Causas políticas. La corte de Isabel II era más tiránica, corrupta e intransigente.
Enviado por supercell19 • 4 de Abril de 2017 • Apuntes • 2.721 Palabras (11 Páginas) • 233 Visitas
EL SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868-1873)
Se denomina Sexenio Democrático al período comprendido entre la revolución que origino la caída de Isabel II y la posterior restauración de la monarquía en la persona de Alfonso XII, hijo. Sucedieron diferentes regímenes: un gobierno provisional, una regencia (Serrano), una monarquía (Saboya), una república (2 etapas: federal y centralista) y un epílogo autoritario (Serrano); a lo que hay que unir la tercera Guerra Carlista, la guerra separatista de Cuba, el surgimiento del movimiento obrero y el movimiento cantonalista. Pero esto no era sino un proceso de consolidación del régimen liberal en España, intento de implantar un liberalismo democrático, extender la participación política a las clases medias y populares, y el protagonismo de los partidos progresistas, demócratas y republicanos.
La crisis de la monarquía: 1868-1969.
Fue debida a la unión de diferentes motivos:
- Causas económicas. Una crisis presupuestaria llevo a una pérdida de confianza comercial, una crisis en la expansión del ferrocarril y otra algodonera (a causa de la guerra civil americana) con alto nivel de desempleo y el alza de los precios.
- Causas políticas. La corte de Isabel II era más tiránica, corrupta e intransigente.
- Causas sociales. Una situación insostenible de las clases populares con malas cosechas y enfermedades, y los militares se manifestaban por su situación.
La gloriosa y el Gobierno Provisional.
A la muerte de Narváez (1868), la corona española se encontró en una profunda crisis poniéndose un gobierno temporal que adoptó medidas de represión contra políticos y militares sospechosos. La inclinación de las preferencias de la corte hacia los moderados provocó la enemistad de los progresistas hacia el sistema y hacia la Corona. Los preparativos revolucionarios llegaron a su madurez en septiembre mientras la reina y la corte veraneaban en San Sebastián, mediante un pronunciamiento del ejército que se convertía en instrumento del cambio político, era al estilo clásico no una revolución popular.
En Cádiz, la Armada de Topete, se sublevó y contó con el apoyo de los generales Dulce, Zabala, Prim y Serrano, anunciando el destronamiento de Isabel II. Con ellos se inició la revolución La Gloriosa, nuevo intento de la burguesía y de gran parte del pueblo por instaurar un sistema democrático.
Las revueltas se extendieron por el país. Los ejércitos sublevados en Andalucía avanzaron hacia la capital y tras derrotar a las tropas isabelinas en Puente de Alcolea, no encontraron obstáculo y entraron en Madrid. Ante esto, el presidente del Gobierno sugirió a la reina su destierro tras conocer el fracaso de sus tropas en Alcolea, cosa que así hizo.
Con ello consiguió un periodo de paz en el cual se tomaron decisiones: restauración por decreto del sufragio universal y la convocatoria de Cortes Constituyentes. Con ello triunfó el liberalismo radical bajo la Soberanía Nacional y el sufragio universal.
En las elecciones participaron: unionistas (con Serrano), progresistas, demócratas monárquicos, republicanos, unionistas dinásticos (Cánovas del Castillo buscando el reinado de Alfonso XII) y los tradicionalistas. Vencieron los demócratas monárquicos al ir coaligados. El primer acuerdo fue ratificar el poder del Gobierno Provisional hasta redactar la nueva Constitución, pero se debía debatir la forma de gobierno, la monarquía, libertad de cultos, etc.
La Constitución de 1869.
Reconocía la monarquía constitucional, con un sistema bicameral (Senado y Congreso) y establecía la división de poderes: legislativo en las Cortes, ejecutivo en el rey pero ejercidos por ministros, y el judicial en los tribunales. Desarrollaba una amplia declaración de los derechos humanos garantizados por el derecho constitucional, mayor autonomía local, sufragio universal masculino, etc.
Esta constitución fue la más liberal y la primera democrática hasta entonces.
Como la reina estaba huída, se nombro como regente al general Francisco Serrano y Prim se convirtió en Jefe del Gobierno, mientras se buscaba nuevo rey. Mientras tanto debían buscar solución al problema independentista iniciado en Cuba (con el Grito de Yara) pero surgieron problemas de sublevaciones de republicanos en Andalucía.
Votada y aprobada la Constitución monárquica aumentó la duración del Gobierno Provisional y permitió que creciera la oposición republicana y carlista. Finalmente el hijo de Víctor Manuel II, Amadeo de Saboya fue elegido.
Reinado de Amadeo I de Saboya (1871-1873)
Amadeo de Saboya cumplía todos los requisitos: pertenecía a una casa real, era católico y su elección no inquietaba ni a Francia ni a Prusia. Fue rey el 16 de noviembre de 1870, por un escaso margen de votos; se le unió el asesinato de Prim del que fueron acusados los carlistas, los que estaban a favor de la candidatura de los Montpensier y los anti-independentistas cubanos.
Amadeo llegó sin su más firme apoyo (Prim) y se mostró dispuesto a cumplir escrupulosamente con el papel de rey constitucional, pero las fuerzas políticas del régimen, divididas, fueron incapaces de asegurar la estabilidad política. Oposición de republicanos, de carlistas, de partidarios de una restauración borbónica, de la Iglesia, los sectores industriales, etc.
Dos años después de su llegada, decepcionado por el curso que había tomado la política, presento su Acta de Abdicación de la Corona de España y regresó a Italia. Proclamando ese día, el Congreso y Senado, la Primera República.
La Primera República.
La Primera República intentó consolidar el sistema democrático pero no lo logró en sus solo 11 meses de vida. La idea republicana no contaba con suficiente apoyo en el país, además los grupos dirigente no tenían experiencia de gobierno, no existían auténticos republicanos entre la clase política y se encontraban divididos entre unitarios y federalistas.
El nuevo régimen se vio obligado a enfrentarse a graves problemas que provocaron su inestabilidad y su fracaso. La república fue una búsqueda desesperada a la crisis provocada por la renuncia de Amadeo al trono, y no había mayor sentimiento republicano, pues gran parte era monárquico. Todo ello aislaba al país del ámbito internacional.
La corta duración de los mandatos presidenciales de la Republica, dada por la inexperiencia de gobierno de los presidentes y por la división republicana entre unionistas y federalistas, da una idea del clima de confusión en que se desarrolló.
En 1873 fue elegido presidente Estanislao Figueras (no federalista) que duró 4 meses, período que reunió Cortes Constituyentes para una nueva Constitución. Una vez constituidas las Cortes la presidencia cayó sobre Francesc Pi i Margal (federalista) que pretendía convertir a España en una República Federal.
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