De La Disuta Por Las Nacion
Enviado por bnmp • 26 de Octubre de 2014 • 704 Palabras (3 Páginas) • 154 Visitas
Los autores resumen en dos alternativas esa disyuntiva: por un lado estaba el proyecto neoliberal y por otro el nacionalista. Aquél pretendía superar el ineficiente funcionamiento de la economía introduciendo cambios inspirados en el mercado. Los nacionalistas pensaban que el futuro requería un Estado fuerte que invirtiera en educación, distribuyera el ingreso y consolidara el mercado interno como ancla del crecimiento.
A la distancia no debe haber duda de que el ganador fue el primero; precisamente sobre eso tema habló Cordera en su reciente visita a El Colegio de Sonora; entre otras cosas planteó que Miguel de la Madrid (1982-1988) originalmente no tenía en mente una modernización neoliberal; a su juicio, ese modelo fue imponiéndose debido a las urgencias financieras derivadas del sismo del 19 de septiembre de 1985, del derrumbe de los precios del petróleo y de la secular incapacidad para sortear el déficit del sector externo mismo que se agudizaba con el excesivo servicio de la deuda externa.
En esas circunstancias, una reestructuración productiva basada en una agresiva desregulación era atractiva, pues al menos en teoría los rezagos se superarían con sólo dejar que el mercado funcionara. De la Madrid era un político conservador que rápidamente adoptó el neoliberalismo abandonando la impronta keynesiana-nacionalista seguida hasta entonces.
Fue en ese tiempo que López Portillo señaló que él había sido el último presidente de la Revolución; quizá tenía razón, pues en adelante la agenda revolucionaria fue desdibujándose paulatinamente. El afianzamiento del nuevo modelo llegó tras la controvertida elección de Salinas de Gortari (1988-1994). Formado en reconocidas escuelas de EU, este mandatario avanzó sustancialmente en la transformación de la economía mexicana, proceso que se mantuvo en los siguientes sexenios. La elección de 1988 fue la arena donde se expresó con nitidez la disputa por la Nación. Los priistas nacionalistas alertados del cambio de rumbo presionaron para que no se abandonaran los compromisos de la Revolución y de que se democratizara la designación del abanderado tricolor. La renuncia de Cárdenas y de Muñoz Ledo al PRI y la posterior candidatura a la presidencia del primero fue el epílogo de dichas desavenencias. La mayoría de los analistas coinciden en que Cárdenas fue despojado de la victoria. La pregunta es qué habría pasado si efectivamente se respeta el mandato de las urnas y Cárdenas hubiera sido ungido presidente de todos los mexicanos ¿Se habría restaurado el nacionalismo o bien seguiría el cauce de modernización seguido hasta ese año? Al respecto, es interesante considerar que independientemente del origen del nuevo mandatario era un despropósito cerrar los ojos a una realidad que se imponía a escala planetaria: la economía mundial experimentaba una reestructuración basada en el mercado cuya inspiración fue
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