DRACULA Y CROQUIS

DRACULA Y CROQUIS

Drácula vive con su familia en una pequeña aldea del  norte de Noruega. Tiene una hija que está enferma de una infección muy rara. El curandero de la aldea les dice que las hierbas para curarse solo están en Cádiz.

-Drácula existen unas bayas naranjas que crecen en Cádiz, que son las que tiene que tomar tu hija, para curarse.

-Gracias curandero, me pondré en viaje, para traérselas lo antes posible. –Le contestó Drácula.

Mientras tanto Croquis, Que es su enemigo, escuchaba la conversación escondido. Esperó a que se marchara el curandero, se fue a su casa y cogió su caballo más rápido para emprender viaje a Cádiz. Ya que quería llegar primero que Drácula para robarle las bayas. Croquis es una persona muy ambiciosa y siempre busca el mal de su vecino.

Cuando llegó Drácula a Cádiz, que también fue a caballo, lo primero que busco fue una pensión donde por quedarse a dormir, ya que se le había hecho de noche. Cuando por fin la encuentra le pregunta al dueña.

-¿Tiene una habitación vacía?

-Tengo dos.-Contestó el dueño.

-¿Cuántas quieres?- Le pregunta mientras se comía un bocadillo.

-Una.-Le responde Drácula.

El dueño de la pensión le da las llaves y le lleva hasta su habitación. Por otro lado también Croquis había llegado a Cádiz y se había buscado una habitación. A la mañana siguiente muy temprano Drácula emprende viaje al bosque encantado, no sin antes preguntarle al dueño.

-¿Dónde puedo encontrar el bosque encantado?- Le preguntó Drácula.

El dueño cogió el papel y un lápiz y le dibujo un mapa donde le situó el bosque y se lo dio.

-Muchas gracias.-Le contestó Drácula.

Cogió su caballo y se marchó hacia el bosque, cuando por fin llegó se puso a buscar la cueva  donde le había contado el curandero que existían las bayas naranjas. Cual fue su sorpresa que cuando entro en la cueva se encontraba su vecino Croquis, con las bayas en la mano,  mirándole mientras le sonreía.

-¿Qué haces tú aquí?-Le preguntó Drácula muy furioso.

-Pues he venido a coger las bajas que necesita tu hija, para que no pueda tomarlas.-Le contestó Croquis sonriendo.

-Como puedes ser tan malvado, cuando sabes que mi hija no podrá curarse sin ellas.

Entonces Drácula después de pensar un rato le propuso un juego.

-Tengo una idea te propongo un juego. Echaremos un pulso y quien gane se quedara con las bayas.

Croquis aceptó, ya que él sabía que ganaría, porque era más fuerte y grande. Cuando ya iban a empezar el juego Drácula se acordó de que llevaba un amuleto mágico, que le había dado el curandero en el bolsillo. Drácula y Croquis se cogieron de las manos muy fuerte y empezaron a echar un pulso, cuando ya Croquis se veía ganador, Drácula le agarró fuerte de la mano y lo venció. Entonces Croquis muy enfadado y a la vez sorprendido le dijo.

...