Casa Romana
Enviado por stacycherliz • 30 de Noviembre de 2012 • 2.480 Palabras (10 Páginas) • 476 Visitas
LA VIVIENDA ROMANA
Cuando la vida urbana está muy desarrollada en una civilización es porque ésta ha alcanzado un grado de complejidad que se manifiesta en la gran diversidad de actividades existentes en la sociedad, entre cuyos miembros hay diferencias económicas y sociales importantes. Un símbolo de las mismas suele ser la vivienda que se ocupa.
El origen de la casa se encuentra en las antiguas construcciones de cabañas de los primitivos pobladores de Roma. Las casas eran de planta circular o cuadrada y tenían un agujero en el centro del techo para dejar salir el humo del hogar. Estas cabañas eran de madera y materiales perecederos. Cuando Roma se fue convirtiendo en una ciudad y se utilizaron materiales más seguros y permanentes, las casas urbanas tradicionales se construyeron con habitaciones (dormitorios, cocina, baño, etc.)
Entre los romanos no existió un único tipo de casa, sino que la variedad fue grande, como lo es en la actualidad, en función de las clases sociales de cada persona. Entre ellas se encuentran:
La casa o vivienda básica romana: es la más antigua, habitual y pobre de las construcciones utilizadas para vivir dentro del mundo romano.
La vivienda señorial romana o domus: era el domicilio de los personajes relevantes dentro de cada ciudad.
La insula: es un ejemplo de una casa urbana popular. Se puede decir que es la base del origen de nuestros edificios de viviendas actuales.
Las villae: edificaciones realizadas fuera de las ciudades, bien con el fin de gestionar una explotación ganadera o agrícola -villae rustica-, o como lugar de descanso de personajes destacados -villae urbana-.
En este trabajo no tomaremos en cuenta la tipología de casa multifamiliar, sino mas bien la casa monofamiliar, la Domus romana, la cual tiene como antecedente la casa griega de peristilo.
La casa griega se organiza alrededor del peristilo, patio interior rodeado de columnas. Algunas de estas casas tienen patios con pórticos interiores y en ciertos casos rodeando totalmente al patio. Las habitaciones suelen distribuirse en dos pisos y el patio se caracteriza por la presencia de galerías con columnas que permite la entrada de luz y aire.
La domus romana se concentra en torno al atrium, amplio espacio exterior cuya parte central se encuentra descubierta, y se puede afirmar que el patio pasa a ser parte primordial de la vivienda romana, cumpliendo al mismo tiempo una función climática significativa, puesto que durante el día permitía disipar el calor y dar sombra, y en la noche ayudaba a acumular el aire fresco y daba un espacio de intimidad a los miembros de la familia.
Obviamente existen puntos en común entre el atrio y el peristilo, ambos proporcionan los mismos servicios de aireación, iluminación; sin embargo los dos elementos difieren profundamente, tanto en relación a sus funciones sociales como en su concepción arquitectónica. En la casa griega, el patio de peristilo permite la ubicación y desarrollo de largas filas de columnatas; estaba generalmente enlosado y en él no existía una orientación espacial específica, ya que está vuelta hacia adentro, hacia sí mismo. A diferencia de la domus, la cual se alinea sobre un eje direccional, poniéndose en una relación particular con el espacio, según un principio de axialidad.
La casa romana, contiene en su organización diferentes niveles de la compleja vida privada de un miembro destacado de la sociedad republicana o imperial. El espacio doméstico no se organiza en función de una lógica derivada de necesidades privadas, sino que es él mismo un producto social.
Existen en la domus lugares destinados a la familia que son de carácter estricto, el dueño de la casa, la esposa e hijos. La estructura familiar se amplia con algunos parientes y todos los domésticos y esclavos, designados con el término característico de familia, y entre los que se distingue cuidadosamente a los vernaculi, o sea a los que han nacido en la casa.
Los esclavos no tenían asignado un lugar específico en la domus, se hechaban en el piso para dormir, cerca de la cocina o vigilando el sueño de los amos.
Una de las costumbres romanas más interesantes vinculadas con la distribución de la vivienda es el banquete. Tenía muchísima importancia para todos los romanos, especialmente los de clase alta. El romano demuestra en él su estilo de vida, su cultura, sus amistades. El festín constaba de dos partes -de manera similar al banquete griego- en la primera sólo se comía, sin beber; en la segunda, la más importante y prolongada, se bebe y constituye el banquete propiamente dicho.
El significado del banquete va más allá de eso. Las conversaciones que se producían se esperaba que fuesen en torno a consideraciones generales; es considerado como una manifestación social más que una ocasión para los placeres del vino, y por esos precisamente acabó por dar lugar a todo un género literario, el del "banquete" en que gente culta abordaban temas de alta cultura.
En la casa romana se practicaban muchas otras actividades más heterogéneas, en las que hoy en día parecen estar relacionadas con la vida pública, como lo es el acto de celebración de la visita de la clientela. Los clientes se vinculaban al padre de familia para conseguir favores o en agradecimiento a ellos. El dueño de casa, por su parte, adquiere prestigio. Los clientes piden protección al patrono para hacer una carrera pública, o de negocios. De acuerdo a su rango se los va admitiendo en el interior de la domus por orden de jerarquía.
Con respecto a la arquitectura de la vivienda de los romanos se conoce mucho mejor que las de los griegos debido a que la erupción del Vesubio conservó en muy buen estado varias ciudades y pequeños pueblos en Pompeya y sus alrededores.
Distribución espacial:
Las estancias más representativas son:
Fauces. Se trata de la entrada principal de la vivienda, el corredor que comprende desde la puerta hasta el atrio. En el suelo solía existir un mosaico de bienvenida para el visitante o una advertencia para el intruso.
Atrio. Es una de las estancias principales de la casa ya que actúa como eje vertebrador del espacio interior de la domus. Aunque existen diversas tipologías, con asiduidad el atrio presentaba forma cuadrangular o rectangular desde la que se podía acceder a dependencias situadas en dos de sus lados y una tercera entrada de mayores dimensiones que llevaba directamente al peristilo o una de las habitaciones más representativas de la vivienda, el tablinum. El atrio era el lugar de reunión familiar y podía contener un pasillo porticado que lo recorría en su totalidad. Las aguas de los tejados derivaban la lluvia hacia el interior
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