COSTUMBRES BIBLICAS LA HOSPITALIDAD
Enviado por alealearias17 • 7 de Noviembre de 2015 • Informe • 794 Palabras (4 Páginas) • 949 Visitas
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LA HOSPITALIDAD
Disposición oriental para agasajar un huésped
- Una de las costumbres orientales e que no les gusta comer solos. Es por eso que llaman a invitados a compartir con otros la hospitalidad.
- Los orientales creen que la persona que viene a su casa es enviada por Dios. Así su hospitalidad se transforma en una obligación sagrada. Se llenaban de felicidad y lloraban al agasajar a alguien. Cuan Abraham agasajo a tres extranjeros que eran ángeles, el mostros la misma actitud. (Gn. 18:2-8; He. 13:2)
- Los romanos del tiempo del nuevo testamento tenían una señal de hospitalidad entre sus amigos, que consistía en una teja de madera, o piedra, que se dividía por mitad. cada uno escribía su nombre en uno de tus pedazos, luego los cambiaban entre sí. Con frecuencia estos eran guardados y entregados de padres a hijos. El presentar una de las partes de la teja garantizaba la hospitalidad de un amigo sincero. Sin duda alguna, el libro de Apocalipsis se refiere a esta costumbre como una de las promesas a los vencedores: “Y le daré una piedrecita blanca en la piedrecita un nombre nuevo escrito” (Ap. 2:17).
- La costumbre cuando el huésped entra en la casa es saludarle reverentemente con la cabeza erecta y el cuerpo un poco inclinado hacia delante, levantando la mano al corazón, la boca y la frente, el significado simbólico de esta acción es “ Mi corazón, mi voz y mi cerebro están a vuestra disposición”. En algunos casos entra una reverencia más completa y se postran ante el huésped, inclinado hasta tocar la tierra con su cabeza, y besando la parte baja de la vestidura de la otra persona, o sus pies, y aun el polvo de sus pies. A los que no conocen esta costumbre, les parecería que la persona estuviera adorando a otra como se adora a Dio; pero por lo regular esa clase de adoración no se implica en la acción. Se lee que Cornelio adoro a Pedro (Hch. 10:25). Por supuesto, Pedro rehusó, porque podía ser una adoración divina.
- La frase al saludar cuando el árabe entra a la casa o la tienda el amo dirá “Salam Alakum” que quiere decir “Paz sea contigo”, y el huésped dirá “Wa alakim es-salam, que quiere decir “Paz sobre ti”.
- Era costumbre besar al huésped como saludo (Lc. 7:45; Gn. 27.27; 45.15; 1 Sam. 20:41; 2 Sam. 14:33). Ponen su mano derecha en el hombro izquierdo y le besan la mejilla derecha, y después lo contrario. En nuestro medio los hombres nunca se besan en la cara; talvez entre padres e hijos. Uno se hace a la idea de que los besos corresponden a nuestro sincero apretón de manos.
- Era costumbre quitarse el calzado al entrar a una casa, ya que habían alfombras o esteras. La idea de contaminación del calzado los llevo a la costumbre de quitárselo antes de entrar a los lugares sagrados (Ex. 3:5).
- Después de la reverencia, el saludo y el beso al huésped se le ofrece lavarle los pies, un sirviente ayuda a lavárselos sobre un lebrillo y luego se los seca. (Jn. 13:4-5) (Gn. 18.4; 19.2; 24.32; 1 Sam. 25:41; 1 Tim. 5:10).
Dios dijo a los israelitas que fueran hospitalarios (Lev. 19:34). Esto significaba que debían ofrecer comida, hospedaje y ropa a los viajeros que pasaban por sus tierras. Una importante costumbre hebrea era la de lavar los pies a los huéspedes, como gesto de bienvenida, por cuanto aquel país es caliente y polvoriento, donde los caminos pedregosos hacían con frecuencia que el viaje a pie fuera una experiencia dolorosa.
- También ungían la cabeza con aceite: Solo e usaba aceite de oliva, algunas veces mezclado con especies. (Lc. 7:46) era una costumbre muy común a. C. y d.C. y la práctica aún existe hasta hoy en algunos lugares orientales.
- Era costumbre tener un cuarto preparado para los huéspedes, podría ser un aposento alto (2 Re. 4:10). Si se hacía en tiendas se hospedaban en el apartamento de los hombres.
- Después se le da un vaso con agua para beber y se le sirve comida. Se le hace sentir como en su casa y a la hora de la partida le pedirá que se quede a comer una vez más, o le rogara esperar hasta la mañana. (Jue. 19:5-10; Hch. 16:15).
Cuando se va finalmente el huésped dirá, “con vuestro permiso”, y el que hospedo dirá “id en paz”, (Gn. 26:29-31).
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