Democracia Y Tolerancia En México

“Democracia y tolerancia política”

En las sociedades modernas secularizadas la tolerancia es importante, para el trato entre competidores y partidos políticos. Una democracia pluralista no puede subsistir ni vivir en libertad, sin tolerancia entre la mayoría y las minorías. Trutz Rendtorff nos brinda la siguiente definición: “tolerancia política del ciudadano, en una democracia, con respecto a la mayoría y las minorías. Por eso, la tolerancia es un criterio ético para determinar la capacidad de tradición de la actividad política. En las democracias deben decidir las mayorías pero Rendtorff cuestiona este argumento diciendo que estas decisiones no pueden ser absolutas. La igualdad total es inalcanzable hay que conformarse con la “equiparación”.

La teoría clásica de la democracia dice que la condición para una activa participación del ciudadano en la conformación de las situaciones políticas era la independencia económica de este. Por eso Kant excluye a todos los asalariados del pleno goce de los derechos cívicos. En nuestras sociedades modernas todo depende del sueldo y de los salarios; pero si se aspira a que la capacidad de autodeterminación, de ejercicio de la ciudadanía activa no se pierda, deberá posibilitar a los asalariados la cotidiana experiencia de la participación en las decisiones.

La tolerancia depende de otras virtudes y condiciones institucionales sin las cuales perdería su valor; es una actitud que debería practicar tanto el individuo con el grupo social. Según Mitscherlich “tolerancia es soportar al otro con intención de entenderlo mejor”; es difícil concretar la tolerancia y vencer la tendencia egoísta a imponer los reclamos cuando un grupo es francamente postergado y oprimido por las instituciones vigentes.

Herbert Marcuse adujo en contra de la moderna exigencia de tolerancia que esta solo sirve para mantener el statu de la desigualdad. También critica la inefectividad de la libertad de opinión en una sociedad cuyos miembros se han vuelto incapaces de reconocer sus intereses en materia de libertad y de autodeterminación, por efecto del bienestar y del exceso de estímulos, de la manipulación y de las distracción.

Las objeciones de Marcuse, Woff es simplemente señalar los puntos en los cuelas debe ser complementado. El punto esencial es, sin duda la exigencia de una equiparación del poder y de los intereses; esta equiparación no se alcanzara por medio de la tolerancia, sino por medio de la discusión.

La tolerancia religiosa favorece los intereses económicos de la comunidad, mientras que la intolerancia perjudica al país. La intolerancia de los trabajadores locales puede deberse, en este caso al temor a perder lugares del trabajo o a la presión salarial. Entre todos los pueblos que han debido soportar la intolerancia, los más afectados han sido los judíos; el fanatismo de las masas inseguras fue siempre

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