Derechos Humanos Y Dignidad

La palabra derecho tiene una gran significancia cuando se trata de extrapolación de la humanidad y en consecuencia la relación e interconexión entre los seres humanos. El derecho es la percepción del valor de las cosas, personas y situaciones que se desarrollan alrededor del hombre como ser, la calidad de pertenencia y la capacidad de uso de dicha pertenencia. En este sentido, se podría decir que el derecho más que todo es el encuentro del ser humano con el sentido de la propiedad, como analogía el derecho a la vida daría por resultado entonces que un ser humano es dueño de su vida, esa es su propiedad y se entiende a través del reconocimiento que sus semejantes hagan de ese derecho. Della Mirandola entonces relata que la capacidad que Dios dio a todo ser humano de apropiarse de lo que no fue dado por derecho, lo diferenció en esto de los demás seres que habitan la Tierra, logrando entonces que el derecho se adquiriera a través de dicha apropiación. Esta característica aparece entonces como una capacidad exclusiva del hombre, lo que permite el reconocimiento del establecimiento del derecho en el ser humano.

Ahora pasa el ser humano a ser reconocido como tal, pero desde los inicios de la humanidad siempre se ha buscado el reconocimiento, sobre todo el reconocimiento de su dignidad. Isabel Viladomiu expresa que existe en el ser humano una característica como ser irrepetible, dentro de una bioética que reconoce no sólo su unicidad, sino su dignidad, porque el ser humano es la finalidad, no el medio por el cual se hacen las cosas, no un envase de órganos y tejidos, y esta dignidad está por encima de cualquiera institución.

A partir de este punto conviene al derecho la determinación del derecho humano, ya que lo define dentro de los límites del orden jurídicos, además de los límites que imponen los derechos de los semejantes, de los cohabitantes de todo ser humano. Se debe entonces entender que además no puede operar sobre el hombre un paternalismo nacionalista, porque el Estado mismo debe garantizar el libre desarrollo de la personalidad, no creando barreras que detengan este desarrollo, aunque limitando otros puntos necesarios como la obligatoriedad a la educación u otros derechos/obligaciones. Madrid-Malo expone en este sentido que a pesar de que el hombre o ser humano posee derechos, estos no son absolutos en una comunidad, pues si bien el ser humano puede ejercer libremente su desarrollo, este desarrollo no puede ni debe impedir el de los demás, y este control está en manos del orden jurídico.

Papaccini establece los elementos que tiene la dignidad humana y los derechos humanos: el apego a la vida y la demanda de reconocimiento. La dignidad humana ha sido motivo de luchas durante muchos siglos, y se interpreta internamente de acuerdo con cada contexto cultural y en la escala del tiempo. Los derechos humanos se clasifican por generaciones. Los de primera generación

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