Conflicto Sirio traspasa fronteras políticas: Intervención Ruso-Estadounidense. 2014-2016..
Enviado por Alan Quiroz • 23 de Abril de 2017 • Ensayo • 1.324 Palabras (6 Páginas) • 148 Visitas
Conflicto Sirio traspasa fronteras políticas: Intervención Ruso-Estadounidense. 2014-2016.
Aprovechando el clima de inestabilidad provocado por la guerra civil Siria, Estados Unidos y Rusia han hecho de éste conflicto la arena propicia para librar una nueva batalla en busca de una nueva distribución del poder en medio Oriente y en el sistema internacional en general. Más allá de un conflicto sectario o religioso, la intervención Ruso-Estadounidense ha convertido la guerra civil Siria en un conflicto para obtener el control de los las zonas geoestratégica en el cercano y medio oriente, buscando junto con sus aliados ampliar su zona de influencia, orillándolos a aceptar que el mantenimiento del status quo es las mejor opción para manejar y preservar sus intereses, este resultado obedece tanto al hecho de que Estados Unidos es una potencia hegemónica en declive, así como a la oposición de sus políticas por parte de Rusia.[1]
Estados Unidos por su parte, ha intervenido pasivamente través de la emisión sanciones y la amenaza de una intervención militar contra el régimen de al-Assad por los crímenes cometidos contra el pueblo Sirio. Del mismo modo, también apoya financiera y militarmente a los rebeldes del Ejército Libre Sirio, mientras combate al Estado Islámico en la zona.
Por otra parte, Rusia, ha respaldado a Siria a defender su soberanía mediante cuatro vetos en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas y el suministro de armas.[2]
En ese sentido Kenneth Waltz argumenta que los Estados son actores unitarios y racionales, cuyo objetivo mínimo es la preservación y su objetivo máximo es el dominio mundial; a su vez los estados buscan cumplir sus objetivos mediante las capacidades de poder con las que cuentan, incrementando su poder económico o militar y también con alianzas con otros estados.[3]
Es evidente que la política exterior de Rusia está encaminada a mantener un status quo que lo favorece y la política exterior de Estados Unidos imperialista y expansionista pretende modificar la vigente coyuntura desfavorable a los intereses estadounidenses, mediante un cambio de régimen. Ambos Estados están pensando principalmente en preservar sus intereses de seguridad, económicos, ideológico, sustentado en las capacidades de poder con las que cuentan.[4] La guerra Siria, en ese sentido, desempeña un rol clave para contener o expandir las aspiraciones de los Estados intervencionistas.
Del mismo modo Waltz señala que los Estados interactúan en el sistema internacional teniendo en cuenta los cambios en las posiciones relativas de poder.[5] En otras palabras, los Estados modifican las normas internacionales a su conveniencia, utilizando para ello una estrategia racional sustentada en sus capacidades de poder. En este sentido la relación de Rusia y Estados Unidos presenta similitud a la guerra fría, es decir; un aumento en la competencia y hostilidad sin presentar agresiones de forma directa, pero con el recurso a la amenaza y la demostración de fuerza latente.
Debido a que Estados Unidos ha sido la gran potencia hegemónica desde el fin de la Guerra Fría, tal posición ha llevado a diversos académicos a sostener que la unipolaridad va a perdurar por muchos años más y a preservar las condiciones para que este país siga siendo un poder hegemónico incontestable.
De acuerdo con esta representación del sistema político estadounidense y el orden mundial que reproduce, vuelve muy difícil la política del equilibrio del poder por parte de otras potencias, sin embargo, existe otra forma de equilibrio más importante reflejada en la guerra civil siria: el “equilibrio diplomático”. A través de éste, Estados como Rusia generan alianzas de seguridad basadas ya sea en la “acumulación limitada” de armas o en la cooperación en instituciones internacionales mediante la instrumentalización del derecho internacional. Estos dos mecanismos se encuentran a mitad de camino hacia el equilibrio, pero no llegan a tal extremo porque Rusia no transformarán su apoyo a Siria en una confrontación militar directa con Estados Unidos, mientras no perciban una amenaza existencial a su seguridad o intereses estratégicos, y si bien influye que Estados Unidos implementa una política “limitada” en una zona geográfica lejana a las zonas de influencia directa de aquellas potencias, una actitud más agresiva de Estados Unidos podría llevarlos eventualmente a profundizar su oposición o forjar medidas de equilibrio más agresivas.[6]
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