Cinco Conferencias Sobre Psicoanálisis Olitica Educativa 1
Enviado por zadetyra • 4 de Febrero de 2014 • 280 Palabras (2 Páginas) • 355 Visitas
Tu temperamento dominante no lo permite. En los últimos años
eso lo explicabas atribuyéndolo a tu nerviosidad cardíaca, pero yo no
puedo decir que alguna vez haya sido esencialmente distinto; cuanto
más, esa nerviosidad cardíaca es para ti un pretexto para ejercer tu
dominación, ya que tomarla en cuenta obliga al otro a ahogar forzosamente
el último intento de contradicción. No se trata de un reproche,
por supuesto, sino de la comprobación de una realidad. Por ejemplo, en
el caso de Ottla: "con ella es imposible hablar, en seguida le salta a uno
a la cara"; eso acostumbras a decir, pero en realidad ella, por principio,
no ataca; confundes el asunto con la persona; es el asunto el que te
ataca, y tú decides inmediatamente acerca de él, sin reparar en la persona;
lo que después pueda alegarse sólo conseguirá aumentar tu irritación,
pero jamás convencerte. Sólo se te oye decir después: "Haz lo
que quieras, para mí eres libre, eres mayor de edad, no tengo por qué
darte consejos"; y todo ello, con ese tono de voz ronco, terrible expresión
de la ira y de la condenación total, ante el cual tiemblo hoy todavía,
aunque menos que en la infancia sólo porque el sentimiento de
culpa, exclusivo del niño, fue parcialmente remplazado por la comprensión
de nuestra mutua impotencia.
"La imposibilidad de una relación apacible tuvo otra consecuencia
más, sin duda natural: perdí la costumbre de hablar. De cualquier
manera, nunca seguramente hubiera llegado a ser un gran orador, pero
hubiese dominado el lenguaje humano con fluencia normal. Pero desde
muy temprano tú me prohibiste la palabra; tu amenaza: "¡ni una palabra
de protesta!" y la mano levantada al mismo tiempo, me acompañan
desde siempre. Adquirí una manera entrecortada, tartamudeante de
hablar en tu presencia (cuando se trata de tus asuntos, tú eres un exce
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