ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Cortes Y La Malinche


Enviado por   •  10 de Septiembre de 2013  •  3.039 Palabras (13 Páginas)  •  408 Visitas

Página 1 de 13

Cortés y la Malinche

Cuando Hernán Cortés pisó1

la tierra del Nuevo Mundo y se dio cuenta

de que había un mundo que no era el suyo, su imaginación se llenó2

de

deseos. Él necesitaba oro. Todo el oro que hubiera a su alcance3

. Quería

deslumbrar4

a todos. Cortés sabía que no le bastarían los caballos, la

5 artillería y los arcabuces para lograr el dominio de aquellas tierras. Estos

indígenas eran civilizados. Los cañones y la caballería surtían efecto entre la barbarie, pero dentro de

un contexto civilizado lo ideal era lograr alianzas, negociar, prometer, convencer, y todo esto sólo

podía lograrse por medio del diálogo, del cual se veía privado desde el principio.

En este mundo recién descubierto, Cortés sabía que tenía en sus manos la oportunidad de su vida.

10 Sin embargo no podía negociar, necesitaba con urgencia alguna manera de manejar la lengua de los

indígenas. Sin el dominio del lenguaje, de poco le servirían sus armas. Sin palabras, sin lengua, sin

discurso, y sin empresa, no había conquista.

Cortés nunca había sentido tanta fe reunida. Y pensó que si estos indios, en vez de dedicar su fe a

un dios equivocado la encaminaran con el mismo empeño5

al dios

15 verdadero, iban a ser capaces de producir milagros. Esta reflexión lo

llevó a concluir que tal vez ésa era su verdadera misión, salvar de las

tinieblas6

a todos los indios, ponerlos en contacto con la religión

verdadera, acabar con7

la idolatría y con la nefasta práctica de los

sacrificios humanos, para lo cual tenía que tener poder, y para

20 adquirirlo tenía que enfrentarse al poderoso imperio de Moctezuma.

Con toda la fe que le fue posible, le pidió a la Virgen que le

permitiera salir triunfante en esta empresa.

Y precisamente en el momento en que con más fervor pedía

ayuda, sus ojos se cruzaron con los de Malinalli. Malinalli sintió que

25 ese hombre la podía proteger; Cortés, que esa mujer podía ayudarlo.

Malinalli, con su nuevo nombre, recién bautizada Marina y purificada al lado de Cortés, iniciaba la

etapa más importante de su vida. Los pocos días que habían pasado desde que llegó al campamento

de los españoles habían sido inolvidables. Nunca se había sentido amenazada o insegura.

Hacía poco, Cortés la había nombrado “la lengua”, la que traducía lo que él decía al idioma

30 náhuatl y lo que los enviados de Moctezuma hablaban del náhuatl al español. Ser la “lengua” era una

enorme responsabilidad. No quería errar8

, no quería equivocarse y no veía cómo no hacerlo, pues era

muy difícil traducir de una lengua a otra conceptos complicados.

1

Pisar: fouler, marcher sur

2

Llenarse: se remplir

3 A su alcance: à sa portée

4 Deslumbrar: éblouir

5 El empeño: l’acharnement, l’obstination

6 Las tinieblas: les ténèbres

7 Acabar con: en finir avec, mettre un terme à

8 Errar = equivocarse

2

Pronto aprendió que aquel que maneja la información, los

significados, adquiere poder, y descubrió que al traducir, ella

35 dominaba la situación y no sólo eso, sino que la palabra podía ser un

arma. La mejor de las armas. Ella, la esclava que en silencio recibía

órdenes, ella, que no podía ni mirar directo a los hombres, ahora

tenía voz, y los hombres, mirándola a los ojos, esperaban atentos lo

que su boca pronunciara.

40 Desgraciadamente, esa posición de privilegio era muy inestable. Sólo el triunfo de los españoles le

garantizaba su libertad, por lo que no había tenido empacho9

en afirmar varias veces que los

españoles eran enviados del señor Quetzalcóatl10 y no sólo eso, sino que Cortés mismo era la

encarnación del venerado dios.

Tal vez los españoles sí eran enviados de Quetzalcóatl y era su obligación colaborar con ellos

45 hasta la muerte, compartiendo la información privilegiada que había obtenido de una mujer de

Cholula. Con la intención de salvarle la vida, le había confiado que en Cholula se estaba preparando

una emboscada en contra de los españoles. Malinalli, ahora, tenía la responsabilidad de decidir si

compartía esta información con los españoles o no.

Lo más preocupante para Milanelli, independientemente de si los españoles lograban su propósito

de derrocar11 50 a Moctezuma o no, era que su vida y su libertad estaban en juego. Todo esto se había

iniciado meses atrás cuando de manera fortuita Cortés se había dado cuenta de que

ella hablaba náhuatl. Entonces, le pidió a Milanelli que lo ayudara a traducir y a

cambio le daría la libertad.

Cortés y sus hombres habían llegado a Cholula de camino a Tenochtitlán.

55 Fueron recibidos y alimentados. Cortés quedó impactado ante la belleza y

grandeza de Cholula. Era una ciudad próspera y densamente poblada. Sus templos indicaban que era

sin duda uno de los más importantes centros religiosos del Nuevo Mundo. El templo principal estaba

dedicado al culto de Quetzalcóatl y la ciudad tenía la pirámide más alta de México, con ciento veinte

gradas.

60 Sin embargo, a los tres días de la llegada de los españoles, los habitantes de Cholula,

aparentando12 una baja de provisiones, dejaron de suministrarles

comida a los españoles y sólo les dieron agua y leña13

. En la ciudad se

respiraba una atmósfera de suspicacia14 y nerviosismo. Cortés se

enteró de que afuera de la ciudad se estaban juntando tropas mexicas.

65 Sus informantes le advirtieron de que lo más probable era que

estuviesen preparando una emboscada en su contra. Ante el clima de

intriga, Cortés tenía que tomar una decisión. Tenía que seguir adelante

con sus planes de conquista. Tenía que llegar a Tenochtitlán. No iba a permitir que lo detuvieran.

Tenía que tomar una decisión determinante.

9

El empacho: l’indigestion

10 Quetzalcóatl es el nombre que dieron los pueblos de habla náhuatl al Ser Supremo. Se compone de dos raíces: Cóatl,

“serpiente”, y Quetzal, “plumas".

11 Derrocar: renverser

12 Aparentar: feindre, simuler

13 La leña: le bois de chauffage

14 La suspicacia: la méfiance3

70 Él, Cortés, no era un simple soldado,

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (19 Kb)
Leer 12 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com