Conquista. Las crecientes dificultades del Imperio Bizantino
Enviado por vanyloy • 4 de Octubre de 2015 • Documentos de Investigación • 1.810 Palabras (8 Páginas) • 149 Visitas
Las crecientes dificultades del Imperio Bizantino, que finalmente caería con la toma por los turcos de Constantinopla en 1453, forzaron a los europeos occidentales a buscar rutas alternativas a Asia. Fruto de estas expediciones fue la conquista castellana de las islas Canarias, que comenzó en 1402 por la isla de Lanzarote y concluyó en 1496 con la conquista de Tenerife. A finales del siglo XV parecía claro que los portugueses se habían adelantado a los castellanos en la conquista de la ruta de las especias y de los metales preciosos, gracias al dominio que ya ejercían sobre la costa occidental africana. En este momento, Cristóbal Colón, que había estado a las órdenes del rey de Portugal, ofreció a los Reyes Católicos el proyecto de llegar a las Indias siguiendo una ruta hacia el oeste en lugar de bordeando todo el continente africano. Para poner en práctica su proyecto, Colón partía de la idea de la esfericidad de la Tierra, cuestión controvertida en la época. Los Reyes Católicos, particularmente la reina Isabel, deciden ayudar a Colón en su proyecto de llegar a Asia por Occidente. El 13 de abril de 1492, Cristóbal Colón firma con los reyes las llamadas Capitulaciones de Santa Fe, documentos por los cuales se autoriza y financia la expedición de Cristóbal Colón a las Indias por el mar hacia occidente. Además se le conceden a Colón una serie de prebendas y títulos, entre ellos: Almirante, Gobernante, Virrey y 10% de las riquezas. También se firman varias provisiones y cédulas para que ayuden a Colón en aquellas villas y puertos de mar a las que se dirija Colón. Una provisión es dirigida a la villa de Palos por una sanción impuesta a algunos de los vecinos de esta villa. El 23 de mayo de 1492, a las puertas de la Iglesia de San Jorge de Palos, en presencia de Cristóbal Colón, fray Juan Pérez y las autoridades locales, se da lectura a la Real Provisión, firmada por los Reyes Católicos, en la que se ordenaba a ciertos vecinos de la villa palerma poner a disposición de Colón dos carabelas totalmente armadas y aparejadas. El viaje no resultó fácil para nadie, de hecho hubo conatos de amotinamiento, pero gracias a la presencia y las dotes de mando de Martín Alonso Pinzón se consiguieron resolver estas situaciones. Cuando ya se habían agotado todos los cálculos y previsiones realizadas por Colón, se oyó desde la Pinta el famoso grito de Rodrigo de Triana ¡Tierra a la vista!, dos horas después de la medianoche del 12 de octubre. La isla estaba habitada por el pueblo Lucayo o Taíno que era una sociedad agraria, relativamente avanzada, basada en el cultivo del maíz, la mandioca y el algodón, incluyendo otros importantes cultivos como el maní, cacahuete, la pimienta, la piña, la batata y el tabaco. El propio Colón relata en su diario que cultivaban calabazas y algodón y que poseían casas y huertas de árboles. Taínos y españoles intercambiaron productos pacíficamente, pero aquellos no tenían posesiones de oro, que era el principal producto que buscaban los españoles, y a pesar de la buena relación entre taínos y españoles, Colón ya pensaba en Guanahani, en la posibilidad de esclavizarlos. Unos meses después Colón inicia una segunda expedición partiendo desde Cádiz un 24 de septiembre de 1493. Este viaje tenía como finalidad asentar la presencia española en los territorios descubiertos y encontrar el camino hacia India y Catay. La primera isla a que arribó Colón fue La Deseada, el 3 de noviembre; después descubrió Puerto Rico y llegó a La Española, donde encontró destruido el Fuerte de La Navidad por una ofensiva de Caonabo. En la misma isla fundó la ciudad de la Isabela un 6 de enero de 1494. Continuó su viaje de exploración y recorrió las costas de Juana, Cuba, y Santiago, Jamaica. A fines de 1494 o principios de 1495 se dirigió hacia el sur. Los escritos de este viaje registran algunas situaciones de violencia sexual contra mujeres indígenas, como la que relata uno de los hombres de su tripulación. Tras este viaje se dedicó a consolidar el dominio sobre La Española. En 1496, tres años después de su partida, regresó a España, llegando a Cádiz un 11 de junio. El tercer viaje comenzó el 30 de mayo de 1498, dos años después. Colón partió de Sanlúcar de Barrameda y llegó a la isla de Trinidad a finales del mes de julio. Del 4 al 12 de agosto visitó el golfo de Paria, en la desembocadura del río Orinoco. Denominó a toda esta región Tierra de Gracias, por la amabilidad de los indígenas. Supuso que había llegado a un continente por la gran cantidad de agua dulce. Así, por primera vez, se llegaba a Tierra Firme. Posteriormente recorre y explora las tres islas del actual estado de Nueva Esparta, a la isla principal la llamó Asunción, las otras son las actuales Cubagua y Coche. Posteriormente Cristóbal de la Guerra, le cambió el nombre a la Asunción por el de Margarita por la gran cantidad de perlas que había. Finalmente arribó a La Española. En esta isla los españoles se habían sublevado por la falta de riquezas que supuestamente creían que iban a encontrar en aquel lugar. Colón se sienta a negociar y en una de las negociaciones, Colón propuso a un grupo de españoles el regreso a Cubagua para el tráfico de perlas y es por ello, con la llegada del administrador real, Francisco de Bobadilla, que Colón fue por sus proposiciones arrestado. Al llegar