Crisis Financieras

Desde mis inicios en la universidad, es decir, hace poco más de 2 años, decidí encontrarle respuesta a muchas de las dudas que me martirizaban antes de empezar esta nueva aventura universitaria. Una de ellas, coincidentemente, estaba enfocada en las razones de las crisis financieras. Para mí, debía existir una respuesta más allá de la “económica”.

Estuve investigando, primero un enfoque netamente económico. Y la respuesta clásica era: “Es un problema económico, con causas y soluciones económicas” y la verdad es que es casi del todo cierto. Pero sin duda había algo detrás de todo, ¿Qué impulsaba todas estas tragedias?

Si hablamos de “jefes” no necesariamente hablamos de “líderes”. Un jefe líder, sin duda el ideal, es como un pastor, dirige a sus ovejas pero lo hace por su bien, y todo lo que haga lo hará en función del bienestar de todos. Sin embargo, en la vida real, los grandes guías, gerentes, dirigentes, cabezas de las grandes organizaciones, no lo son…están tan enfocados en “incrementar” sus ingresos, o en todo caso, hacerlos despegar sin límites… que están dispuestos a pasar sobre todo aquel que pase por su camino.

Entonces las crisis financieras tienen algo que las impulsa, que las motiva y hace arder y quema a cualquiera que pase por ella sin protección.

Se podría pensar que todo se da por una falta de control, pero la verdad es que las leyes están, que las cumplan o no es el tema, es decir, lamentablemente, no hemos logrado el “autocontrol”. La tan simple y tan compleja naturaleza humana , hace que siempre, tal vez inconscientemente, estemos buscando el bienestar propio “sobre” el del resto.

Entonces la realidad, aunque los economistas lo nieguen, detrás de estas crisis, se encuentran también los factores éticos. El incumplimiento de las normas morales nos lleva a tantos desastres.

La codicia, el engaño, la imprudencia, la arrogancia, el fraude, incentivos perversos… y sobre todo la falta de compromiso, ha llevado al mundo a caídas tan grandes como la última crisis, que esta poniendo todo de cabeza.

¿Se podría pensar que un correcto “actuar” nos libraría de tantas molestias?... Sin duda, y llegar al “auto control” no es tan fácil, pero está en función a la disposición de cada uno de nosotros, no solo de las cabezas de las instituciones. Así que, se puede concluir, que las crisis financieras tienen sin duda un escenario lleno de actores, y uno de ellos es la ética. Si se dejara de lado tanta avaricia y tanto “deseo por obtener más y más, cueste lo que cueste”, sin duda, conseguiríamos estabilidad económica relativa y casi 100% constante.

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