Derecho Maya
Enviado por alexiahrm • 15 de Octubre de 2014 • 467 Palabras (2 Páginas) • 403 Visitas
A lado de los nobles existían los sacerdotes, a menudo de familias nobiliarias, con cargos a veces hereditarios, de cuya opinión dependía el ritmo de las labores agrícolas. No sólo para la agricultura, si no también fuera de ella, los sacerdotes determinaban cuáles eran los días favorables y desfavorables para los diversos actos importantes de la vida. Sus conocimientos esotéricos les aseguraban un lugar dentro de la jerarquía social, más poderoso aún que el de los nobles.
Nobles, sacerdotes, comerciantes y artesanos fueron sostenidos por la gran masa de agricultores, que pagaba tributos al halach uinic y llevaba una corriente constante de regalos a los demás nobles y a los sacerdotes. Por debajo de esta clase se encontraban aún los esclavos, producto de la guerra, de la venta de niños, o seres que habían nacido como tales. También por ciertos delitos uno podía caer en esclavitud. Para algunas categorías de esclavos existía la posibilidad de ganarse la libertad por sus propios esfuerzos.
A veces los esclavos fueron asesinados para acompañar a su amo en la tumba. También podían ser sacrificados.
En cuanto al Derecho de Familia o sistema de familia, hubo ritos de pubertad, después de los cuales los adolescentes tenían que vivir hasta su matrimonio o hasta los 18 años en casas comunales, ocupadas por grupos de hombres jóvenes. El matrimonio era monogámico, pero con tal facilidad de repudio que con frecuencia se presentaba una especie de poligamia sucesiva. El novio entregaba a la familia de la novia ciertos regalos; por lo tanto, en vez de la dote, los mayas tenían el sistema del "precio de la novia", figura simétricamente opuesta a la dote y que todavía en lugares remotos de la región maya se manifiesta en la costumbre de que le novio trabaje algún tiempo para su futuro suegro. Para ayudar a concertar los matrimonios y los arreglos patrimoniales respectivos hubo intermediarios especiales: los Atanzahob.
La herencia se repartía entre la descendencia masculina, fungiendo la madre o el tío paterno como tutor, en caso de minoría de un heredero. En la entrega de las cuotas hereditarias intervenían las autoridades locales.
Sabemos que cada familia recibía, con intervención de los sacerdotes, una parcela de 20 por 20 pies, para su uso personal. Ignoramos, si, en caso de defunción del jefe de una familia, esta parcela la recuperaba la comunidad; se repartía entre todos los hijos, o se entregaba a algún hijo privilegiado.
Aunque los apellidos eran dobles, el papel de la mujer en la familia y en la vida comunal no era prominente; en la civilización maya no hallamos rasgo alguno del matriarcado, salvo, quizá, la función de profetisa que correspondía a algunas mujeres, y la existencia de órdenes de vírgenes con funciones sacrales. Por lo demás, la mujer no siquiera podía entrar en el templo o participar
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