CRÍTICA A LA SITUACIÓN CONSTITUCIONAL DEL PAÍS EN BASE A LA CONFERENCIA IMPARTIDA POR JAIME GARZON EN EL VALLE DEL CAUCA.

ENSAYO

CRÍTICA A LA SITUACIÓN CONSTITUCIONAL DEL PAÍS EN BASE A LA CONFERENCIA IMPARTIDA POR JAIME GARZON EN EL VALLE DEL CAUCA.

POR:

DAVID AUGUSTO CASTRO MORA

GRUPO: 801

PROFESOR:

YESID LEONEL MARIN PEÑA

UNIVERSIDAD DE CUNDINAMARCA

EXTENSIÓN FACATATIVÁ

FACULTAD CIENCIAS AGROPECUARIAS

INGENIERÍA AGRONÓMICA

CONSTITUCIÓN Y DEMOCRACIA

FACATATIVÁ, CUND.

2016

Colombia una nación con antecedentes tan arraigados de violencia y corrupción, donde existió una persona que de una forma tan sencilla pero estrictamente crítica comunicaba el dolor de un país en llamas, Jaime Hernando Garzón Forero en mi opinión el más grande personaje contemporáneo de Colombia, un sofista único, pensador y jocoso divulgador, destinado a cambiar la situación de un país pero acallado por el morbo dictatorial de esta raza “pensante”, hoy me reúne para plantear distintas hipótesis y argumentarlas mediante una conferencia realizada por el mismo el 14 de febrero de 1997 en la Universidad Autónoma de Occidente en Cali.

Es Colombia un país que contradice sus propias leyes, creadas por sus mismos habitantes; Garzón resalta, a manera de introducción, que los habitantes de esta nación no tenemos un reconocimiento de nuestra propia identidad nosotros no sabemos si somos mestizos si somos españoles pero sin embargo le tenemos un incalculable respeto a la clase alta del poder, nuestro país es una gran finca al cual pertenecemos todos y somos dueños de esa soberanía decidimos que hacer con ese territorio y se elige a alguien para que sea más productiva por ejemplo: para que la vaca de más leche, la gallina más huevos, el petróleo más crudo, pero se terminan robando la vaca la leche, el petróleo y no solucionan nada… todo esto pasa porque no hay cultura de propiedad creemos que esto no es nuestro por eso bajamos la ventana y votamos el papel porque como esto no es nuestro. En este país el estado existe y no existe, existe para cobrar impuestos, IVA, valorización pero no existe para dar seguridad social, empleo, seguros médicos, educación de calidad, y los colombianos nos hacemos cada vez más materialistas, el termino pesimismo colombiano, de las costumbres que poco han cambiado del ’97 al 2016, al contrario, la división de clases sociales es cada día más fuerte, el respeto por la constitución es el mismo respeto que le tiene un ateo a Dios. El derecho a la vida, el derecho a la soberanía, a la vida, la educación… todo colombiano nace con sus derechos fundamentales pero hasta qué punto es malo matar, o hasta qué punto es malo robar, todo ha pasado y sigue pasando en este país; donde nos sorprendemos porque alguien dice “hijueputa” en  televisión pero no nos sorprendemos por la cantidad de niños muertos por hambre en la Guajira o las pequeñas subvenciones robadas en el Cesar, y aunque reine la doble moral que tiene su fuente en las mismas mentiras “piadosas” que dicen los mal llamados funcionarios al cual el pueblo les rinde pleitesía, Garzón vio en los jóvenes esa luz y ese camino por el cual un país puede empezar a enderezar su maltratado camino.

Por ejemplo, la tutela siendo un instrumento tan eficaz y tan “peleadísimo”, como dijo Garzón, no hacemos buen uso de ella y no la aprovechamos; en resumidas cuentas, nos limitamos a quedarnos callados viendo como las cosas suceden y pasan pero no hacemos nada, precisamente por aquella cultura que decía este personaje tan admirado: “Porque como esto no es mío, como esto no va conmigo”. Ahora bien, se habla “bonito” de la constitución pero hemos ignorado lo que hay escrito en ella a lo que realmente pasa en la vida cotidiana y por ejemplo el caso de la traducción de los indígenas wayúu al artículo 11 que dice: “Nadie podrá ser sometido a pena cruel, trato inhumano o desaparición forzada” y lo que ellos entendieron, según su lengua fue: “nadie podrá llevar por encima de su corazón a nadie, ni hacerle mal en su persona aunque piense y diga diferente”, con solo este articulo dice él, con tan solo esta frase podemos salvar el país, y en mi opinión nadie tendría más razón.

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