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Crac De 1929


Enviado por   •  3 de Junio de 2013  •  2.801 Palabras (12 Páginas)  •  507 Visitas

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EL CRAC DE 1929

1.- El comportamiento de las autoridades monetarias antes y después del crac.

En el año 1924, ya dejada atrás la guerra y con una bonanza de la economía mundial, y sobre todo de la americana, Estados Unidos se encontraba con el mayor auge y prosperidad de su historia. El auge estaba vinculado a una nueva fase de innovaciones tecnológicas en la industria, la década de los veinte fue una etapa de intenso crecimiento de la productividad total de los factores.

Un factor que contribuyó a esta nueva fase de expansión fue la estabilidad monetaria lograda gracias, entre otros, a la restauración del patrón oro primero en Gran Bretaña, después en Francia y en otros países europeos. El nuevo “patrón de cambios oro” redujo la incertidumbre generada por la guerra. Y devolvió la confianza entre consumidores.

Estados Unidos había gozado de progreso continuo y estable, sin trastornos monetarios significativos. Y a partir de esta época comenzó a fortalecerse un indicador seguido por muchos, el comportamiento de las bolsas, en especial, la bolsa de Wall Street. Por tanto los estadounidenses eran conscientes de su buena situación financiera gracias a que desde 1924 las bolsas permanecieron constantemente al alza. Pero no fue hasta 1927 cuando el alza de las cotizaciones bursátiles se intensificó notablemente. El conocido índice industrial Dow-Jones escaló desde los 191 puntos a principios de 1928 hasta los 300 puntos en el mes de diciembre. La euforia continuó durante toda la primera mitad de 1929. En julio las cotizaciones se situaron por encima de los 340 y el 3 de septiembre alcanzaron un máximo de 381.

Estados Unidos, siempre quiso situarse entre las primeras potencias mundiales, tratando de ocupar el lugar que llevaba teniendo Gran Bretaña en las últimas décadas, para ello, les servirían de ayuda el Plan Dawes y el Plan Young, firmados tras la guerra en el Tratado de Versalles (1919) que dejarían atrás a las potencias europeas que habían ido acaparando al hegemonía económica mundial. Pero Estados Unidos cometió errores, errores que pagarían a largo plazo. El presidente Hoover, desde 1924, años antes del llamado ‘’crack’’ no rebajó suficientemente los aranceles de las mercancías que entraban en el país; por el contrario entre 1922-1931, se elevaron. Además no tuvieron preferencia los créditos industriales para inversiones a largo plazo; facilitaron créditos a medio y corto plazo, es decir créditos de tipo comercial que se usaban normalmente para inversiones en bolsa y que eran económicamente menos útiles. Entonces comenzaron a aparecer los puntos débiles de la economía americana: el incremento acelerado de la producción de bienes de consumo; Y, porque además la demanda se basaba en el crédito: compras a plazos y leasing o préstamo con derecho a compra.

Un factor que sin duda contribuyó el empuje de los valores bursátiles fue la reducción de los tipos de interés de la Reserva Federal adoptada tras la conferencia de Long Island en julio de 1927. Su propósito fue no sólo aliviar la presión la libra esterlina, frenando la salida de oro desde Londres, sino también contrarrestar la breve pero intensa recesión de la economía americana, cuya producción industrial se redujo cerca de un 10 por ciento entre mayo y noviembre de ese año. Por tanto, en definitiva, la Reserva Federal no fue capaz de frenar la especulación a tiempo y el boom tuvo dimensiones estratosféricas.

Pero en 1929 llego el crack de la bolsa, y el Producto Nacional Bruto (PIB) se redujo un 9,9 por ciento en 1930, el 7,7 por ciento en 1931 y el 14,9 por ciento en 1932. El desempleo se elevó al 14,2 por ciento en 1930, al 25,2 por ciento en 1931, al 36,3 por ciento en 1932 y llegó a un máximo del 37,6 por ciento en 1933.

Ante todo esto, el gobierno se vio en la obligación de comenzar una ‘’economía mixta’’ que conjuga la iniciativa privada y el papel del sector público. El declive de los años treinta se interpretó como un fallo de la economía libre de mercado, una muestra clara de que el capitalismo liberal no garantizaba ni el progreso ni una mejor distribución de la riqueza. La intervención del Estado se hizo necesaria para corregir los fallos de mercado, sustituir la iniciativa privada cuando fuese necesario.

El New Deal puesto en práctica por la administración de Roosevelt en 1933 fue el origen de una nueva relación entre el Estado y el sector privado. Y el Estado comenzó a tomar medidas: Se establecieron fondos de pensiones; Se adoptaron medidas de mantenimiento de los precios agrarios y protección de los agricultores; Se impulsaron obras públicas; Apareció la planificación industrial; Se luchó contra la deflación y el Estado aumentó los aranceles, aprobando el gobierno medidas proteccionistas adicionales. Financieramente, se creó una agencia nacional para asegurar los depósitos bancarios (Federal Deposit Insurance Corporation); una comisión de vigilancia del mercado de valores; y se tomó la medida más importante, se separó la banca comercial de la banca de inversión.

El activismo fiscal y monetario cambió a partir de entonces. Se abandonó el patrón oro, argumentando que no era un mecanismo monetario, sino un modo de actuar y de pensar. Roosevelt dijo desde la Casa Blanca, que en la Conferencia de Lausanne había que llevas a cabo políticas monetarias y fiscales expansionistas, rebajas de aranceles, supresión de cuotas a la importación y eliminación de los controles recambio.

Sin duda lo más significativo y transcendental de todo esto fue la decisión de abandonar el patrón oro el 18 de abril.

Todas las medidas anteriormente citadas no solo fueron acogidas por EEUU, sino que gran parte de Europa siguió el modelo de esta, ya que el pánico a que una situación parecida a la de New York se diese en otras bolsas causó eco en todas las partes del mundo.

2. La actuación de los pequeños inversores.

Por otra parte vemos la figura de los pequeños inversores, gente de a pie, gente normal que vio en el alza bursátil una oportunidad de conseguir lo que todo el mundo ansiaba, enriquecer.

De esta forma, la gente comenzó por pequeñas cantidades de dinero. Hablaban con un agente de bolsa para invertir una pequeña cantidad en acciones de cualquier empresa, y decimos cualquiera porque tal era el alza, que día a día el valor de las acciones de todas las empresas aumentaba. Al día siguiente miraban el valor de sus acciones y observaban un crecimiento, y así día tras día durante muchos meses. Lo que ocurrió entonces, nos lo define Groucho Marx en el texto: ‘’ entusiasmo y la avaricia de los estadounidenses’’. La gran mayoría de las personas

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