Casa De La Estrella

Museo Casa de la Estrella.

Historia.

Fue construida por los españoles en 1664 para el funcionamiento del Hospital San Antonio de Padua; en esta hermosa casona, que para principios del siglo XVIII ocupaba toda la manzana, se reproducía fielmente el modelo colonial para los hospitales conforme con el Sacro Concilio de Trento, y se cumplía el dictamen pronunciado bajo las Leyes de Indias en la conquista del Territorio Americano. Su nombre de Casa de la Estrella surge en referencia a un local llamado “La Estrella Roja” ubicado en la esquina opuesta de la calle donde se encuentra, permitiendo una referencia estable del momento histórico.

De acuerdo a las descripciones documentales de 1769 y 1804, el entonces Hospital San Antonio de Padua, construido en tierra pisada y rafas de mampostería, tenía capilla con acceso directo a la calle y comunicación con el Salón de los Enfermos. Según los documentos de la época se manifestaba “… Que en cuanto así los hospitales que no fueron conventos han de tener sagrario e iglesia abierta, campana; y un cementerio…”

En su primera etapa el hospital estuvo bajo la dependencia de las autoridades eclesiásticas. Las rentas del hospital provenían casi en su totalidad del noveno y medio de los diezmos y al igual que las demás instituciones asistenciales de la provincia tenía la obligación de entregar al Hospital de San Pablo de Caracas, la décima parte de sus rentas.

En sus inicios el personal del hospital estaba formado por un médico, un practicante, una cocinera y un sirviente, cedido por el mayordomo de la casa. La capilla era dirigida por uno de los sacerdotes de la iglesia parroquial. El mayordomo asumía la dirección y administración del hospital y tenía la facultad de designar al médico y de adquirir las medicinas, ya que para la época, ni el hospital ni la ciudad tenían botica o dispensario de medicamentos.

Durante el siglo XIX La Casa de la Estrella acogió actividades distintas a su función como hospital. En sus espacios se reunió el Congreso Constitucional de 1812 y 1830; y el Colegio Nacional de Carabobo elevado a finales del siglo a la condición de Colegio Federal de Primera Categoría. Sin embargo, su labor como centro asistencial no cesaría, fue incluso Hospital de Sangre durante los periodos de confrontación bélica, y como Hospital de la Caridad, presto sus servicios en la formación de estudiantes de medicina que ejercían prácticas en sus aulas.

Después de la apertura de la Universidad de Valencia en 1894 el número de estudiantes que participan en las labores del hospital aumentaría, llegan a alcanzar hasta 70 pacientes hospitalizados.

Durante su época de dependencia del Consejo Municipal, fue presidente del mismo uno de sus médicos, el doctor Luis Pérez Carreño. Sin embargo, sus ideas modernizadoras

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