Crítica al marxismo
Enviado por rosasparks • 2 de Diciembre de 2012 • Ensayo • 1.478 Palabras (6 Páginas) • 888 Visitas
Crítica al marxismo
Diferentes formas de pensamiento político y teoría social se han confrontado con la ideología marxista en sus diferentes corrientes. Independientemente de estos choques doctrinales, los críticos más importantes del marxismo han planteado sus objeciones desde posturas independientes que no requieren de las posiciones ideológicas propias de los autores. Sin embargo, la impronta de las mismas se ha hecho notar en sus métodos de análisis, o bien éstos han sido causa de sus adhesiones políticas. Sea el caso que fuere, ha habido una tendencia a que cierto tipo de críticas provengan más frecuentemente de autores que antes o después adoptarían una cierta posición ideológica respectiva. De esta forma es que a grosso modo se pueden categorizar los problemas descubiertos en el marxismo según las ideas políticas que los confrontan y de cuyas respuestas tienden a ser corolarios.
Liberalismo clásico y socioliberalismo
Artículo principal: Críticas liberales al marxismo.
El liberalismo clásico, desde Adam Smith hasta Friedrich Hayek, ha concebido el progreso histórico como el desarrollo de la división del trabajo y las relaciones mercantiles que necesariamente van ligadas a su complejización, en una tendencia que termina en la formación de un orden espontáneo social completamente ajeno a cualquier expresión de control conciente tanto colectivo como interpersonal. Sea que tal tendencia a la permuta de bienes sea natural a la biología humana, o bien al funcionamiento natural de una sociedad desarrollada que requiera de una economía abierta y compleja, en cualquier caso la idea de evolución social choca con la posición marxista. La posición liberal respecto a la economía política ha sido la de legitimar el surgimiento de la sociedad comercial o de intercambio, y del capitalismo que sería su subproducto, como las primeras formas sociales en la que la economía se convierte en lo que históricamente debía de ser sin condicionamientos políticos o determinaciones culturales. La marxista, en cambio, consistió en criticar la idea misma de economía política como correspondiente a un momento histórico-tecnológico que lo requiere, y que puede ser superado por una sociedad planificada en la cual la economía se encuentre bajo el control del hombre y a pesar de eso desarrollarse incluso en mayor medida.
Estas dos formas de ver la evolución social chocaron inevitablemente: la noción liberal de la historia como una filogénesis evolutivamente contigente de tipo darwiniana en la cual la tecnología en crecimiento y/o ciertas formas de propiedad individual llevan al surgimiento de un orden liberal o capitalista que posibilita la subsistencia de las poblaciones que lo adoptan logrando que la economía se autonomice como sujeto social, y la idea marxista de la historia como una ontogénesis evolutivamente necesaria de tipo tremauxiana en la cual tecnología y sociedad determinan ciertas fases de crecimiento y apogeo, y cuyo penúltimo período requiere de la autonomía completa de la economía respecto del hombre como un todo, alienación que sería señal de que la historia como proceso necesario puede y debe ser superado mediante la recuperación de este nuevo poder de la economía bajo el dominio del hombre para así construir una historia que sea un proceso libre y consciente. Esta alienación, por otra parte, se expresaría en la sociedad burguesa a través de un conflicto interno entre dos únicas clases sociales que, a diferencia de todas las anteriores en la historia, no pueden llegar a una resolución para sus relaciones de explotación fuera de control conciente, ya que están determinados por las tendencias del mercado.
El cuerpo teórico del marxismo comparte con el liberalismo la idea de que sólo en la sociedad mercantil los individuos por primera vez se independizan de toda forma de poder social y sujeción individual estamental creando un órden espontáneo de clases impersonales, pero a la vez considera como alienante y provisorio el resultado social de este individualismo que condiciona a sus partes y a su vez las obliga a incorporarse en clases sociales mediante un vínculo opresivo y autodestructivo, el cual tenderá a ser reemplazado por un individualismo conciliado con su control socializado. Es frente a esta posición que el liberalismo responde al marxismo. Para los liberales el órden espontáneo o de mercado tiende a surgir dada cierta evolución de la sociedad, y los frutos de su comportamiento no pueden ser obtenidos mediante la supresión del mismo ya que depende de éste en forma constante y no sólo durante un período de desarrollo sociotecnológico. Por el contrario, ciertos niveles de desarrollo tecnológico no pueden ya subsistir si no es gracias a un proceso de mercado. Las instituciones económicas y sociales que hacen posible el capitalismo también serían requeridas para cualquier economía
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