a España, un 25 de noviembre de 1500, fue puesto en libertad, pero perdió su prestigio y sus poderes. Pese a los problemas por la pérdida de sus poderes, inició un cuarto viaje, aunque con una serie de prohibiciones, como la de tocar tierra en La Española. El objetivo de este viaje fue encontrar un estrecho, el Estrecho de Malaca, que le permitiera llegar a las Indias, al oeste de las Antillas, ya que se veía que éstas no lo eran aunque no podían quedar muy lejos de las tierras por él descubiertas. Salió del puerto de Cádiz con dos carabelas y dos navíos, La Capitana, La Gallega, La Vizcaína y el Santiago de Palos, el día 11 de Mayo. Pasando por Canarias, llegó a las Indias en 30 días. Por los problemas surgidos en La Española, Nicolás de Ovando, nuevo gobernador de la colonia, no permitió que Colón desembarcase a pesar de una inminente tempestad y que cambiase uno de sus buques por otro de mejores condiciones. Colón capeó como pudo el temporal y pasó a Jamaica, aunque la tormenta no le dejó hasta el 12 de septiembre dejando atrás 88 días de tormenta. Siguiendo al oeste, descubriendo la isla de Guanaja, en la costa de Honduras, encontró una embarcación con mercaderes mayas que le ofrecieron cacao. En la [pic 1]Punta Cajina los tripulantes bajaron a tierra para asistir a la primera misa católica celebrada en la tierra firme de América; siguiendo al este los sorprendió un huracán, en el que durante varias semanas las 4 naves fueron sacudidas por la tormenta pero aun así doblaron el cabo. Allí se calmó la tormenta y Colón lo bautizó como Cabo Gracias a Dios en la costa de Nicaragua al decir “Gracias a Dios que al fin salimos de esas honduras” y de allí navegó hacia el sur. Varios viajes siguieron a estas expediciones. Hoy en día se conocen como los Viajes Menores, los cuales permitieron reconocer la existencia del continente Americano y explorar toda la costa de Venezuela. La llegada de Cristóbal Colón a América está considerada como uno de los hechos más importantes de la historia universal por las consecuencias que tuvo y debe relacionarse con el primer viaje alrededor del mundo realizado por la tripulación de Fernando de Magallanes pocos años después, que abrió paso a la conquista del mundo por parte de Europa. Durante mucho tiempo Colón siguió creyendo que había llegado a Asia por la ruta occidental, pero en realidad se había encontrado con la existencia de un continente desconocido en Europa, América. La partición de las zonas de expansión y navegación entre Castilla y Portugal se acordó por el Tratado de Tordesillas en 1494. Un meridiano situado a 370 leguas de Cabo Verde que separó las dos zonas de influencia: la occidental para Castilla y la oriental para Portugal. De esta manera la costa africana y el actual Brasil quedaron en manos portuguesas, y el resto de América en manos castellanas. El descubrimiento de América trajo una serie de consecuencias, unas condiciones demográficas con una gran emigración de europeos a las colonias que produjo un gran mestizaje racial. La trata de esclavos negros, sobre todo en Centro América e islas del Caribe, que combinado con el intercambio de epidemias, como el sarampión y sífilis, contribuyó al descenso de la población indígena. Dentro de las consecuencias económicas la actividad comercial se desplaza desde el Mediterráneo al Atlántico, provocando la crisis de puertos mediterráneos y el auge de otros como Sevilla y Lisboa. Europa entró en la era atlántica donde el oro y la plata americanos sirvieron para colmar las necesidades de pago en Europa. Se fomentaron la tendencia de las naciones a atesorar el oro provocando el alza de precios. El trigo, café, caña de azúcar fueron implantados en el nuevo continente. En Europa se implantó el maíz y la patata. La importación de oro y plata a través de Sevilla posibilitó la política mundial de los reyes. También tuvo efectos negativos la codicia desatada entre los países europeos que promovió la actuación de piratas, corsarios en el Caribe contra puertos y galeones españoles. En las consecuencias culturales la lengua, costumbres, religión, arte, derecho y forma de concebir el mundo europeo fueron llevadas a las tierras descubiertas. Por el aumento de los viajes entre Europa y América, se desarrollaron la ingeniería y técnicas de navegación, el mundo cambió para siempre, la era moderna era un hecho.…[1] [1]DE LAS CASAS, Bartolomé. Historia de las Indias. Madrid: Imprenta de Miguel Ginesta, 1875. Edición del Marqués de la Fuensanta del Valle; MANZANO MANZANO, Juan. Colón descubrió América del Sur en 1494. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1972; RÖHL, Eduardo. Historia de las ciencias geográficas de Venezuela (1498-1948). Caracas: Héctor Pérez Marchelli, Talleres Gráficos Cromotip, 1990; ARMILLAS, «Descubrimiento y contactos con otros mundos», en FLORISTÁN (coord.), Historia Moderna Universal, Ariel; Mann, Thomas (2006). 1491. Madrid: Taurus. ISBN 84-306-0611-4; DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA, Maria Lourdes (2006). Cristóbal Colón (Segunda edición). Ediciones Palabra. ISBN 9788498400205; Mariano Fazio (2009). La Ámerica ingenua. Ediciones Rialp. ISBN 9788432137198; Mariano Fazio (2009). La Ámerica ingenua. Ediciones Rialp. ISBN 9788432137198; Antonio Sánchez González (2006). Medinaceli y Colón. El Puerto de Santa María como alternativa del viaje de Descubrimiento.. El Puerto de Santa María: Ayuntamiento. ISBN 84-89141-90-8.
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