"De Isidoro de Sevilla al Amadís de Gaula" Resumen

De Isidoro de Sevilla al Amadís de Gaula: primeras configuraciones hispánicas de la escritura de la historia.^[1]

Alumno: Hugo Zacapantzi Quintero

Catedrático: Ricardo Olivares Talavera

La historia nace en la península ibérica del mismo modo que con Herodoto en Grecia a partir de una lenta emergencia y de rupturas con el género literario. Poco a poco desaparece el afán de celebrar únicamente el recuerdo de hazañas individuales y se persigue entonces el fin de conservar en la memoria los valores manifestados por grupos de hombres, ciudades y países. La historia surge así, al mismo tiempo que se consolida la ciudad. Con Tucídides se articula en la escritura de la historia las causas, los hechos y las consecuencias. De este modo se elabora lo que en Occidente sería la norma de la escritura de la historia.

1. Isidoro de Sevilla (hacia 560-636) y el rey Sisebuto: de una escritura clásica de la historia visigoda de España al “estilo español”

A fines del siglo V la población hispano-romana tuvo que afrontar el desorden originado por los sucesivos flujos migratorios de tribus germánicas y el declive de la unidad romana los cuales trajeron consecuencias económicas y políticas muy importantes.  En el siglo siguiente, quienes inventan la historia de Hispania son el obispo Juan de Biclara -quien recurre a escritores latinos y bizantinos para escribir la historia del mundo y del reino visigodo de la península ibérica- , e Isidoro arzobispo de Sevilla.

Isidoro de Sevilla crea un régimen de historicidad en el cual el pasado está imbricado en el presente. La victoria del catolicismo y la paz recobrada dan una lectura providencialista de los acontecimientos que guiaron al pueblo godo hasta España. Entonces, España ya es el centro del mundo , y la nación gótica tiene un lugar privilegiado en la historia del mundo. Para Isidoro de Sevilla “la historia es de mucha utilidad para sus lectores pues muchos sabio sacan de la narración de los hechos acaecidos en tiempos pasados los materiales necesarios para la instrucción de los tiempos presentes. Por su parte, la escritura de una historia natural, elaborada por el rey Sisebuto, amigo y protector de San Isidoro, e inscribió en la época conocida como “renacimiento isidoriano” que contribuyó a trazar el umbral que estructura una expresión y una conciencia hispánicas. Obras como Historiae gothorum se vinculan con la ideología política de restauración integral del imperio visigodo.

1. La invasión árabe, el encuentro con la alteridad: las primeras crónicas de la Reconquista y la traducción al castellano de la versión árabe de Calila e Dimna

La invasión árabe de 711 desmanteló las estructuras políticas, económicas y culturales de la España visigoda. Las primeras crónicas históricas de los reinos cristianos se produjeron casi a un mismo tiempo que la literatura árabe en el sur musulmán de la península ibérica. La crónica mozárabe redactada en 754, en Toledo, se inscribe dentro de una visión de la historia como conjunto casi ininterrumpido de pecados y decadencia moral que Dios reprende castigando individuos o poblaciones.

Durante esta época se da una reinterpretación histórica del papel de cada uno  de los reinos cristianos: Asturias, León, Castilla, Pamplona. Los soberanos cristianos de España, confrontados con la amenaza política musulmana y con los logros intelectuales y culturales del islam, al escribir su historia sin dejar de reivindicar el legado visigodo, logran afirmar su autonomía y su identidad a la par principesca y nacional frente al otro, invasor e infiel.

En la segunda mitad del siglo xiii , el reinado del rey Alfonso X de Castilla (1252-1284), nacido en Toledo en 1221, constituye lo que se puede llamar un umbral determinante de la historia de la cultura cristiana de la península ibérica y de la escritura en lengua castellana. La primera traducción que encarga, antes de ser rey, en 1251, es el libro de Calila e Dimna. El libro presenta un conjunto de normas de conductas sociales e individuales. Las historias establecen que la sabiduría es el arte de llevar correctamente su vida, a partir de experiencias anteriores sobresalientes. Al solicitar la escritura en castellano de Calila e Dimna, el infante Alfonso, de una cierta manera, definió las grandes líneas de su programa de gobierno en medio de circunstancias difíciles, ya que el poder real tenía que fortalecerse frente a los grandes señores y al mismo tiempo tratarlos con deferencia, a fin de reconquistar las tierras españolas de los moros. Es de notar que esa definición de la sabiduría, tal como la quiere un príncipe, tanto en la versión árabe como en la castellana no deja un lugar a la religión, a sus dogmas ni a sus ritos. El centro de interés es la conducta que debe seguirse: se invita al lector a alinearse del lado de los que tienen éxito porque son prudentes y medidos, sagaces e íntegros. No se conmina sino que se invita a la responsabilidad y al juicio personal.

1. La Estoria general de España de Alfonso X, el Sabio: técnica de escritura y de supremacía política

Alfonso X primero pensó mandar escribir en lengua castellana una crónica de Hispania, es decir de la península ibérica, ubicándola en la historia universal. Tal es el proyecto de la General estoria destinada a dar una lección de vida a todos los habitantes de la península ibérica. El propósito de la obra es obvio. Se trata de defender la legitimidad de la monarquía castellano-leonesa cuyo rey se volvió, así, el guardián de la memoria histórica. Alfonso X es, sin duda, el iniciador de una nueva edad de la escritura historiadora en España. Al abandonar el latín en sus obras e introducir el castellano como lengua de una nueva cultura laica, Alfonso X dio un paso decisivo en el proceso de secularización y de vulgarización de la historia nacional.

En el prólogo de la Estoria de España, el autor designa claramente a “los españoles” como el sujeto de la historia y, en una sola oración, y aclara también las modalidades de la escritura de Estoria de España, sin embargo no propone un arte de escribir historia ni tampoco formula reglas precisas para lograrlo, el rey sólo plantea reunir numerosos libros que trataran la historia de España, para componer un nuevo libro que fuera la suma de aquellos: ésos fueron los principales pasos de la práctica de la escritura de la historia.

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