DESCRIBIENDO LOS LEGADOS TEÓRICOS DE LOS ESTUDIOS CULTURALES

DESCRIBIENDO LOS LEGADOS TEÓRICOS DE LOS ESTUDIOS CULTURALES

Por Laura Meléndez

Detrás de la intelectualidad y la práctica que se implementan en los estudios culturales (sobre todo británicos), según Stuart Hall, existen contenidos que, con el paso del tiempo, han condensado en sí mismos un cúmulo de ideologías marxistas, de intelectuales orgánicos o específicos, del feminismo, de los problemas raciales e histórico-sociales, etc., que no ha permitido dirigir, en muchos casos, las finalidades de los estudios culturales o los conceptos allí aplicados, causando controversia y mal interpretaciones de lo que en verdad se busca cuando la terminología y las palabras son más subjetivas que cualquier otra cosa. Pero, lo que merece sobresalir, es la solución planteada por el mismo autor de “Estudios culturales y sus legados históricos”, quién redefine la concepción de las palabras y de lo no comprendido en metáforas y asociaciones más sencillas.

Resulta ser disconforme que el marxismo se entrometa por las variantes de los estudios culturales, simplemente porque lo que se conoce del movimiento marxista son superficialidades y porque no se ve al marxismo como un pro sino como un contra en las aportes a la cultura.

Más que una teoría o una problemática, el marxismo debe entenderse como una parte del proceso que permite analizar el poder, el alcance global, la producción de conocimiento, las capacidades de hacer capital, la sociología, la conexión de las diversas esferas de la vida y la aplicación que puede tener un determinado estudio cultural. Si se entiende de esta manera, el líder del estudio, sea intelectual orgánico o específico, dirigirá el futuro del proyecto según sus orientaciones.

Esto si varía un poco el desarrollo de los estudios culturales, debido a que los intelectuales orgánicos saben, y realmente saben, que los conocimientos deben investigarse a profundidad, solo y únicamente, si la tensión y la completa entrega se sienten en el trabajo que se hace. De lo contrario, estarían totalmente desenganchados gracias a la teoría.

Los intelectuales específicos (los más tradicionales) son aquellos que tienen amplios conocimientos del tema en el que trabajan pero nunca buscan difundirlo con personas diferentes a los mismos intelectuales de su medio: y se irritan con facilidad al no querer lo que hacen, irritándose de su fracaso en los procedimientos y dejando en sus elaboraciones una crítica textual incompleta.

Es así como aparecen, de acuerdo a la directriz de sus finalidades, los grupos derivados nombrados en el texto, como son las feministas y los de razas. La intervención de estos grupos es específica y decisiva en el desarrollo de los estudios culturales por sus visiones extrínsecas. Pero debe decirse, de antemano, que las formas concretas del trabajo en este tipo de grupos puede llegar a ser revolucionarias (en cuanto que cuentan

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