Como Ha Evolucionado La Enseñanza De La Historia En México
Enviado por Gauffeny • 9 de Febrero de 2014 • 2.769 Palabras (12 Páginas) • 621 Visitas
COMO HA EVOLUCIONADO LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA EN MEXICO.
Para comprender lo que acontece en el mundo, sus cambios constantes y sus problemas políticos, económicos, sociales y culturales, es necesario mirar y encontrar explicaciones en el pasado. Es común que los alumnos y las alumnas de educación secundaria piensen que el presente es lo único que tiene significado; por ello, la enseñanza de la historia adquiere relevancia, pues aporta los conocimientos y desarrolla las habilidades, las actitudes y los valores que permiten encontrar respuestas a las interrogantes del mundo de hoy. Así, uno de los propósitos principales de los programas de Historia 2006 para la educación secundaria es que los adolescentes desarrollen el pensamiento y la conciencia histórica, para que comprendan las sociedades de nuestros días y participen en el mundo contemporáneo, de manera informada y responsable.
Mediante el aprendizaje de la historia, los alumnos comprenden hechos pasados, explican sus causas y consecuencias, sus cambios y continuidades a lo largo del tiempo, y su influencia en el presente. Gracias a ello no sólo conocen la ubicación temporal y espacial de los grandes procesos y sucesos históricos, también van conformando su identidad individual y colectiva, mediante el conocimiento de la cultura propia y la de otros pueblos del país y del mundo.
Los estudiantes que ingresan a la escuela secundaria han estudiado, en su paso por la educación primaria, los principales acontecimientos tanto de la historia de México como de la historia mundial; sin embargo, requieren profundizar estos conocimientos, del país y del mundo. Por otra parte, en el nivel secundaria habrán de continuar con el desarrollo de habilidades que les permitan manejar información histórica, para explicar los sucesos y procesos con una postura crítica. Concebir así la enseñanza de la historia implica una forma diferente de trabajar y organizar los contenidos, con estrategias didácticas innovadoras que acerquen a los alumnos y despierten en ellos el interés por el estudio de la disciplina. Más que pretender una revisión exhaustiva de la historia de la humanidad, resulta necesaria una selección de temas y acontecimientos históricos, a partir de los cuales el maestro promueva en sus estudiantes la comprensión del tiempo y el espacio históricos; es decir, acercar a los adolescentes al análisis de las sociedades en el pasado y presente, desde una perspectiva que les facilite ubicar temporal y espacialmente, los principales acontecimientos. También implica el desarrollo de habilidades para hacer uso de la información histórica de manera crítica y sistemática. Esta forma de diseñar y desarrollar el currículo permite, además, la formación de una conciencia histórica para la convivencia, pues promueve el reconocimiento de los valores universales y de la diversidad cultural.
De acuerdo con estos considerandos, los programas de estudio de la asignatura de Historia responden a demandas actuales para la formación de los alumnos: conocer el pasado para entender el presente, fortalecer la conciencia histórica y la identidad nacional y entender la historia, no como una secuencia de hechos y nombres relevantes, sino como procesos de continuidad, ruptura y cambio social. Los dos cursos de historia planteados en el currículo están construidos con esta orientación, con una visión articulada entre sí y con los contenidos precedentes del nivel educativo anterior. Se incluyen todos aquellos contenidos que son fundamentales para que los alumnos valoren sus raíces, analicen críticamente la cultura, la sociedad y la política de nuestro país, en sus diferentes periodos y en contraste con la evolución de otros países del mundo.
Tradicionalmente, en los programas de historia de educación básica se daba prioridad a la transmisión de datos, a la repetición de nombres de los personajes destacados y de sus hazañas políticas y militares, lo cual propiciaba un aprendizaje, sobre todo, memorístico. Entonces, no se enseñaba a los alumnos a pensar históricamente; es decir, a ubicar y comprender los hechos que se han suscitado en un espacio y un tiempo determinados, ni a establecer relaciones causales y comprender los procesos históricos. En México, en 1993 la Secretaría de Educación Pública reformó los planes y programas de estudio, y restituyó la enseñanza de la historia como asignatura específica.
La reforma representó un cambio favorable, ya que adoptó un enfoque formativo para la enseñanza de esta disciplina. No obstante, durante los últimos lustros los maestros han señalado una serie de problemas que afectan la enseñanza de la asignatura; entre otros:
• La gran cantidad de contenidos temáticos propicia un aprendizaje basado en la adquisición de información, limita el tratamiento profundo de los contenidos y dificulta la aplicación del enfoque formativo.
• Aunque los maestros conocen el enfoque de la asignatura, generalmente no lo aplican; por lo tanto, es frecuente que prevalezcan estrategias de enseñanza tradicionales, como la exposición oral, el dictado, el copiado y la evaluación centrada en la memorización.
• La duración de los módulos, de 50 minutos (y en algunos casos de 40 y hasta 35 minutos), obstaculiza el trabajo interactivo entre alumnos y maestros, y limita las posibilidades de llevar a cabo actividades para desarrollar nociones, habilidades, valores y actitudes, las cuales requieren de mayor tiempo para su aplicación en el aula.
• La repetición de contenidos de primaria en secundaria, sin mayor profundización, provoca desinterés en los alumnos y dificultad para motivarlos.
• No se ha promovido cabalmente el desarrollo de actitudes y valores que contribuyan tanto al cuidado y a la conservación del patrimonio cultural como a la convivencia en una sociedad culturalmente diversa.
• Existe poca reflexión sobre el qué, para qué y cómo de la enseñanza de la historia.
• Los libros de texto son considerados como la única fuente de consulta, la cual define lo que habrá de estudiarse.
• Desconocimiento de los recursos de apoyo con que cuentan las escuelas (Bibliotecas Escolares y Bibliotecas de Aula, entre otros) y, en consecuencia, su desaprovechamiento en el aula.
• Ausencia o insuficiencia de material didáctico para apoyar la práctica docente de la asignatura.
• La necesidad de formación y actualización permanente, tanto en el aspecto disciplinar como en el didáctico. También es preciso mencionar que esta serie de problemas se asocian con ciertas dificultades de los adolescentes en el aprendizaje; por ejemplo:
• Dificultad para comprender el pasado remoto.
• Su comprensión de nociones y conceptos históricos es limitada.
• Dado que tienen una
...