gloria”

Simón Bolívar

LA DOCTRINA MONROE.

La Doctrina Monroe es sin duda uno de los grandes temas de la historia de las Relaciones Internacionales del continente americano. Originalmente fue parte del mensaje anual del presidente norteamericano James Monroe al Congreso de los Estados Unidos del 2 de diciembre de 1823; con el tiempo se convirtió en parte fundamental de la política exterior norteamericana. Mucho de su significado descansa en el hecho de que su esencia fue por más de cien años una parte integral del pensamiento norteamericano.1 El mensaje articuló ideas ya bien establecidas en la política exterior de los Estados Unidos. La idea de la separación geográfica, política, económica y social del Nuevo Mundo con respecto al Viejo, destacando los diferentes intereses americanos, datan de antes de la independencia norteamericana; los principios de Monroe complementaron el arraigado aislacionismo (Krieger 1993).

Sin embargo, la declaración de Monroe fue ignorada en gran medida como una guía política durante gran parte del siglo XIX, período de debilidad militar y preocupaciones internas en los Estados Unidos. No sería hasta finales de dicho siglo, con el posicionamiento de Norteamérica con el status de gran potencia, cuando la Doctrina Monroe se convierte en la piedra angular de la política exterior norteamericana.

“Los anarquistas se destruyen recíprocamente y se dividen, en tanto que sucede todo lo contrario con los virtuosos… Veo como posible fijar la estabilidad política

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