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Cultura Inca


Enviado por   •  9 de Marzo de 2014  •  Apuntes  •  1.829 Palabras (8 Páginas)  •  326 Visitas

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Para referirnos a la contabilidad en el Perú hay que

remontarnos a la Cultura Inca, muy adelantada en

los procedimientos de cultivo de tierras y en su organización

política.

El Inca era el soberano, habitaba en el Cusco y vivía

rodeado por sus parientes, generales, mujeres,

quipucamayocs y su escolta. Se sabe por la historia

que la yupana era el ábaco que utilizaron los

quipucamayocs o contadores del Imperio Incaico.

Estudiosos como Guamán Poma de Ayala (siglo XVI)

la describen como de superficie rectangular, con

cuatro filas y cinco columnas. Cada una de estas

últimas representaba un orden determinado en el

sistema de numeración decimal: unidades de primer

orden, decenas, centenas, unidades de millar

y decenas de millar. La yupana permitió comprender

el valor posicional de las cifras que representan

los números menores que cien, en base diez y

descubrir las técnicas operativas de la adición y la

sustracción de números menores de cien.

De otro lado, encontramos los quipus, palabra quechua

que significa “nudo”. De origen preincaico, fue

perfeccionado por los Incas, quienes lo vincularon

a la contabilidad de los tributos, los usaban de base

para la representación de hechos litúrgicos o cronológicos,

cumplían la función de almanaques y se

utilizaban, en su mayor parte, para fines contables.

El quipu consistía de una cuerda gruesa y horizontal

de la que colgaban otras delgadas y verticales,

que presentaban nudos de diferentes clases y colores.

Las cuerdas eran de algodón, a las que se les

insertaba mechones de lana y hebras de cabellos

humanos. Los quipus eran de diferentes tamaños,

llegando a medir hasta 1.65 metros de ancho por

67 cm. de largo.

Los quipus eran celosamente conservados para

mantener en memoria las operaciones efectuadas,

con lo que constituían herramientas estadísticas

de gran valor relativas a todo lo que ocurría en

el Imperio, como la evaluación de las cosechas, el

número de animales cazados, el censo de la población,

el registro civil, la fijación de la base imponible

y los inventarios de los recursos materiales y

humanos.

Los quipus eran descifrados por los quipucamayocs,

que eran formados en escuelas especiales.

La figura del quipucamayoc o contador era la de un

funcionario que, por sus conocimientos, alcanzaba

la más alta jerarquía entre los oficios existentes.

En cada ciudad y aldea había quipucamayos (guardianes

de los nudos) que, además de confeccionar

los quipus e interpretar su significado, brindaban

al gobierno las informaciones solicitadas. Cada año

inventariaban los productos cosechados en la región

y enviaban los respectivos quipus a manera

de registros, a la administración central, la cual

disponía, en consecuencia, de información estadística

semejante a la que encierran nuestros archivos

estatales contemporáneos.

Al efectuarse los cálculos con la yupana, el resultado

era trasladado, con igual procedimiento de

notación vertical, al quipu, cuya función era _posiblemente_

reunir y perpetuar una cantidad mayor

de datos de contabilidad. En el aspecto numeral,

el quipu era casi fiel reproducción de la yupana.

CONTABILIDAD GUBERNAMENTAL

Profesora a tiempo parcial por asignaturas del

Departamento Académico de Ciencias Administrativas.

Julio 2006 Contabilidad y negocios 33

En 1529, durante la conquista del Imperio Incaico,

los reyes de España nombraron a un contador de

apellido Antonio Navarro, para controlar las nuevas

tierras de las que se asían. Ese mismo año,

además, se nombró a un tesorero de la provincia

de Tumbes, llamado Alonso Riquelme.

En 1532, cuando los españoles desembarcaron en

Tumbes y empezaban a entrar al Perú, Atahualpa

prometió ofrecer los tesoros de nuestro país (oro

y plata) a Francisco Pizarro. Pese a ello, con engaños,

fue ejecutado.

Al sistema de contabilidad en la época colonial no

se le dio importancia, a pesar de que en el año

1533, a través de comunicaciones escritas entre

Hernando Pizarro y su hermano, Francisco, comentaban

sobre el control que se efectuaba del

ingreso y la salida de los productos almacenados

por el conquistado Imperio, registrándose dicho

movimiento en unos hilos de colores (los quipus) y

verificando la exactitud de los montos distribuidos,

así como el saldo existente.

Los ambiciosos españoles, liderados por Francisco

Pizarro, procedieron a la repartición de todos los

tesoros del Imperio que fenecía. La contabilización

total de los tesoros y la repartición posterior ascendió

a 1’326,539 pesos oro, equivalente a 3 millones

de libras esterlinas, y, en plata, a 51,610 marcos.

En la repartición, al Rey de España, Carlos V, se

le adjudicaría la quinta parte del total del tesoro,

mientras que a Francisco Pizarro le corresponderían

57,222 pesos de oro y 2,350 marcos de plata,

más la gran silla de oro macizo de Atahualpa por un

valor de 25,000 pesos de oro. Recibieron su parte,

además, Hernando Pizarro, Hernando de Soto, los

soldados de infantería y de caballería, la Iglesia de

San Francisco de Cajamarca, los soldados de Diego

de Almagro y colonos de San Miguel de Piura.

La conquista del Imperio fue un largo proceso de

lucha entre los conquistadores y sus aliados nativos,

que se prolongó por más de 40 años. En 1542,

el Rey de España, Carlos V, aprobó las Nuevas Leyes

de Indias, compuestas de 30 ordenanzas a ser

adaptadas en las tierras conquistadas. El Perú fue

repartido en Intendencias como las de Trujillo, Tarma,

Lima, Huancavelica, Huamanga, Cusco, Arequipa

y Puno.

Los intendentes recaudaban los ingresos fiscales

y efectuaban los pagos autorizados; los ingresos y

gastos eran registrados por el contador en un libro

general de cuentas. Las recaudaciones se depositaban

en las Cajas Reales, que eran de responsabilidad

de tres oficiales: el contador, el tesorero y el

factor. El primero realizaba las cuentas y emitía los

libramientos u ordenes de

...

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