Carta del jefe piel roja Seattle al presidente de EE.UU

TITULO:

 Carta del jefe piel roja Seattle al presidente de EE.UU

INTRODUCCION:

 Existe una muestra de la diferente concepción del mundo, una representada por los pieles rojas, para los cuales la naturaleza es sagrada, y la civilización moderna, que ve las cosas en términos económicos.

IDEA CENTRAL: 

El jefe piel roja explica su concepción del mundo de manera muy profunda, haciendo una descripción con sabiduría cada elemento de su territorio y ante la posible venta de sus tierras, prometiendo crear una reserva para el pueblo indígena. Sin embargo la respuesta del jefe Seattle ha sido descrita como la declaración más bella y más profunda jamás hecha sobre el ambiente, convirtiendo en un documento que resulto profético

PROBLEMATICA:

El hombre blanco, las caras pálidas como las llama el autor no entienden el modo de vida de las pieles rojas. Son extranjeros que llegan por la noche a usurpar de la tierra lo que necesitan. Tratan a la tierra como enemiga, como si fueran cuentas de collares que intercambian por otros objetos

ANALISIS CRÍTICO:

El planeta tierra es nuestro gran hogar, exactamente no sabemos desde cuándo ni por qué razones, pero es el lugar donde se ha desarrollado nuestra vida como seres humanos desde tiempos remotos. Todos deberíamos pensar eso, sin embargo, algunos apenas lo podemos notar; pensamos que nuestras casas, muy pequeñas respecto a nuestro planeta, son todo lo nuestro que deberíamos cuidar. Y ese es nuestro principal error.

Como sociedad construimos tantas ciudades, tan grandes que, a veces, no somos ni capaces de ver el paisaje en el que vivimos. Somos tan poco responsables en nuestra proliferación que cada día el planeta se puebla más y se hace frágil y pequeño para nuestra sociedad. La humanidad crece exponencialmente poniendo en peligro su equilibrio y supervivencia de modo casi inexorable. Seguimos contaminado tanto la atmosfera que en la actualidad ni a las estrellas podemos observar en su máxima plenitud por la contaminación del aire y, en general, nos perdemos de disfrutar la naturaleza en todo su esplendor. Nos gusta estar rodeados de imponentes ciudades con grandes centros comerciales con grandes industrias, y no somos conscientes que para su obtención tuvo que destruirse bosques, hábitat de animales, y, sobre todo, se tuvo que sacrificar un pedacito de vida en nuestro planeta, la misma vida desde donde subsistimos.

La lista de cosas que prueban el poco cuidado del hombre para con su hogar, el planeta tierra, es inmenso y cada vez aumenta más. La identidad del hombre como habitante de su planeta se ha ido perdiendo a lo largo de la historia, se ha vuelto consumidor compulsivo de los recursos planetarios sin pensar en los límites que estos tienen.

Como fue posible que nuestra cultura haya perdido de tal manera el amor y respeto por el lugar donde hacemos posible nuestra subsistencia. Talvez es porque no vemos la magnitud de nuestros actos, aceptamos entonces de manera pálida que solo sentimos cuando vemos, es como aceptar el hecho de limpiar nuestra habitación juntando debajo de la cama toda la basura a la vista, en algún momento la basura ya no cabrá más.

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