Cruces Sobre Ek Agua
Enviado por lorenalucas • 18 de Octubre de 2013 • 676 Palabras (3 Páginas) • 388 Visitas
Para que no flotaran les abrieron la barriga con bayonetas y los llenaron de harta piedra”. “Fue aquel 15 de noviembre en que el infierno puso sucursal en Guayaquil”. Son dos diálogos sueltos de la versión teatral de la novela Las cruces sobre el agua, de Joaquín Gallegos Lara, que el Grupo de Teatro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, núcleo del Guayas (CCEG), estrenará este jueves. Es una adaptación “coral” donde la ciudad es la verdadera protagonista, pues la pieza entraña un “canto” a su “lenguaje y presencia”, según explicó Bernardo Menéndez.
El actor cubano, nuevo director del grupo, manifestó que la idea es contar -a través del teatro y sus múltiples recursos- la vida de la urbe en los 1900, su historia hermosa y terrible. Eso es lo que hizo el escritor local, “un retrato de Guayaquil como ningún otro escritor” lo ha hecho.
“Porque cuando analizas la obra de Gallegos Lara realmente es más sobre Guayaquil, que sobre el 15 de noviembre, al que le dedica los dos últimos capítulos”, señaló Menéndez.
La versión para teatro es de Jaime Duque y del propio director que ya la presentó en una puesta más pequeña con el grupo del colegio Logos. Ahora ha querido “descafeinarla” de discursos políticos y “contar sencillamente la historia a través del teatro”.
Para ello ha dividido la obra literaria en cuatro grandes secciones. Las dos primeras son el momento en que uno de los personajes pregunta a un barrendero qué son esas cruces que pasan sobre el río; y la niñez de Alfredo Baldeón -el protagonista de la novela-, sus juegos infantiles, su amistad con Alfonso Cortés y su perfilación como defensor de lo justo.
Las otras dos secciones cuentan la juventud de Alfredo y Alfonso (Mario Moreira), “chicos de barrio que se reúnen a molestar a las chicas en un tono muy cotidiano”, explicó Miguel Ángel Ochoa, quien hace el papel principal, aunque el peso de la pieza se distribuye en todos los personajes. La obra termina con el momento de la huelga obrera, la reyerta y la matanza.
Según el actor, de 21 años, Alfredo es un guayaquileño de a pie, común y corriente. Un chico que a corta edad se enrola en el ejército para luchar en Esmeraldas. “Sin ser un político a carta cabal, en la historia se convierte en un líder”.
En la etapa juvenil de los personajes, cuando Alfredo conoce a Leonor, la vendedora de cigarrillos que será su esposa, abunda el humor pícaro de los galanes, muy característico del guayaquileño. Otro de los pasajes risueños y entrañables lo constituye la niñez de los protagonistas, interpretados con soltura en los ensayos por Oswaldo Narváez Caicedo, de 10 años, y Byron Pin (12).
Con una duración de unos 50 minutos, pasillos de fondo, vestimenta “neutral”, un escenario que los actores mueven a la vista del público y diálogos
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