Conceptos De Modernización Y Civilización En Los Contenidos De La Historia Moderna (Dussel, Kamen, Gruzinski)

¿Es ‘Europa’ un concepto definido, que afirme a responder los desafíos de la época moderna? ¿La herencia de la Europa Medieval, esbozan el sentido de pertenencia sobre lo que es occidente? Asimismo, ¿cómo entendemos la ‘occidentalidad’ en el ideal de modernidad del mundo moderno? Bajo estos primas, intentaremos esbozar un tipo de respuesta que nos permita entender la finalidad de Europa como un centro-imaginario civilizatorio, de pleno desarrollo (intelectual, social/costumbre, tecnológico, etc.), casi sacro, por sobre la personificación que toman los no-europeos; vale decir, quienes no pertenecían a la élite de la ‘Europa moderna’ o bien, quienes estaban fuera de ella, los bárbaros. Empero, debemos preguntarnos primeramente, ¿qué entendemos por Europa?

Europa nace de la mitología griega; en el esplendor de la primera gran cultura occidental, la civilización griega. Sin embargo, “esta Europa venida del Oriente es algo cuyo contenido es completamente distinto a la Europa “definida” ; esto porque más que especificarlo a un área geográfica-continental específica (como continente propio), Europa es más bien la cola del Asia. Hoy, por el contrario, la abstracción de la ‘Europa’ moderna comprende a todo lo que rodea por el norte y el oeste de la actual Grecia , lo que alguna vez para los griegos, fue lo no-griego, lo bárbaro.

Ergo, podemos distinguir y asumir que Europa, como concepto imaginario-ficticio es abstracto, en constante construcción; un proyecto donde tradiciones y herencias responden los desafíos y racionamientos acarreados a la Edad moderna. Así, por ejemplo vemos que en esta Edad, sucede la idea de la democracia ateniense reformulada a la necesidad de imponer un orden y una homogenización en la gestación del Estado-nación; o bien, a la distinción misma de un cristianismo que esboza su ideal entre lo occidental (Europa latina) y lo oriental (Europa griega y del Este) y que hoy caracteriza a los mundos católicos romanos y los católicos ortodoxos, respectivamente. La Europa moderna y actual cierne su filosofía de ‘modernismo’ a partir del desarrollo y del progreso, el racionalismo (alteridad) y el individualismo como forma de emancipar de la minoría, del atraso, casi del arcaísmo.

De este modo, vemos claras razones para hacer distinciones entre oriente y occidente: una prefiguración que con posteridad mostrará una antípoda entre ambos ‘mundos’. Donde tradiciones, costumbres, religiones, lenguas, modernización, etc. verán a oriente en desmedro de occidente ; pues la ‘occidentalidad’ se yuxtapondrá al atraso del Este en un desarrollo político, económico, cultural y social visto en la conquista de la tecnología y la innovación de la misma . El occidental verá todo el poder recibido de esta tecnología y la utilizará con toda su fuerza en las conquistas ultramarinas: él verá a Europa como el centro del mundo, él acaparará poder y riqueza, a él yugan el control y la vida de las periferias (resto del mundo).

Será esta Europa latina y cristiana quien heredará los influjos bajo medievales de centro-periferia y el marcado carácter individualista, que posteriormente evolucionará a un status de exaltación y superioridad eurocentrista. Es ahora, cuando el proverbio alemán torna a su más amplio significado: “en el mano el sombrero, se pasa el mundo entero”. El mundo obedece al patrón que es Europa y pasa a formar parte del concepto de ‘mundialización’, donde el mundo depende directamente de Europa y esta, del mundo: los conceptos de civilización y modernización van madurando, al punto de implantar esta racionalización por medio de la no-racionalización, es decir, por medio del apremio, la violencia, hasta la matanza.

Modernidad y civilización no se pueden entender el uno sin el otro. Esto, porque el ‘proceso civilizador’ es una reacción de la modernidad misma. Por otro lado, “la Modernidad es una emancipación, una “salida” de la inmadurez por un esfuerzo de la razón como proceso crítico, que abre a la humanidad a un nuevo desarrollo del ser humano” . Ambos conceptos fusionan para determinar que “el “nosotros” son los europeos, y los “otros” somos nosotros, los pueblos del mundo periférico” y dar sentido al alteridad. La modernidad unida a la urbanidad, constituye un ideal de ciertos comportamientos y códigos de buenas costumbres que comenzó a inculcarse desde pequeños. Asimismo, civilizar es dirigible a la forma

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