Construcción Del Museo De Revolución.

Museo de Revolución.

LA CONSTRUCCIÓN DEL PALACIO.

El proyecto de Bénard fue criticado por sus descomunales dimensiones y elevado costo: el Palacio Legislativo sería el más grande del mundo después del Parlamento de Budapest en Hungría, aún mayor que el Capitolio de Estados Unidos; tan sólo el salón Pasos Perdidos, bajo la cúpula, era de 1,307 metros cuadrados. Sin embargo, Bénard defendió con vehemencia su proyecto, refutando a sus opositores y en 1904, logró la formalización de su contrato.

Sin embargo se dio un problema, tuvo que enfrentarse con la falta de solidez del terreno, y que a su taller le tomaron cinco años de estudios a cerca sobre la resistencia del subsuelo y las posibles soluciones estructurales, después, sin consultarlo la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas contrató a una corporación estadounidense, la cual se encargaría en su totalidad a la cimentación y la estructura metálica del edificio, la cual remitió algunos planos basados en los trabajos realizados en el taller de Bénard y contrató a varios ingenieros mexicanos para que se ocuparan de su aplicación.

La primera piedra fue colocada el 23 de septiembre de 1910 por el propio presidente Porfirio Díaz; pero su construcción fue suspendida por falta de recursos a raíz de las luchas revolucionarias. Bénard volvió a París en 1912 y su regreso a México fue en 1919, y se encontró con una estructura abandonada, llena de escombros y maleza, con daños ocasionados por el hundimiento de las crujías laterales. Empero la estructura de la gran cúpula no presentaba hundimientos y permanecía estable. Bénard elaboró un proyecto para rescatarla como panteón de los Héroes, pero este tampoco se realizó por las convulsiones políticas generadas por el asesinato de Álvaro Obregón en 1928

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