De Mi Tierra A La Tierra De Todos

Nombre: Diego Alejandro Gómez Celis Grupo: 04 Documento #3

De mi tierra a la tierra de todos

Es evidente la masificación de gentes que llegan a las ciudades por la continua guerra que aun se vive en los alrededores o periferias de las grandes ciudades y mas aun evidentes en las zonas donde no hace presencia la mano del gobierno nacional. Por la debida lucha que vivimos ya desde hace años nos hemos visto afectados por la continua violencia que se vive en lugares rurales, y que debido a este desplazamiento se ha marchado con ellos la violencia y ha llegado alas grandes zonas como lo es Bogotá, Medellín, Barranquilla, Cartagena y Cali.

No solo el hecho de que se genere la violencia arraigada en varios municipios y departamentos, nos vemos enfrascados por razones ilógicas en lucha del poder por grupos políticos que buscan un beneficio para así hacerse más ricos.

Pero el problema es q ellos manejen nuestro país a su antojo, también se hacen victimas, y así con los ciudadanos ven este fenómeno como un grave problema social, sin adentrarse en la comprensión de tan complejo problema, ya que en el desplazado vemos la totalidad de la violación de todas las necesidades vitales y existenciales elevadas hoy como derechos fundamentales. Las víctimas son diversas: no pertenecen a una etnia, a una religión, a una clase o a un grupo social específico.

El desplazamiento en Colombia entonces es un fenómeno extensivo, disuelto en el tiempo, recurrente y continuo; que combina problemas familiares e individuales, silenciosos y no visibles, con desplazamientos en masa que ponen en marcha, al mismo tiempo, pueblos enteros; a su vez, el desplazamiento forzado se ligan huidas temporales y retornos azarosos, con el abandono definitivo de los lugares de origen y residencia, lugares que han sido arrebatados bruscamente y que en plena sensación un desalojo que para ellos es de toda la vida.

Frente a la evidencia de un Estado cada vez menos capaz de hacer valer la ley en diversas regiones, de salvaguardar el derecho de las personas a la vida y de garantizar las libertades a establecer residencia y a circular libremente por el territorio, ponen en perspectiva una dislocación del discurso oficial respecto de la realidad, lo que agrava la falta de brújula y de previsión originarias de la actual estrategia de seguridad y combate a la delincuencia organizada, en cuentas finales hasta que no se le ponga cuidado a la delincuencia y violencia desatada por el narcotráfico que conlleva al desplazamiento de las guerrillas a zonas rurales y de los campesinos a zonas urbanas, no podremos decir que estamos luchando por mantener a margen los grupos ilegales, solo estaríamos dando mas pasos a una sociedad más decadente e inculta que hace al país mas vulnerable y tosco ante unos mandatarios que nos manejan a su antojo.

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