Crimen Y Castigo

El bien y el mal son dos conceptos muy abstractos. El bien coexiste con el mal y no puede haber ninguna cosa “buena” a menos que haya una “mala” y viceversa. Sócrates identificaba a la bondad con la virtud moral y a ésta con el saber. La virtud es inherente al hombre que es virtuoso por naturaleza y los valores éticos son constantes, por lo tanto el mal es el resultado de la falta de conocimiento. Entonces se puede hablar de las clases sociales que no son más que la desigualdad social que hace referencia a una situación socioeconómica en la que un grupo recibe un trato diferente por parte de otro individuo con mayor poder social. Las causas de la desigualdad social pueden deberse razones culturales, religiosas, étnicas o de género.

La desigualdad se manifiesta en muchas ocasiones a través de aislamiento, marginación y discriminación. Las desigualdades abarcan todas las áreas de la vida social: diferencias educativas, laborales, e incluso pueden llegar a convertirse en diferencias judiciales.

A principio de julio, con un tiempo sumamente caluroso, Raskolnikov, estudiante sin recursos y obligado a abandonar la universidad, da muerte a una vieja usurera, Aliona Ivanovna, un ser maligno que, como un piojo, chupaba la sangre de los necesitados y por lo tanto acumulaba fortunas a expensas del dolor del prójimo. Raskolnikov opina que cualquier tipo de progreso por el cual el hombre lucha constantemente, es imposible sin sufrimientos y, por lo tanto, sin víctimas.

Las angustias de Raskolnikov no solo son de índole social, moral, económica, sino además de tipo psicológico. El hombre con sus contradicciones y luchas internas, sostiene una constante batalla con su conciencia. Los días pasan agobiándole al criminal su delirio de persecución y terribles pesadillas, su conciencia vigilante se subleva y no lo deja en paz, por lo que se agrava su salud y sufre de insomnio por la grave tensión nerviosa que padece. Empieza a comportarse como un loco y pierde los papeles con suma facilidad.

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