Commines hace consideraciones sobre el equilibrio político a principios de la Edad Moderna..

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                              Història Moderna

                              Gutiérrez de la Vega, Mariano. NIUB 25033234

                              Grup B1  

                                                COMENTARIO DE TEXTO

Commines hace consideraciones sobre el equilibrio  político a principios de la Edad Moderna.

(págs. 403 y 404)

Estamos ante un texto del tipo informativo,  propio de unas memorias escritas por su autor: Felipe de Commines (1447-1511),  de una manera impersonal y objetiva, donde prima más el sentido del traspaso de ideas y conceptos que las formas literarias,  que guardan su justa medida,   para establecer una relación creíble entre todos sus elementos.

Por su contenido este párrafo está impregnado de referencias a la política internacional de su época, que no hacen más que reafirmar la idea principal del texto, y de que manera se establece,  como una consecuencia de ello, el equilibrio político a principios de la Edad Moderna.

El autor de esta crónica de memorias comenta sucesos que como espectador minucioso y  contemporáneo de los mismos,  va describiendo. Es en si mismo,  una fuente primaria de los acontecimientos que se explican.

Es este un claro texto histórico que hace referencias a hechos y acontecimientos concretos muy circunstanciados a un periodo delimitado de la historia de Europa, sus naciones y pueblos. Es también  a su vez,  un tratado político y filosófico que define los acontecimientos como resultante lógica de una tesis pre-establecida: “La lucha entre contrarios” como auténtico motor de la historia.

Este párrafo, secuencia de una obra mayor: “Las memorias de Commines”, en concreto a una primera parte de ésta,  compuesta de seis libros (capítulos) y escritos entre 1466 y 1483; nos ilustra sobre la lógica que mueve las relaciones políticas de las naciones europeas en el renacentista siglo XV. Es un periodo convulso y de plena efervescencia político-social, en un momento de lucha feroz entre un mundo el medieval,  que aunque agoniza es aún hegemónico,  y las emergentes tendencias políticas del Renacimiento. Como todos los países de Europa encuentran su “Lugar bajo el Sol” obedeciendo a tendencias centrífugas contrarias, en una extraña mezcolanza entre expansión y contención.

Felipe de Commines es un historiador dotado de una inteligencia fuera de toda duda, producto de ser un hombre intelectual de su tiempo, polifacético y mundano; capaz de reconocer en los personajes que describe sus auténticas razones, útiles a la hora de poner “negro sobre blanco” sobre las cuestiones más difíciles de su época. Nada en el es fortuito o dejado al azar, sus escritos están basados en fuentes fidedignas que acostumbra a citar. Como buen científico busca la verdad en los temas que trata, no dejándose llevar por las pasiones del alma que ciegan el juicio justo, siendo lo más aproximado a los hechos que expone que puede o sabe. Posiblemente algunos detalles concernientes a los hechos que describe hallan sido deliberadamente omitidos, aquellos en los que participó en su condición de diplomático de profesión, es una forma inteligente de que el lector de sus textos no predisponga una cierta animadversión contra él o sus opiniones.

Sus obras van generalmente destinadas en calidad de aleccionadoras a príncipes y gobernantes, algo parecido a la obra de Tomás Maquiavelo “El Príncipe”, aunque en Commines prime más un tono más suave en las formas (que no en los contenidos), que en el caso del insigne florentino.

Felipe de Commines es un escritor francés de origen flamenco, considerado como el primer escritor definitivamente moderno, con un olfato para el análisis político de su momento fuera de lo común.

Nacido en una familia adinerada y entroncada con la más rancia nobleza flamenca, en donde sus ancestros ocuparon puestos de significación dentro del poder. No obstante a la muerte de su padre heredó un patrimonio lleno de deudas, logrando sobrevivir como protegido de  Felipe el Bueno,  duque de Borgoña, que era su padrino. Después de participar en varias batallas con diferente fortuna, hacia 1468 Commines reaparece como caballero en la casa de Borgoña, llegando a ser chambelán y hombre de la máxima confianza del duque borgoñés Carlos “el Temerario”. Con Carlos “el Temerario” Felipe de Commines alcanzó los más altos destinos en la política diplomática del momento, estando presente en muchas decisiones históricas importantes. Más adelante, y por razones poco claras,  traicionó el favor de su señor y entró a colaborar en la cancillería de Luís XI de Francia, que le colmó de dinero y honores. A la muerte de éste cayó en desgracia ante sus sucesores de los que perdió el favor, momento que dedicó a escribir sus Memorias.

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