Causas De La Revolucion Industrial

CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

En primer lugar me parece adecuado indicar como uno de los posibles antecedentes la desamortización de las tierras monásticas ordenada por Enrique VIII, cuya propiedad pasaría a estar ahora en manos de la aristocracia de la época. Quizás sea preciso destacar que tal aristocracia británica se vería sumida en al menos cuatro procesos de renovación entre los siglos XVI-XVII, ``evolucionando´´ en relación a sus homónimos europeos y superando ese miedo a la inversión y a los ``oficios viles y mecánicos´´.

Posteriormente ya en el siglo XVII la ``Revolución Gloriosa´´ de 1688 logró deponer a Jacobo II y junto a este el absolutismo, en beneficio de Guillermo de Orange y los Parlamentarios. La consecuencia de esto fue el recorte de poderes de la monarquía y la entrada en el Parlamento de la burguesía y la aristocracia que comenzarían a legislar en pos de sus intereses.

La revolución agrícola influyó sobremanera en Gran Bretaña, introduciéndose gran cantidad de cambios como por ejemplo la rotación de cultivos, la introducción de nuevas variedades como el maíz, la patata… Esto supuso una mayor disponibilidad de alimentos y la erradicación de las crisis de subsistencia, lo que tiene como consecuencia un gran aumento demográfico. La ley de campos cercados (Enclousers Acts) suponía la desaparición del anterior modo de propiedad, consistente en el aprovechamiento comunal de las tierras, y en su lugar estas tierras pasarán a manos privadas. Todo esto supone un gran éxodo rural hacia la ciudad de campesinos empobrecidos que servirán de mano de obra barata para la incipiente industria. Además el nuevo modelo de propiedad privada de las tierras comenzará a generar unos excedentes económicos que serán reinvertidos en la industria.

El colonialismo, el comercio marítimo y el tráfico de esclavos también generarían cuantiosos beneficios para la burguesía y la aristocracia que de la misma forma serían reinvertidos en esta nueva actividad.

Por último sería preciso destacar la gran cantidad y calidad de infraestructuras de las que estaba dotada Gran Bretaña como carreteras, puertos, canales… que favorecieron el comercio, así como un sistema de diligencias rápido, barato y eficaz.

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